Capitulo 22

206 13 6
                                    

—Christian—

El infierno se desató desde que supe que Ana y mi hijo habían sido secuestrados.

Mi corazón golpeaba fuertemente mi pecho en cada latido. Tenía la impresión que de un momento a otro se saldría de mi cuerpo. Me costaba trabajo respirar. Sentía que me asfixiaba y que no podía controlar el nivel de intensidad de mis emociones. John decía que era un ataque de pánico. Que si no me controlaba incluso podría darme un infarto.

¿De verdad cree que eso me importa? Mi salud era la menor de mis preocupaciones.

En un par de segundos perdí la estabilidad que construí junto con Ana a lo largo de estos últimos años. Todo mi mundo se había derrumbado y no encontraba el modo para regresarlo a la normalidad.

Todos eran unos ineptos. Nadie me daba soluciones y yo las necesitaba con urgencia o enloquecería por completo.

Nada me importaba sin ellos.

Silencio. Miradas incómodas.

Estaba siendo irracional. Pero nadie podía juzgarme por ello.

Mis hijos eran las personas más importantes de mi vida, pero mi Ana era mi amor, mi pilar, mi motor, mi razón de existir. Sin ella no soy nada. Así de dependiente soy de ella.

Haré una locura si no aparece pronto.

Mi peor pesadilla se estaba haciendo realidad y el único responsable de que este infierno se desatara era yo. Bajé la seguridad de Ana a pesar de que yo sabía era una mala idea. Me dejé convencer fácilmente. Me odiaría el resto de mi vida por ello.

Eres un estúpido, Grey. Perderás todo por tu incapacidad de proteger a las personas que amas. Te quedarás sin Ana, repetía incesantemente esa voz en mi cabeza.

No podía silenciar algo que yo mismo reconocía como verdadero.

"Hijo, tranquilízate. La policía esta haciendo todo lo que puede por encontrar a Ana y Teddy" opinó mi madre mientras se acercaba a mi con demasiada lentitud

Como si yo fuese una fiera que la atacaría de un momento a otro.

"¡NO PUEDO ESTAR TRANQUILO!" grité desgarrándome las cuerdas vocales "¿¡Cómo me pides eso cuando Ana y mi hijo han sido secuestrados?! ¡COMO!" clamé y una vez más perdí los estribos

Mis emociones volvieron a tomar el control de mi cuerpo y destruí con mis puños todo lo que estaba a mi paso. Nada me importaba. Ni los gritos desesperados de mi familia en su intento de calmarme, ni los sollozos de mi madre, mi abuela y mi hermana.

Lo único que deseaba desesperadamente era tener a Ted y Ana a mi lado. Nada más.

De pronto los brazos de Elliot, Taylor y Sawyer me inmovilizaron para que el traidor de John me inyectara un tranquilizante que me dejó inconsciente por varias horas.

Desperté furioso. No quería dormir.

¿¡No entendían que eso me impedía estar al pendiente de cualquier noticia referente a Ana y Ted?!

Pero nada. Los días transcurrían en lenta agonía sin una señal que me indicara que ellos seguían con vida.

Este infierno se estaba tornando insoportable y comenzaba a afectar mi salud.

"Comprendo la situación que estás pasando Christian, pero te hablo como doctora. Es necesario que te controles. Tienes la presión altísima. Si continuas así podrías tener consecuencias graves en tu salud" dijo mi madre mientras me daba una pastilla que me tomé reticente pero sin protestar

Fifty Shades TrappedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora