No quería que esta felicidad terminara. Deseaba que se repitiera una y otra vez hasta que mi ccorazón pronunciara su último latido. Por primera vez sentí que la vida me regalaba a manos llenas todo aquello que me negó durante mi corta infancia. Una inmensa e infinita felicidad.
Ana entró en labor de parto durante la madrugada del 24 de diciembre. Y como había sucedido con Ted y Phoebe, exigí a los médicos que mis bebés nacieran por cesárea. No averiguaría si Ana era candidata o no para que se le realizara parto natural. Casi la pierdo durante el nacimiento de nuestro hijo. No volvería a pasar por esa agonía.
Esta vez no me permitieron entrar con ella. Hubo cambio de normas en el hospital y no conseguí hacerlos cambiar de parecer. Así que me tocó esperar en la sala, enfurecido y frustrado. Esta situación estaba fuera de control y me era muy difícil controlar mis emociones en situaciones como esta.
"Llegamos tan rápido como pudimos. ¿Alguna noticia?" negué con la cabeza mientras mis padres se sentaban cerca de mí
"Todo estará bien hijo. Ana y tus hijos están en las mejores manos"
Yo debería estar dentro con ella. Dándole ánimos. No aquí afuera mientras la angustia me consume lentamente.
Estoy exagerando. Lo se.
Abruptamente me puse de pie y comencé a caminar alrededor del lugar. Si no lo hacía me volvería loco. Casi enseguida llegó Kate, Elliot y Mia. Esta última me abrazó a pesar de que mi mal humor era evidente.
Ella era una de las pocas personas que podían calmar mi humor con un abrazo. Respiré profundamente y me sentí un poco más tranquilo. Sólo un poco.
"Quita esa cara que estás amargando un momento que debería ser pura felicidad" dijo y sonreí
Cuando Mia tiene razón la tiene. Punto.
"¿Y Christianne?" pregunté. Mia se sentó a un lado mío
Elliot y Kate hicieron lo mismo.
"La dejé en casa de Elliot y Kate con la niñera que cuida a Ava. Sólo por hoy" sonrió
Mia no era partidaria de que su hija fuese atendida por niñeras. Pero esta era una ocasión especial –y considerando que no es sano para los bebés estar dentro de un hospital– Mia hizo una excepción. Al menos por hoy.
Procurar estar en calma no era lo mío. Al menos lo estaba intentando.
Cuando mi paciencia estaba por acabarse el médico finalmente apareció.
"Mi esposa ¿cómo está?. ¿Mis bebés estás bien? Quiero verlos" dije
Mi padre colocó una mano sobre mi hombro y tuve la impresión que intentaba sosegarme. Visto desde afuera, parecía que estaba atacando al médico. Respiré profundamente y volví a hablar.
"Perdone. Estoy muy preocupado" dije esta vez más tranquilo
"No se preocupe Sr. Grey. Lo entiendo. Su esposa está perfectamente. Ahora mismo está en la sala de recuperación. Me alegra informarle que su esposa tuvo a dos varones. Son gemelos monocigóticos. O sea, idénticos" dijo y mi alma regresó a mi cuerpo cuando escuché que mi Ana estaba bien
Ella está bien. No le pasó nada malo. Dije mientras mi familia me felicitaba por la buena nueva. Pero algo en el rostro del médico me indicó que las noticias aun no habían acabado.
¿Debería preocuparme?
"¿Pasó algo malo?" pregunté y la sala quedó en silencio
"Dentro del grupo de gemelos idénticos, existen los gemelos espejo. Generalmente nosotros no realizamos el diagnóstico, porque muchos de los síntomas son visuales y los detecta la propia familia, por ejemplo que uno sea diestro y el otro zurdo. Pero en el caso de sus hijos es evidente que lo son ya que uno de ellos presenta el fenómeno llamado situs inversus" no comprendía nada de lo que este hombre me decía y comenzaba a desesperarme
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Fifty Shades Trapped
FanfictionChristian y Ana tiene una vida tranquila con sus dos hijos; Ted de 4 años y Phoebe próxima a cumplir 2. ¿Qué pasa cuando alguien intenta robarles la tranquilidad?. Personas del pasado de Mia aparecen y alguien que odia a Christian amenaza con arreba...