Amiga o enemiga

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Pov. Katy

-No estaría tan molesta si nunca hubiera hecho y dicho eso. Lo único que tenía que hacer es guardar distancia.

- Si yo entiendo tu enojo Katy, pero, ¿puedes dejar de dar vueltas por toda mi habitación?

- Aaaaaaaaa.- dejó de dar vueltas por la habitación de Chat y me acerco a él, le tomó por el cuello de la camisa y pego su nariz con la mía para luego verle a los ojos furiosa.- Que no entiendes lo que acaba de pasar. A Derek ya no le importa nada. Prefirió a esa que a su novia. Espero que cuando despierte Rebeca inmediatamente le deje. El no se la merece.- me alejo y me cruzo de brazos.

- Pero... En eso si tiene razón Derek. No sabemos si va a despertar.

- Por supuesto que tiene que despertar!!!.- siento como mis ojos se inundan y antes de soltarme a llorar, me dirijo a la puerta de su habitación y me deslizo por esta hasta llegar al suelo, encoger mis piernas y adentrar mi cara dentro de ellas para cubrirla y que no me vea llorar Chat. El se sienta aún lado mío y con sus brazos me rodea y me abraza fuertemente.

Pov. Derek

Después de esa pelea con Katy llegó Charlotte y comimos. El resto de clases se pasan rápido y la escuela termina por hoy. No volví a ver a Katy ni a Chat. Pero cuando iba saliendo los vi irse por la dirección a la casa de Chat. No creo que ellos quieran verme pero es que no hice nada malo... Creo. Charlotte también me pidió que si podía regresar con ella a casa pero le dije que no puesto a que estaba ocupado. Y no era mentira. Además tenía muchas cosas en la cabeza como para darle más motivos a Katy de que se enoje con migo y yo quede mal.

Hoy tenía que ir a comprarme un traje para la boda de papá y Ana. Yo quería ir con Rebeca pero... Creo que no será posible.

Cuando entré a la tienda de trajes. Un señor cerca de los 40 pero muy bien arreglado me atiende. 

- ¿Buscaba algo en especial?

- Eh, no. Solo quiero un traje no ta formal para una boda.- no quería vestirme como un pingüino. Solo quería algo formal, pero no tan formal.

- Okey, sígame por favor.- me señala el camino. Yo sigo al amable caballero que se dirige a lo probadores. Ahí me muestra unas camisas de rayas y pantalones de vestir. No quería rayas. Tampoco cuadros. No quería color beige. No quería blanco.

- ¿No tendrá una camisa liza?- saca una camisa negra al igual que un pantalón.

- Exelente.- entro a los vestidores y me quito la ropa para probarme está. Salgo de ahí y me veo en el espejo. El señor llega con una corbata roja. El conjunto me gusta.

- Me lo llevo.- le digo al buen hombre. Regreso a los vestidores y me cambio de nuevo. El señor se lleva el conjunto y mientras yo espero sentado en la sala que está en el centro del local. El lugar era muy lujoso. Todo brillaba como en una mansión. En ciertas partes había columnas de mármol. Y entras había esculturas de diversos materiales. No sé por qué mi papá me mando a comprar a un lugar tan caro. Una alfombra roja cubría todo el suelo y los trajes te deslumbraban con sus altos precios. Era demasiado grande como para que solo compraras un traje o algo parecido. Los asientos eran de piel, o al menos eran así en donde estaba sentado. Las paredes blancas y el aura de limpio se esparcía por todo el lugar.

El señor se acerca y me devuelve tanto el traje en una bolsa de papel, como la tarjeta de crédito que me dio mi papá para que comprara esto.

Salgo de la tienda y cuando me encamino a casa, a unas dos cuadras estaba la heladería "Sultán". Donde comprábamos nuestros helados favoritos. El mío era pistache, el de Rebeca era de Chocolate, Chat de mango y Katy de fresa. Recuerdo los días en que veníamos después de la escuela aunque fuera otoño y comprábamos unos helados. Rebeca siempre se manchaba todo lo que es alrededor de la boca y Katy la regañaba. Comía como niña chiquita.

Sempre al tuo fianco ||1 temporada (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora