Capitulo 8

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Un par de horas después, salimos del cuarto de juegos y checamos los daños. El cuerpo de Ana estaba enrojecido y entumecido en el área de los glúteos, senos y entrepierna, mientras que yo tenía moretones y rasguños en mi pecho y espalda.

Nada que no se pueda ocultar con la ropa.

"Salvaje, Sra. Grey" me sonrió mientras se metía a la tina conmigo.

No hizo ningún gesto de molestia, pero sabía que comenzaba a resentir el dolor de los golpes que le dí. Ya no sentía culpa ni remordimiento como antes. Esta parte de nuestra intimidad era un tema zanjado años atrás y sabía que ella disfrutaba tanto o más que yo de este juego que, desde que nacieron nuestros hijos, no podíamos llevar a cabo tanto como queríamos.

"Lo mismo digo Sr. Grey. Creo que necesitaré de esa pomada si no quiero estar de pie todo el tiempo durante el cumpleaños de Grace" asentí y la besé castamente en la boca

Ambos estábamos satisfechos y nos dimos un baño tranquilamente. No podía decir que estaba cansado de hacer el amor con Ana, pero ella estaba muy adolorida y era justo dejarla descansar... un par de horas solamente hasta que estuviese lista para el siguiente round.

Afortunadamente ambos teníamos ropa en Escala, así que no hubo necesidad de regresar a casa.

Justo cuando estábamos terminando de arreglarnos, mi celular sonó.

Era Elliot

"Elliot, ¿sucede algo?, le paso algo a los niños?" pregunté atropelladamente mientras mil y un ideas pasaban por mi mente

"Tranquilo Christian. Teddy y Phoebe están bien... con mucha energía a pesar de que recorrieron junto con mi pequeña todo el parque de diversiones" suspiré con alivio "Solo quería decirte que ya estamos en casa de mis papás y mis sobrinos preguntan a que hooora llegan sus papás... tu y Ana ya terminaron de... tu sabes... jajaja... jugar?" puse mis ojos en blanco.

Evidentemente no me lo quitaría de encima por un par de semanas.

"Llegamos en unos 20 minutos Elliot" escuché su risa histérica y de fondo a Kate regañándolo. Pero a quien engañaba. Ella también se reía con su infantil marido

Le colgué.

"Nos esperan en casa de mis padres. Los niños preguntan por nosotros" Ana me sonrió con esa expresión deslumbrante mientras terminaba de acomodarse su cabello

Usaba un vestido straple corto color salmón, con un cinto de diamantes justo debajo de su busto, el cual, después del nacimiento de los niños, se tornó ligeramente más abundante para beneplácito mío.

"Ese vestido realza tus recién adquiridos atributos" me acerqué a ella y acaricié sus senos mientras la veía a través del espejo

Se sonrojó de pena y excitación.

"Christian!" volteó a verme y me besó

"Quiero otro hijo" espeté y ella abrió ligeramente los ojos mientras me veía fijamente con una cínica sonrisa

"Después de la actividad que hemos tenido últimamente, no me sorprendería estar embarazada"

Sonreí.

Esperaba que estuviera en lo cierto. Quería tener 4 hijos en total con Ana y aun nos faltaban dos. Necesitábamos trabajar horas extras para conseguirlo.

Cuando llegamos a casa de mis padres, nuestros hijos salieron a recibirnos y comenzaron a relatarnos con bastante emoción el día tan divertido que habían vivido con su prima y sus tíos. Y mientras Ana tomaba a Phoebe en brazos y yo a Ted, entramos a casa.

Fifty Shades TrappedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora