El borrador

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Pov. Derek

- Derek, por favor ve y entrégale esto al Director.- me entrega unos documentos.

- Si maestra.- agarro los papeles y salgo del salón para dirigirme a un cuarto con el rótulo de "Dirección". Entro a este y hay un escritorio con un señor medio calvo, es raro, llevo 2 semanas en la escuela y no había visto al Director en todo este tiempo.- Hola Director, le traigo unos documentos de parte de la maestra Stacy.- Espero unos minutos a que termine con sus asuntos en la computadora para que me preste atención.

- Oh, es Derek Díaz ¿verdad?- golpeó unas hojas contra el escritorio para enderezarlas y dirige su mirada hacia mí.

- Si, soy el representante de la clase 1-A.

- Mmm, lo tomare en cuenta.- Oh no, no debí decirle eso, ahora me pedirá que haga todos lo favores. Nota mental, nunca le digas a un profesor que eres el representante de la clase.- Ok, gracias puedes retirarte.

- Gracias.- me dirijo hacia la puerta lo más rápido posible para que no me archive como "el que hace mis favores".

- Oh, señor Díaz.- demasiado tarde, ahora me esperara una vida de preparatoria miserable, más de lo que ya es.

- Si Director?- me volteo deslizándome sobre mis talones.

- Hágame un favor- Bingo.- entréguele esto al profesor Deik que ahora debe de estar dando clase en...- revisa su reloj- él aula B.- me entrega una caja que dice "borrador". Cojo la caja y salgo de ahí.

Cuando estoy subiendo las escaleras infinitas para llegar al segundo piso me encuentro con...

- Hola Derek!

- Hola Rebeca.

- ¿Que es eso?- se acerca a mí y yo solo le enseño la pequeña caja con la imagen de un borrador.- Oh, es un borrador.

- Si, la quinta maravilla del mundo- Dije sarcástico.

- ¿¡En serio!?- no noto mi sarcasmo.

- Si, es tan raro en el mundo que ni los millonarios lo tienen.- volví a ser sarcástico.

- ¡¿En serio?!- cada vez se sorprende más. Jesucrito. No puede haber gente más distraída.

- Si. ¿Lo quieres?-se lo ofrezco.

- ¡Si!- cuando lo quiere agarrar se lo alejo hacia arriba y empieza a dar saltos para poder cogerlo.

- Pero no es mío, tienes que decirle a el profesor Deik.

- ¿El de mi salón?

- Si.

- Okey!- me agarra del brazo y me lleva corriendo hacia el aula B. Desliza la puerta y camina hacia dónde está sentado el profesor.

- Profesor! Por favor regáleme su borrador!- rogó segura.

- ¿Y por qué debería hacerlo?- preguntó confundido al mismo tiempo que sorprendido.

- Por qué es único en el mundo!- golpeó el escritorio con sus manos y las recargo en este.

- ¿En serio?

- Si!!- yo solo observaba el espectáculo en el que estaba metido gracias a ella. Obvio el profesor le dirá que tal cosa no...

- En ese caso, con mayor razón, me lo quedare!!- ... No puede ser... ¿¡Acaso todos en esta escuela son idiotas!?

- Wueeeeee- chillo Rebeca y salió del aula, todavía agarrada a mi brazo.

- Ammm, oye mi...

- No es justo!! El no es equitativo.- me interrumpe, me suelta y se cruza de brazos.

- No creo que sea un problema.

- ¡¿Como de que no?!- se acerca a mi, quedando a unos centímetros, nuestras respiraciones se mezclan y siento cómo el color rojo aumenta en mi cara. Ella también se pone roja y cubre su rostro con sus manos.

- A-Ammm, bueno, nos vemos.- me alejo de ahí y la dejo sola. Entro al baño y me mojo la cara en el lavabo. No entiendo lo que me pasa. Cuando estoy cerca de ella un cosquilleo recorre mi cuerpo. Es extraño. Demasiado.

- Derek!!!!

- Ah, ¿Que?- Dice sacándome de mis pensamientos.

- Que si no seria genial ir a un circo.

- ¿Qué? Claro que no!

- Vez te lo dije Chat.

- No entienden lo bueno que sería ir a uno.- se hace el ofendido.- Por cierto, ¿en qué pensabas Derek?

- En cuando me gustaba Rebeca.

- ¿¡Ya no te gusta!?- Katy me coge del cuello de la camisa.

- C-claro que si!! Me refiero de cuando todavía no salíamos!

- Más te vale.- me suelta y me da una mirada asesina.

- ¿Que viejos tiempos no? Cuando todos estábamos solteros.

- Ustedes siguen solteros ¿no?

- No, ¿que no has visto nuestras manos?- me enseña sus manos entrelazadas.

- Ya era hora.

- De que.

- De que salieran.

- ¿Por qué?

- Por favor. Se veía el amor en el aire.

- ¿¡Qué!?- se pusieron rojos al mismo tiempo mientras yo solo me reía.

Cuando llegamos a la esquina de la calle, nos despedimos y yo me dirigí hacia el hospital.

Sempre al tuo fianco ||1 temporada (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora