Capítulo 9

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Luna

Mientras andaba hacia en altar, no paraba de sonreír por haberlos visto. Pensaba que me iban a dejar aquí, y más si son problemas con gente como esta.

—Que feliz estás ¿no? —me susurra Rei cuando llego al altar y el sacerdote empieza a hablar —No te había visto así nunca.

—Pensé que debía fingir un poco —le susurro para que no nos escuchen.

—¿No será por qué están aquí tus amiguitos? —susurra mirando al frente y giro la cabeza hacia él bruscamente —¿En serio pensabas que no me iba a enterar? —se ríe por lo bajo —Querida, yo me entero de todo. Es mi boda. Quiero decir, "NUESTRA" boda —hace una pausa en lo que yo giro la cabeza mirando al sacerdote de nuevo —Ya sabes lo que te dije. Si no dices que "si", tus amigos están muertos.

Miro por última vez a los del gremio y suspiro.

—Rei Carmilion —dice el sacerdote cuando nos ponemos de frente Rei y yo —, ¿aceptas a Luna Dragneel como tu legítima esposa?

—Si, acepto —dice con una sonrisa malvada.

—Luna Dragneel, ¿aceptas a Rei Carmilion como tu legítimo esposo?

Miro a Fullbuster y agacho la cabeza devolviéndola a su sitio. Miro a Rei y contesto:

—Si, acepto.

No quiero mirar las caras de mis amigos, pero esto lo hago por su bien.

—Yo os declaro marido y mujer —dice el sacerdote abriendo los brazos y le dice a Rei: —, puedes besar a la novia.

No me acordaba de esta parte, pero era de esperar. Si me casaba con él a la fuerza, tendría que besarle alguna vez, pero no esperaba que fuese cuando están mis amigos, mi hermano y mucho menos Fullbuster.

Cierro los ojos y Rei me coge de la barbilla inclinándome la cabeza hacia arriba. No estoy preparada. Unas cuantas lágrimas salen de mis ojos cuando empiezo a sentir su aliento cerca de mi cara y hago una mueca de miedo. Siento su respiración más y más cerca.

Siempre he querido que mi primer beso fuese con Fulbuster. En nuestra primera cita, después de cenar pizza en su habitación e ir al parque a dar un paseo. Nos sentaríamos en un banco en frente del árbol de la plaza central de Magnolia. Entonces, me acariciaría suavemente la mejilla, yo cerraría los ojos lentamente y me besaría. Pero no es así. Solo de recordar lo que estoy haciendo, las lágrimas salen de mis ojos como cascadas.

Cuando desconecto de mis pensamientos, ya no siento su respiración y la mano que está en mi barbilla, está fría. Muy fría. No he sentido nada en mis labios. Abro lo ojos y Rei está congelado. Me asusto y retrocedo unos pasos. Casi me caigo del altar. Giro la cabeza a la izquierda y ahí está. Fullbuster está sin máscara, solo lleva los pantalones del traje y tiene el brazo extendido en dirección a Rei. Su pelo se ha vuelto blanco. Se está preparando para la batalla.

—Que nadie se acerque a la chica —dice Fullbuster bajando el brazo y poniéndose recto. Los demás se quitan las máscaras y las vendas y se ponen su al lado.

Los invitados salen corriendo de la iglesia y cierran las puertas al salir. La guardia rodea a mis amigos.

—Si no quereis sufrir las consecuencias, será mejor que le hagáis caso —continua Nash sacando su arma mágica y la llave de Taurus.

—E-esa marca... —dice aterrorizado uno de la guardia.

—¡Son magos de Fairy Tail! —grita otro.

—O-oye, de-deberíamos irnos.

—¡A que esperáis zoquetes! —grita Rei a la guardia. Uno de sus guardaespaldas lo ha descongelado —¡Atrapadlos!

—De-demo Rei-sama, son los más fuertes de Fiore...

—¡A quién coño le importa eso! ¡Matadlos!

Los guardias tienen lanzas antimagia y las apuntan contra ellos dejándolos inmóviles.

—¿Qué? —me giro hacia él —Dijiste que si me casaba contigo, los dejarías en paz, y ya estamos casados —le grito para que entre en razón.

—Falta el beso, cariño.

Cuando pronuncia esas palabras, mi estómago se remueve causándome un dolor indescriptible. Trago saliva tan fuerte que creo que me ha escuchado todo el mundo.

—Solo si los dejas en paz —digo con los puños muy apretados.

—Claro querida —dice acercánse a mi y coguiéndome de la cintura —. Además, es solo un beso.

No se qué cara he puesto, pero lo ha adivinado.

—Ah... Ya veo. Es tu primer beso —me sonrojo. Aunque sea él, sigue siendo vergonzoso admitir que en mis 16 años de edad, no he besado a nadie —. Tranquila. Te va a gustar —dice con una sonrisa de pervertido.

No me puedo creer que vaya a hacer esto. Me están entrando arcadas. Cierro los ojos muy fuerte del miedo que tengo. Sé que está disfrutando de lo mucho que estoy sufriendo. Hace lo mismo que antes pero con la otra mano me rodea la cintura.

Del Amor al Odio hay un solo Paso [Fairy Tail Nueva Generación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora