Dos semanas despues

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No me eh logrado acostumbrar mucho a estar de aquí para aya. Salí de rehabilitación después de dos semanas. Estoy atrasado muchos cursos así que empezare a tomar clases particulares para que cuando entre a la preparatoria ya esté al tanto de todo. Sé que es imposible aprender toda primaria y secundaria en un año pero tengo que hacer el intento. Además, mis padres me dijeron que si no lo lograba, hablarían con los profesores para que hicieran algo sobre mi caso y ayudarme. Por qué no puedo faltar a la escuela.

Todos los días salgo al parque que está en la otra cuadra para caminar o matar el tiempo. La verdad tengo muchas ansias de eso. Los vecinos que me conocen, en especial la señora Leticia. Ella también salía en mi sueño.

No he visto a ninguno de mis amigos aún, la verdad no sé cómo sean porque después de todo este tiempo no creo que sigan siendo iguales. He visto fotos de antes del accidente donde aparezco con ellos pero... La verdad no me suenan.

Alex tenía el pelo rubio y tez blanca, ojos azules. Paco tenía el pelo rojizo y ojos verdes, tez blanca. Chat... Pelo negro, tez blanca y ojos cafés oscuro. Katherine... Tez blanca, ojos verdes claro y pelo café obscuro. Charlotte... Ojos café claro, tez blanca y cabello negro. Ellos eran igual a cuando estaba soñando. La verdad es que mientras más lo pensaba más curiosidad me daba ¿Qué significaba ese sueño? Y ¿Por qué están todos menos ella? Siempre esas preguntas no me las podía responder. Creo que el destino quiere que esas respuestas las encuentre con el paso del tiempo. Pero... Que tanto tiempo.

No me acuerdo de mis costumbres o las cosas que hacía. No solo por la edad, si no por qué apenas si reconocí a mis padres. A nadie más recordaba, unos nombres me parecían familiares cuando los mencionaban, pero no sabia como eran. La verdad es como si hubiera vuelto a nacer. Y agradezco a dios por esta oportunidad.

Tengo una ventaja. Que todo esto comenzó cuando yo era un niño de seis años. En ese entonces cualquier error o equivocación no lo tomaban en cuenta por qué te consideraban un niño pequeño y santo. Si hubiera sido después, cuando estuviera más grande, al cometer un error se hubiera quedado marcado de por vida en mi historial y sería difícil repararlo. Así que hasta ahora no tengo de que arrepentirme, excepto por haber sido un completo idiota y seguir esa pelota.

- Derek ya es hora de cenar. Te prepare tu plato favorito, enchiladas.- asoma la cabeza por la puerta.

- ¿En serio ese es mi palto favorito?- pregunté. Necesitaba saber más sobre mi, por qué no recuerdo casi nada.

- Si, te las preparaba cuando eras haciiiiii de chiquito.- habré por completo la puerta y con su mano extendida, marca una distanció de unos 120 centímetros.

- Mamá, no me hables como si todavía fuera un niño.- le sonrío y mientras estoy sentado en mi cama. Por cierto, mi habitación ya estaba lista. Los colores de las paredes se los cambie por un azul rey mezclado con uno ultramar. Los muebles son de madera obscura color chocolate, escogí una cama individual, un escritorio amplio y una cómoda, además del armario que estaba incluido. Todo exactamente igual a como lo imaginaba y quería. Las sabanas de mi cama eran blancas, por qué si no todo mi cuarto sería muy... Obscuro. La ventana que se dirigía a la calle igual que la del cuarto de invitados, tiene unas cortinas blancas. Ya me había comprado más ropa, ahora a mi gusto. La televisión estaba en una repisa encima del escritorio, era un poco incomodo el ver allí, pero está bien. También tenía un X-Box. Todo lo que un chico de catorce tiene.

- Hay ya, no seas tan sentimental.- sale de la habitación riendo. Me levante por completo de la cama donde estaba sentado, para luego salir por la puerta y dirigirme al comedor. El hecho de que el clima en este estado sea fresco lo hace aún mejor. Yo adoro el frío, y siempre estará antes que cualquier otra estación del año.

Sempre al tuo fianco ||1 temporada (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora