****GWEN****
El tal McMahon era un tipo musculoso y alto. Mediría alrededor de 1,90. Era calvo y tenía unos ojos profundos marrones. Su nariz era ancha. No tenía pinta de ser muy amigable. Sus ojos estaban puestos en mí mientras me hacía un examen visual.
—¿Alguna vez en tu vida has hecho algo de deporte?—me espetó el profesor.
—No, señor—respondí. Me salió sola la respuesta, se parecía tanto a un militar que le respondí como en las películas los soldados respondían a sus superiores.
—Se nota—bufó—. Los demás poneros a entrenar. Hacer los mismos ejercicios que el último día. Yo estaré entrenando a la nueva—dijo mientras volvía a posar su mirada en mí—. Hay mucho trabajo por hacer.
—Vale, McMahon—respondió James.
Todos se movilizaron y empezaron a correr al rededor de la sala de armas. Tenían buen ritmo al correr. Primero iban Liz y Will, y tras ellos Cameron, Alex y James.
—Antes de empezar a coger armas tienes que tener buen físico—intervino McMahon —. Así que los primeros entrenamientos serán físicos. Ponte a correr al rededor de la sala como ellos. Pero no intentes llevar su ritmo, no aguantarás ni cinco minutos.
Asentí con la cabeza y me puse a hacer lo que me ordenaba. Me sentía rara con ese hombre observándome constantemente. Los otros me pasaron varias veces, parecían no estar nada cansados. Incluso iban charlando tranquilamente entre ellos.
A los diez minutos de que empezara a correr, el profesor McMahon me mandó parar, y menos mal que lo hizo, me estaba muriendo. Los demás, en cambio, siguieron corriendo como si nada. Esa clase fue una tortura. Después de correr fuimos al centro de la sala donde había un tatami. Hice cien abdominales, diez sesiones de diez abdominales cada una. Cuando llegué a cincuenta me dejó descansar por cinco minutos. Luego tuve que hacer cincuenta flexiones, y al igual que antes en sesiones de diez y con descanso de cinco minutos al llegar a la mitad. Los siguientes ejercicios fueron: sentadillas, zancadas, dominadas supinas y burpees. Todo esto lo hice durante una hora, la hora más larga de toda mi vida.
Los demás habían corrido durante media hora. Después se habían puesto ha hacer los mismos ejercicios que yo pero mucho más rápido y en mayor número. Luego cogieron pesas de distinto tamaño. Por lo que parecía el más fuerte era Cameron, era el que estaba levantando más peso. Justo cuando yo acabé mis ejercicios los demás comenzaron a guardar las pesas para comenzar así con uno nuevo ejercicio.
—Señorita Clark —dijo el profesor McMahon—. Siéntese en las gradas y observe el entrenamiento de sus compañeros.
Asentí mientras me dirigía a las gradas. El profesor McMahon sacó un mando del bolsillo y apretó un botón. Al instante aparecieron unas dianas del suelo. Alex, Cam y Will se dirigieron a la pared y cogieron cada uno un arco con su respectivo carcaj lleno de flechas. En cambio Liz y James fueron a por sus mochilas y volvieron también con un arco cada uno.
—La señorita Knight y el señor Cunningham tienen como arma principal el arco. Cuando luchan es el arma que utilizan, por lo que se traen los arcos con los que lucharan en la batalla—explicó el profesor McMahon dirigiéndose hacia mi.
Se situaron todos en el lado opuesto de las dianas. Estarían a ¿80 metros? ¿90? No lo sabía exactamente, pero veía prácticamente imposible acertar en el centro de la diana. De hecho, dudaba si quiera que acertaran en la diana en sí. Todos tomaron posiciones, levantaron el arco, cogieron una flecha, tensaron la cuerda y dispararon. Lo hicieron prácticamente a la vez, se notaba que practicaban mucho juntos, había gran coordinación entre ellos. Miré a las dianas y habían dado todas en el círculo rojo del centro, algunas más hacia el exterior del círculo rojo que otras.
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Los Jueces [PARADA]
FantasyEl mundo se verá en peligro cuando las fuerzas oscuras se unen para derrocar a Los Jueces, una especie similar a la humana, pero con una constitución más fuerte, que les permitirá ser unos guerreros excelentes. Una rebelión por el control del mundo...