Capítulo 7: Suya

741 45 0
                                    


En todo el día mientras estuve trabajando pude ver como Erika no le quitaba la vista de encima a Jon, sabía que el moreno era muy atractivo y se ganaba la mirada de muchas mujeres que pasaban por la posada.

Pero lo de ella era distinto, en su mirada había un brillo peculiar, un brillo de deseo, sabía perfectamente lo que estaba pensando.

Estaba dispuesta a hacer todo lo posible para que Jon cayera a sus pies, igual que todos los pobres hombres a los que engatuso.

Pero yo sabía que él no era igual que los demás, no se dejaría engañar por alguien como ella, Jon era distinto.

Quedaba menos de una hora para que por fin cerráramos el comedor, hoy había sido un día muy movido así que estaba deseando de irme.

Me encontraba sentada en la barra tomando un poco de agua cuando una figura se sentó a mi lado, yo mire de reojo y reconocí enseguida de quien se trataba.

Erika.

-¿Qué tal Eileen?-. Pregunto ella educadamente.

-Hola Erika, la verdad que un poco cansada pero gracias por preguntar-. Le conteste forzando una sonrisa y si muchos ánimos de hablar.

-Ya veo, sin duda la vida de un posadera es muy dura, pero con el paso de los años te acostumbraras-. Comento.

-Sí, supongo-. Dije alzando los hombros.

-Bueno... en realidad he venido para preguntarte una cosa. Se trata del muchacho moreno que estaba antes sentado ahí hasta hace un momento-. Pregunto ella desinteresadamente, aunque claro, eso era lo que ella quería aparentar.

En el fondo sabía que era todo lo contrario.

Este era su primer paso, conseguir información sobre su siguiente objetivo, y se había puesto en marcha.

-Ah sí, te refieres a Jon. ¿Qué pasa con él?-. Pregunte haciéndome la tonta.

-Así que lo conoces-. Dijo ella sorprendida.

-Sí, lo conozco desde hace mucho tiempo. Somos buenos amigos-. Le informe.

-Ya veo... entonces... ¿Tu no eres su pareja?-. Preguntó ella curiosa.

-¿Yo? Que va, solo somos amigos desde pequeños-. Le comente inocentemente y por un momento pude jurar que vi como de sus labios se escapaba una sonrisa con algo de maldad.

-Comprendo... bueno yo solo preguntaba por curiosidad. Anda pero mira que tarde es debería de irme ya antes de que anochezca más. Hasta luego Eileen y gracias por la información-. Agradeció la morena amablemente mientras me sonreía y me guiñaba un ojo a la vez que se daba la vuelta y salía de allí.

Yo suspire pesadamente.

Y maldije mi mala suerte, ahora tenía un obstáculo más en mi camino hacia Jon. Aunque si ya era difícil ahora con Erika rondando era el doble de complicado.

Después de recoger y cerrar el comedor me dirigí rápidamente a mi casa, estaba muy cansada y notaba mi cuerpo demasiado pesado.

Solo esperaba no coger ningún resfriado o ninguna enfermedad por el estilo.

Un vez que llegue a mi hogar ni siquiera me pare en saludar a Jon simplemente me tire encima de la cama como un pesado elefante.

Suspire de alivio al sentir el suave tacto de la manta contra mi piel.

-Por lo menos podrías saludar maleducada-. Protesto él al ver aquello.

-Ahora mismo no tengo ningún ánimo para responder a tus quejas Jon, simplemente déjame descansar-. Le dije mientras mi voz fue apagándose poco a poco.

Juego de Tronos: Reencuentro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora