Capitulo 9

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Me acerqué a la cantina y me serví una copa de vino blanco. La tomé de un solo trago. Sentía los latidos de mi corazón en la garganta. Me dejé caer sobre uno de los sillones y aventé contra la pared la copa vacía.

"MALDITA SEA!"

No necesito el informe de Welch para prever la verdad... no me atrevía a decirla aun en voz alta, pero mi cabeza la repetía dolorosamente una y otra vez.

Mia esta enamorada de su maldito hermano gemelo...un enfermo que probablemente sabía la verdad desde el primer día que la conoció

Mi celular sonó. Era Elliot.

Con un demonio!. No ahora.

No se como decirle a Elliot algo que no consigo darle principio ni final en mi cabeza. Siento que me volveré loco. Todo da vueltas. Mi pecho esta en guerra y es mi propio pánico el que ha tomado posesión de mi cuerpo.

No contesté la llamada. Dejé que sonara el celular sobre mi escritorio.

"Christian que paso?! Escuché tu grito y..." Ana entró corriendo al estudio mientras sus ojos analizaban mi expresión y veían rápidamente la copa de vino rota en el piso

"No te vayas a lastimar... hay vidrios en el suelo" susurré mientras me acercaba a ella y enterraba mi rostro en su cuello.

Mi celular volvió a sonar. Elliot no me dejaría en paz hasta que le contestara. Cerré los ojos con fuerza y di dos pasos hacia atrás. Enredé mis manos en mi cabello.

Necesito despertar de esta pesadilla!.

"Es Elliot. Christian que pasa?! Me estás asustando. Por qué no le contestas?" negué repetidamente con la cabeza mientras miraba de un lado a otro completamente desesperado

No se que buscaba. ¿Apoyo divino?. Me sentía alterado. Por primera vez en muchos años no encontraba mi propia voz. Me sentí mudo nuevamente.

"Christian!" Ana comenzó a sacudirme de los hombros "Háblame!"

Mi mente entendió la orden e hice lo que me pidió.

"La información de Welch..." fue lo único que atiné a decir mientras recargaba mi espalda contra una pared y enterraba mi rostro en mis manos

Escuché los pasos de Ana alejarse de mi rápidamente. Seguro leería el informe de Josh... y entendería mi pánico... mi incapacidad de pensar con claridad.

Desde el principio no confié en Josh. Sabía que algo ocultaba, pero esto... es demasiado duro. Difícil y casi imposible de procesar.

Siempre imaginas que otros pueden pasar por una situación así. Pero no tu familia. No tu hermana menor... no Mia.

Levanté la mirada lentamente y los ojos de Ana estaban desorbitados como seguramente lo habían estado los míos minutos atrás. Retiró su mirada de la pantalla y sentí claramente en mi corazón las emociones que se agolpaban en su pecho; miedo, pánico... desconcierto. Un vivo reflejo de mi sentir.

"Oh Christian... puede que sea una coincidencia... a lo mejor la hermana que mencionan no es Mia..." negué con la cabeza mientras caminaba como león enjaulado a lo largo del estudio

"No creo en tanta coincidencia. Necesito el informe que le pedí a Welch. Necesito tener pruebas de que Mia es... MALDITA SEA!!!" grité y golpeé con mis puños desnudos la pared.

Levanté la mirada y vi a Ana observándome con una ansiedad que se desbordaba por cada poro de su ser. De pronto sus ojos se veían demasiado grandes para su pequeña cara.

Fifty Shades TrappedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora