"Eso pense"

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- Ts.

- Deja de estar molesto Derek.- dijo Alex.

- Como no lo voy a estar si casi me patean el culo por ella.

- No será que...

- Deja de decir tus malditas conclusiones Charlotte.- tome de la malteada.

- Oye, oye, sabemos que estás molesto pero no te desquites.

- ...perdón. Solo...necesito olvidar esto.- esto pasa siempre. Me molesto y no puedo olvidarlo, siempre termino cargándola porque me desquito con los demás. Odio eso.

Me levante de la mesa y salí de la cafetería dejándolos solos. Subí al salón y estaba solo. Me senté, necesitaba despejar mi mente. La defendí a ella, una chica que apenas si conozco y lo único que dice es: no tienes que defenderme, se hacerlo sola. Dios, hasta la voz de nena hice. Bueno, el chiste es que cuando menos un: gracias por salvarme el culo o algo así hubiera bastado...

- Maldita sea.- estire mi cabello.

- Am...- toco la puerta abierta dejándose ver.- Hola.

- Hola Charly

- ¿Porque Charly?-  se sentó en la banca de mi lado.

- No se, Charlotte es muy largo.- me miró mal.- o te gusta más Loty.

- Dejémoslo en Charly.

- Muy bien.- reí.

- Por que estas aquí.- pregunté.

-  Porque te veías mal y, no se, pensé que necesitabas hablar.

- Mmm, de aquí en cuando tan servicial.

- Pues antes de que...te pusieras a dormir, yo siempre cuidaba de ti.

- ¿En serio?

-  Si. Siempre te metías en problemas y yo tenía que vigilarte.

-...lo siento.

- No te disculpes, era divertido.-  sonrío.

- Lamento no acordarme de nada, pero gracias.- sonreí también.

Pasó el rato y conversamos de cosas. Me platicó de lo que pasamos juntos cuando niños. No sé cuánto tiempo estuvimos platicando pero la gente empezó a aparecer de la nada. Así que pensé que ya se acabo el descanso. Regresamos a nuestros asientos y esperamos a que llegara el profesor.

- ¿Ya son novios?- dijo Alex.

-  ¿¡Que?!- contestamos los dos. La mire y ella estaba roja.

- No lo somos idiota.

- Uh, yo pensé que ella ya...- le tapo la boca.

- Cállate.

- Ya que.- pregunté.

- Nada.- sonrío. Le quitó la mano y lo fulminó con la mirada. Los mire confundido.

La clase comenzó. Español, bueno.

La puerta se abrió y entró la chica rara. Camino a su asiento y se puso los audífonos.

- No se puede usar audífonos aquí.- se los arrebato. Ahora sí tenía sus anteojos.

- ¡Oye...!- cuando reaccionó que quien se los había quitado era el profesor se tapo la boca.

- Si, eso pensé.- se volteó. Yo reí ligeramente y me miró mal. Me daba igual lo que pensaba. La clase continuo oficialmente.

Pero no pasaron ni cinco minutos y un papel llego a mi banca. Lo abrí.

"Por qué te reíste"

Lo cerré y lo lance a quién sabe dónde. Después otro papel llego a mi banca.

Sempre al tuo fianco ||1 temporada (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora