Lo que nunca debi decir

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Pov. Derek

Cuando voy doblando la esquina. Me agarro del poste que está ahí con la mano y me doy la vuelta para irme en dirección a la derecha. Doy una mordida a mi pan. Y cuando por fin después de unos minutos llegue a la puerta de la escuela. La cual ya estaba vacía puesto a que llegaba tarde. Mi primer retardo que felicidad. Doy el último bocado a mi pan tostado y corro hacia las escaleras para luego subirlas y dirigirme al salón. No había ni un alma en ninguna parte. Abro la puerta del salón y todos se me quedaron viendo al igual que la maestra con extraño.

- Llega tarde Derek.

- Si... Lo siento...- digo mientras me recargo en mis rodillas y cojo y suelto aire. Cuando recuperó el aliento, que fue cerca de unos 2 minutos después. Me dirijo a mi asiento. Chat y Katy estaban mirándome al igual que todos los demás.

- Por qué te retrasaste.- dice Chat susurrándome al oído. Casualmente estaba atrás mío y Katy a mi izquierda.

- Me quede dormido.

- Raro en ti.

- Y en ti no.- dice Katy y empezamos a soltar risitas. La maestra de reojo nos manda una mirada asesina mientras escribía en el pizarron. Si las miradas mataran, nosotros tres ya estaríamos muertos. Entendemos lo que quiso decir la maestra y dejamos de hablar. La clase de literatura se hizo corta. Anote apuntes y conteste ejercicios los cuales no sé si Chat hizo, pero no me importaba. Era un flojo.

Cuando termina la clase de literatura. Me dirijo a la de arte. Esa me gustaba ya que me podía expresar.

Antes de entrar a el salón de esta. Un chico va saliendo y me entrega el periódico escolar. Este siempre tenía lo que pasaba en el instituto y la verdad no me importa qué pasa aquí. Lo tiro en el bote de basura que hay en el salón a un lado de la puerta.

Me siento enfrente de un caballete que está en la ventana. Todos lo que ya habían llegado se me quedaban viendo de nuevo, y los que iban llegando también, mientras susurraban. Las clases de arte solo son los sábados y lunes. Nuestra escuela era rara. Me acuerdo el día en que fuimos a el Gotcha y yo fui el único de los tres que no faltó. Ese día me vengue de ellos. Aunque ya no supe si el esposo de la vieja loca tenía o no un arma de verdad. Con lo que vi aquella vez en Halloween no creo que sea un mal tipo... Al menos eso creo.

La única ventaja que he tenido de haber aceptado ir con Chat y Katy es que ya casi he superado mi trauma. Nunca en mi vida había podido olvidar lo que pasó. Ni en secundaria. Pero cuando inicie preparatoria mi vida cambio desde que conocí a Rebeca. Ahora que lo pienso. Rebeca ha sido mi vecina desde hace mucho tiempo y no lo había notado.

- Hola...- una mano se sacude enfrente de mi rostro. Es delgada y pálida. Delicada como una flor.

- Eh...- volteo a mi derecha y estaba... Charlotte creo se llamaba sentada en el caballete de a un lado.

- Eres de los chicos serios.- sonríe.

- E-eh. No, no. Claro que no. Es que... Solo despejaba mi mente.- sacudo las manos en señal de negación.

- ¿Entonces estás muy ocupado?- sonríe con más intensidad.

- No, tampoco. ¿Po...

- Muy Bien! La clase comienza.- dice el profesor Gustave. Dicen que es francés. Y la verdad si es muy convincente esa teoría puesto a que tiene asentó. Es muy misterioso el profesor pero también muy animado.- Hoy tenemos a una estudiante de intercambio desde México. Llegó apenas el jueves. Se llama Charlotte, por favor pasa querida.

Sempre al tuo fianco ||1 temporada (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora