Fifty Shades Trapped

Capítulo 18

—Mia—

Amor, despierta preciosa. No seas dormilona. Te ves tan hermosa embarazada. No sabes las ansias que tengo por tener a nuestro bebé en mis brazos. El es producto del inmenso amor que nos tenemos... Nadie podrá separarnos jamás. El nos unirá para siempre.

Quiero ver tus ojos... acariciarte. Deseo poseer tu cuerpo ahora mismo. Hacer mío una y otra vez tu corazón. ¡Mírame!... mírame mientras me toco recordándote desnuda y jadeante sobre mi. ¿Tu también me deseas, verdad?. Lo dices todo el tiempo en la inconciencia del sueño. ¡Me amas tanto como yo a ti, lo sé! Eres tan bella. Besarte dormida es mi placer culposo, pero... ya no me tortures y déjame verte despierta. Ya te dije que eres mía desde antes de nacer. ¡Me perteneces! Quiero alcanzar el clímax junto contigo mientras susurras mi nombre. ¡ABRE LOS OJOS, MALDITA SEA!.

Abrí los ojos sobresaltada y me incorporé lo más rápido que pude de la cama. Estaba bañada en sudor y tenía las sábanas adheridas incómodamente al cuerpo. El sueño había sido tan vívido que aun podía sentir el calor de las manos de Josh sobre mi vientre, tenía el sabor de sus labios impregnado en mi boca y lo único que respiraba era su loción; Euphoria Intense de Calvin Klein. Ese aroma que antes me encantaba ¡ahora me causa repulsión!

Todo mi cuerpo me dice que él estuvo aquí, pero mi lógica me repite que eso es improbable.

¿Acaso ya no se distinguir entre sueño y realidad?.

Vamos Mia, es solo una pesadilla... una pesadilla

Necesitaba respirar aire fresco. Quería dejar de aspirar este hedor que me produce dolor y ansiedad, pero me aterra acercarme a la ventana. Tenía la impresión de que Josh me observaba desde la distancia y que ahora mismo estaba afuera. Esperándome. Espiándome.

Del 1 al 1000, mi nivel de pánico era 1000.

No sólo me acosa en mi celular, también en mis sueños

Salí de mi habitación y bajé a la cocina. Necesitaba tomar un poco de agua. Estaba tan alterada por el sueño, que creía escuchar la respiración de alguien detrás de mi. No seas paranoica Mia, nadie más está en la estancia contigo, todos están dormidos, me dije, pero no podía sacarme de la cabeza que justo ahora alguien caminaba hacia mi.

No quería voltear. Temía encontrarme con su mirada.

Me detuve en seco frente a la cocina. En menos de un par de segundos, el miedo me dominó por completo y lo único que fui capaz de escuchar fueron los pasos lentos y pesados de alguien que se me acercaba con rapidez. Tap, tap, tap.

Mi respiración se tornó áspera y acelerada mientras que los latidos de mi corazón contraían dolorosamente las venas de mi cuello.

La fuerza de mis piernas me falló y unos brazos evitaron que cayera al suelo.

"¡Suéltame, no me toques!" grité, pero mi voz no fue más fuerte que un susurro

Tuve la impresión que perdería el sentido en cualquier momento.

"Abre los ojos, maldita sea" susurró Josh la misma frase que dijo en mi sueño

¡Esta pesadilla es real! Necesito ayuda... alguien...

"Auxilio..." susurré. Vamos Mia, abre los ojos... grita "¡DÉJAME EN PAZ!, ¡AUXILIO!" como pude saqué fuerzas de flaqueza y grité

Al abrir los ojos vi a Christian sosteniéndome con fuerza.