Fifty Shades Trapped

Capitulo 4

Al salir de la habitación, me topé con Gail en el pasillo. Su mirada hizo mil preguntas silenciosas que no necesitaban respuestas; ocupé una habitación que no era la que compartía con Ana, llevaba puesta la misma ropa de ayer y unas ojeras bastante marcadas contorneaban mis ojos.

Si, tuve una pelea con mi esposa. Vamos Gray, Gail no tiene porque ser víctima de tu pésimo humor

"Necesita que le traiga su ropa de correr Sr. Grey?" no quería entrar a la habitación y seguir con la discusión de ayer

Ana no cederá a su estúpida necedad y yo no cambiaré mi decisión.

Lo mejor era evitar verla por ahora.

"Si Gail" siempre discreta, hizo lo que se le indicó sin hacer preguntas absurdas

Me senté en la cama mientras me quitaba la camisa. Me dolía la cabeza. Instintivamente hice movimientos circulares sobre mis sienes con mis dedos, y tan ensimismado estaba en mi labor, que no escuché cuando Gail entró hasta que su voz me sobresaltó.

"Perdóneme Sr. Grey, no quería asustarlo. Le traigo esta pastilla para su dolor de cabeza. Dejé en el vestidor la ropa que me pidió" inmediatamente tomé la pastilla

"Gracias Gail. La Sra. Grey ya despertó?" su respuesta fue un asentimiento de cabeza "preguntó por mi?" pudo más mi curiosidad

"Si" me sonrió sutilmente

"Puedes retirarte Gail"

Quizás hacer ejercicio, la pastilla que me dio Gail, o ambas cosas en conjunto, ayudaron a que mi dolor de cabeza desapareciera y se despejara un poco mi mente de la pelea que tuve ayer con Ana.

Al llegar a casa, el ambiente estaba empañado con un aroma delicioso; tocino y huevos. Gail estaba haciendo omelet.

Se me hizo agua la boca.

Al acercarme al cuarto de mis hijos, vi a Ana a punto de entrar al cuarto de Phoebe. El espejismo de tranquilidad que disfruté mientras corría, desapareció en cuanto sus ojos se toparon con los míos. No me gusta estar disgustado con Ana. Tuve la necesidad de pedirle disculpas, ¿pero de que?, de querer protegerla?!.

Quizás por haberme exaltado... por haberle gritado...

Pero es que ella me saca completamente de mis casillas!. Actuó como una adolescente caprichosa y berrinchuda

"Buenos días Anastasia" dije y me seguí de largo sin voltear a mirarla

A que viene mi actitud?. Estoy enojado con ella, furioso. ¿Entonces porque la indiferencia?.

Mi pecho está agitado... como si algo doliera punzantemente en lo más profundo de mi corazón. No era una dolencia física... eso era lo que más me incomodaba.

Me desagradaba esta sensación.

Abracé y saludé a mis hijos como cada mañana. Ellos no tenían porque padecer nuestras peleas. Mis problemas con Ana los hice a un lado y me enfoqué enteramente en ellos.

La risa alegre de mi hijo, los juegos que inventaba mientras nos bañábamos y sus alegres pláticas, me distrajeron y no paré de reír con él hasta que bajamos a la cocina.

Al entrar con Ted en mis brazos, Ana y Phoebe nos esperaban. Esta última me observó con un destello iracundo mientras fruncía su ceño y alejaba mis manos de Ted inmediatamente en una graciosa escena de celos.

"Ño... papi e mío Tetty!" sonreí. Este pequeño reclamo acababa de iluminar mi mañana

"Los amo a los dos Phoebe" besé la coronilla de las cabezas de mis hijos