**Arsonist's lullaby - Hozier**.
La parálisis no se iba, no me abandonaba, me tenía reducida a un mero despojo. Paxton, Arthur y Claire me lo han hecho, es así, son así... existen personas malvadas, el que parece tu amigo resulta ser un traidor y aparecen demonios de la nada. El mundo siempre ha sido así y por desgracia me ha tocado a mí cargar con toda esa maldad, convirtiéndome en un monstruo peor.
Teníamos un plan, Christian me salvaría, pero tal vez ese plan no deba funcionar, igual lo que deba funcionar es la idea que ellos tienen. Resulta estúpido y casi vergonzoso que siga preguntándome por qué, por qué quieren hacer todo eso, por qué matan, por qué destruyen las cosas hermosas... Han manipulado al mundo, a lo que queda de él, han hecho que la mayoría se someta al suero para convertirse en una especie híbrida entre humano y ouránio. Puede que fuera eso lo que querían desde el principio, ser especiales, ser la especie que conquista otros mundos y no la conquistada por ellos.
-Bonito debate interno, Leah.- En la oscuridad, está Claire, puedo sentir su sonrisa aunque no pueda verla. Ahora, ella es como Christian y Lucas y como tantos otros, poderosa.
-¿Por qué lo haces? ¿Qué ganas con esto? -le pregunto.
-No gano nada, lo ganaré. Te confiaré un secreto, puedo hacerlo porque cuando quieras decirlo ya estarás muerta. No quiero a Christian, no quiero La tierra, no quiero Spectrum, no quiero poder, no te quiero muerta... lo quiero todo. Crees que Arthur es el malo aquí, pero yo soy mil veces peor y él me ha dado lo necesario para conseguirlo. Lo mataré, mataré a Paxton, te mataré a ti y a todos los que quieres y me quedaré con Chris, tu amigo rubito y los dos mundos.
Me hecho a reír.
-Lucas jamás te seguiría, él es mejor que todo, mejor que Christian, mejor que yo... cuando la cosa se torció pudo haberse mantenido al margen y lo que ocurrió fue que perdió a su hermana, a su familia, su vida, todo lo que él es... ¿y sabes por qué? porque sabe lo que está bien y lo que está mal, porque daría la vida por no ser como vosotros.
Claire se acerca a mí con lentitud, el tacón de sus botas resuena sobre las valdosas blancas del suelo, repiqueteando con elegancia. Me percato en que Claire y yo tenemos rasgos similares, salvo que yo soy algo más baja y mi constitución anterior era más fuerte y resistente, ambas somos morenas de cabello y ojos oscuros, ella tiene el pelo ondulado y yo totalmente liso, como una cascada, ahora, en un estilo radical mohicano.
-Chris me dejó cuando te conoció, ¿sabes? no dijo por qué, pero lo supe en el momento en que empezaste a salir en las noticias junto a tu amigo Lucas Lombardo y que él llevaba tu caso, que era él quien te perseguía. Chris siempre ha sido diferente, él ve más allá, él sería un rey si su padre no existiera. Lo malo, es que sería un buen rey y lo que el mundo necesita no son cosas buenas. Los buenos, Leah, como tú, como Lucas, como tu madre... mueren.
-El problema, Claire, es que ni yo, ni Lucas, ni mi madre estamos muertos. Puede que yo acabe muerta, siempre pasa igual, ¿has visto las pelis baratas de Hollywood? Puede que mi muerte sea inevitable. Pero no vamos a perder, hay fuerzas mucho más poderosas que tú y tu ego, y esas fuerzas están de mi parte.
Solo hay algo más fuerte que un mega-humano y un ouránio, y eso es un fénix, seres amigos como Kai o Seraphine, capaces de curar cualquier herida con sus lágrimas, capaces de cualquier cosa, seres fieros que saben lo que deben hacer. Claire, Arthur y Paxton ni siquiera saben que esos seres existen y que están en mi lucha, una lucha a favor de la igualdad y en contra del genocidio y la dictadura.
Por el desconcierto de Claire, deduzco que sabe que tengo razón al respecto. Lo sabe.
Inesperadamente, quita de mis manos y piernas las correas que me sujetan, y, aunque aún no me puedo mover, empiezo a sentir mis extremidades.
-Mata a Arthur, mata a Paxton y luego, tú y yo nos veremos las caras. A ver quien gana de las dos.
-Es muy triste que hagas de una guerra una competición para ver quien es la hembra Alfa. Si quieres poner fácil mi huida, porque hoy huiré de aquí, adelante.
-Adelante pues -da media vuelta con una sonrisa en los labios y me da la espalda. Claire se marcha dejándome allí tumbada.
Dos hombres entran en la estancia, visten de negro, así que doy por hecho de que son agentes de la C.R.E, sinceramente, estaba harta de ver el color negro. Ambos hombre sonríen mirándome y uno de ellos, el de menos estatura, se acerca y vuelve a maniatarme los tobillos y las muñecas, apresándome nuevamente.
-Y yo que pensaba que tu captura sería algo más apoteósico.
Su compañero ríe ante el muy poco gracioso comentario.
-Y yo que pensaba que para entonces vosotros ya habríais ascendido de las cloacas.- La voz, inesperada, de Christian suena en la zona más oscura y negra de la sala, a mi lado derecho.
Dos llamaradas de un fuego intensamente rojo renacen de las extremidades superiores de su cuerpo, iluminando cada detalle de su rostro, dándole un toque hermoso e infernal al mismo tiempo. Sus dos excompañeros, corrieron hacia la puerta, pero está cerrada desde fuera. El que no puedan abrirla me indica que aún no son mega-humanos, que son dos meros idiotas asignados a cuidar de una chica inmóvil y, por tanto, inofensiva.
-Christian, vamos -empieza el agente que me había atado-, somos amigos, nos conocemos desde el instituto.
-No, tú y yo nunca hemos sido amigos. Y ahora mucho menos, nadie la toca.
Christian alza su brazo izquierdo, envuelto por un fuego ardiente y carboniza al que fue su compañero sin que las llamas se separen de su brazo y sin que el hombre se vea envuelto en ellas, como si de un fuego invisible se tratara. El otro hombre, se le queda mirando aterrorizado en el suelo.
-No me mates, por favor.
-Te doy dos opciones. -dice Christian-Puedes unirte a nosotros y ayudarnos a salir de aquí o morir de una forma peor que ese.- Chris señala al montón de cenizas enngrecidas que conforman al agente.
-Hay una salida que da al exterior, a un edificio a dos calles de aquí, está detrás de una estantería de la habitación de al lado pero la puerta está cerrada... si la abres puedo...
-Yo no cerré la puerta. Cuando nos vayamos de aquí, quiero que le digas a mi padre que Claire va por libre, escuché todo, y quiere todo para ella, ella desató a Lee y cerró la puerta porque ya sabía que yo estaba aquí. Quiere que nos vayamos.
-¿Y si quiere eso por qué quieres que se lo diga a Arthur? -pregunta el chico, tan asustado que casi no puede ni hablar.
-Porque así me quito a uno de los dos de encima sin tener que mover un dedo. Solo me facilito el trabajo.