El sitio libre

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****ALEX****

"Biiip"

Eso sólo podía significar que los hermanos Knight se encontraban en el coche fuera de mi casa esperándome. Los días que llovía me pasaban siempre a buscar. Odiaba la lluvia y mojarme, por eso preferiría ir en coche que en moto como era habitual.

Cogí la mochila del instituto del suelo de mi habitación, me colgué el mango de mi espada en el cinturón y me metí un cuchillo en cada bota, y un par de shuriken en el cinturón. Los cuchillos y shuriken no eran obligatorios como el uniforme, pero siempre me gustaba ir preparada para cualquier situación.

—¡Me voy!—grité mientras bajaba las escaleras.

—¡Alex, el almuerzo!—me respondió mi madre gritando también. ¡Mierda! Me había olvidado el almuerzo y me iba a morir de hambre.

Entré corriendo en la cocina y cogí el sandwich que me tendía mi madre desde la mesa. Mi madre se encontraba tomando zumo de naranja mientras que leía el periódico "El Poder", el único del mundo de los Jueces. Mi padre se encontraba en el otro lado de la cocina lavando los platos de la cena de la noche anterior.

—¿Hoy vienes tarde?—preguntó mi madre. Tan sobre protectora como siempre.

—En un principio no. Si hay cambio de planes te envío un mensaje.

—Alex, recuerda que hoy televisan en diferido el partido de la Juventus contra el Cagliari a las 20:45.

—¡Me acuerdo!—tenía muy buena memoria, y mucho más para las cosas que me gustaban. Y el fútbol era una de ellas. Me venía por parte materna—. ¡Adiooos!

Estaba jarreando. Me puse la capucha del chubasquero negro y corrí hacia el Audi A7 negro brillante de Cam. Su abuelo se lo había regalado hace unos meses por su decimoctavo cumpleaños. A diferencia de la cultura americana, los Jueces considerábamos los 18 la mayoría de edad. Y como la familia de Cam era rica, le regalaron un coche caro para celebrar la ocasión.

Me senté en el asiento de copiloto como de costumbre. En cuanto cerré la puerta Cam arrancó dirección al instituto.

—¿Qué tal llevas el examen del viernes?—me preguntó Liz desde el asiento de atrás a modo de saludo. La mueca de orgullo de su rostro decía que ya se lo había estudiado todo, incluso las comas y puntos. Liz era una persona muy estudiosa y además inteligente. Tenía siempre respuestas para todo. Parecía la wikipedia.

—Esta tarde empiezo a estudiar—respondí encogiéndome de hombros tranquilamente. Yo era muy inteligente también. Pero la gran diferencia entre yo y mi mejor amiga era que yo no era tan estudiosa.

—Ayer te entró la pereza, ¿verdad?—soltó Cam entre carcajadas. Me conocía demasiado bien.

—¿Yo? ¿Con pereza?—pregunté con sorpresa fingida—. Me da que te estás equivocando de persona—los tres estallamos en risas.

Liz y yo nos pasamos los 10 minutos de camino hablando del examen. Cam, al ser un año mayor que nosotras, ya había cursado esa asignatura el año pasado. Por lo que de vez en cuando interrumpía nuestra conversación para decirnos alguna pregunta que le cayó a él en el examen de ese tema.

Dejamos el coche en el aparcamiento del instituto y echamos a correr a la puerta para calarnos lo menos posible. Odiaba los días calurosos y a la vez lluviosos.

Ya en el pasillo del instituto nos despedimos de Cameron. En las clases teóricas estábamos separados por año de nacimiento, por lo que Liz y yo íbamos juntas, pero Cameron iba a otra diferente para luego juntarnos en los entrenamientos.

Los Jueces ARADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora