Próxima Clase

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— Eso fue algo extraño... Moisés no dijo buenos días al entrar, eso me estuvo raro, quizás su día no comenzó bien.

— ¿Eso es lo que más te estorbo de la clase?

— Bueno, si, ¿qué más lo haría?

— Bueno, el hecho que nos acaba de dar clases un hombre que lleva vivo más tiempo que la mayoría de los monstruos de hoy en día y nos está dando historia.

— Oh, eso también Drake.

— Bueno, prepárate para nuestra próxima cla-

— ¡Buenos Días estudiantes! Seré su nuevo maestro de lingüística.

Todos los estudiantes quedan atónitos de quien había llegado, en especial Drake.

— Oye, Drake, ¿ese no es Tutankamón? –dijo Ariel jalándome mi hombro mientras estaba sentada al lado mío.

— ¡Sh! Cállate, no digas mi nom-

— Oh, mi vampiro favorito está aquí. ¿Cómo te encuentras Drake? Al parecer ya tienes una nueva súcubo. Mi hija de seguro te desearía enviar saludos.

— Drake, ¿por qué me acaba de llamar tal cosa y por qué su hija desearía enviarte saludos? –Ariel molesta me dice mientras se levanta furiosa del pupitre.

— Siéntate, no hagas tanto alboroto. Te dice súcubo porque su hija es uno y fuimos... algo, por un tiempo, luego una cosa llevo a otra y le rompí el corazón.

— Jovencita, ¿cómo te llamas? –preguntó Tutankamón.

— Ariel.

— Bueno, Ariel, cuando él dice que le rompió el corazón, fue literalmente.

— ¡¿La mataste Drake?!

— ¡No! La única forma de detener un súcubo mitad momia, es rompiendo su corazón y meterla en un sarcófago. Ella no se controlaba y al ser momia, quería volver a ser humana no tan sólo en apariencia como puedes ver a su padre. Entonces comenzó a asesinar humanos y comerse su piel. Al ser súcubo bueno, su apetito sexual era algo... insaciable...

— Oh...

— Si, precisamente, pero este chico tiene todo un historial de chicas, créeme Ariel. Bueno vamos a comenzar la clase...

— Mmm... Ya veo qué clase de persona es...

— Ariel, no le creas... ¿No podíamos hablar de esto fuera del salón?

Una hora después.
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Bueno, ya conocimos a nuestro maestro de historia y el de lingüística. Ahora faltan tres más. Ciencias, Educación Física y Español. Estábamos en receso así que tomé esos 15 minutos para dormir. Cuando desperté, Ariel estaba sentada encima de un pupitre cerca de la puerta de salida y estaba rodeada de dos chicos y una chica, estaban riéndose a carcajadas. Me levanté y me dirigí hacia ella. Cuando llegué, pude ver que lamentablemente, ya había conocido a todos mis amigos, Daniel, Reidaz... Y Kiaraliz...

— Al parecer ya conociste a mis mejores amigos y a Kiaraliz

— ¡Sí! ¡Son un amor! –dijo Ariel mientras se paraba y se sentaba en el pupitre debidamente– Em... Siento algo debajo de mí...

— ¡Oh! Ese sería yo querida.

Ariel se levantó rápidamente del pupitre, abrazándome. Estaba algo asustada aunque en realidad ese no era el caso, solo la habían tomado por sorpresa.

— Oh, ¿por eso te asustas? –dije mientras soltaba a Ariel.

— En realidad no me asusté, solo quería una excusa para abrazarte y verificar algo... –dijo Ariel notablemente mintiendo. Mientras que Kiaraliz miraba seriamente a Ariel.

— Perdón si te asuste, mi nombre es Caleb, tú debes de ser la nueva humana, la novia de Drake. Mucho gusto, yo soy el hombre invisible.

— Mejor dicho el chico invisible. –dijo Kiaraliz– Y novia de Drake no es, para nada.

— Bueno, ¡pronto seré un hombre!

— El no es mi novio, jamás y nunca ¿Todos son de la misma edad? —preguntó Ariel.

— Así dicen y luego terminan teniendo hijos... Sí, estamos en diferentes salones pero somos de la misma edad. Nuestras familias se conocen de siglos. —respondió Daniel.

— Si, todos nos conocemos de mucho. Oye, luego de aquí vamos a la casa de Drake. ¿Te gustaría ir con nosotros? —dijo Reidaz mientras tomaba su bulto para ir a su salón de clases de nuevo.

— Oh, bueno, nos veremos allá, ya que me estoy quedando en casa de Drake prácticamente. –dijo Ariel mientras yo intentaba evitar y ocultar ese detalle.

— ¡¿Aja?! ¡¿Tu?! ¿Quedándote con Drake? Qué bonito. —dijo Kiaraliz refunfuñando.

— ¿Si...? Mi padre ordenó a Dracula que debía de quedarme con ellos por el año académico. —dijo Ariel mientras Kiaraliz me miraba con disgusto y enojo.

— No, se está quedando en la casa de al lado, no es en... Creo que ya es hora que se vayan a sus salones. ¡Adiós, los veo luego! —dije mientras los empujaba fuera de mi salón.

— ¿Por qué hiciste eso? —dijo Ariel cruzando sus brazos.

— Jamás le digas a alguien aquí que te estás quedando cerca de mí y mucho menos en mi casa. A mucha gente no les gustaría saber eso y otros desearían saberlo pero para malas intenciones. Bueno, ya llegó el siguiente maestro, el de Educación Física, debemos ir al campo.

— ¿Cómo sabes que llego?

— Tírate al suelo. —dije mientras me sentaba en el suelo y Ariel hacia lo mismo confusa. Una lanza atravesó la ventana y quedó clavada en la pared justo detrás de Ariel.

— ¡¿Qué carajo fue eso?!

— Si... Deja que veas quién es el maestro...

Blood BornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora