Fifty Shades Trapped

Capitulo 5

Ambas giraron sus rostros al escuchar pasos tras de ellas. Ana limpió bruscamente con la manga de su blusa las lágrimas que bañaban sus mejillas.

"mmmh, creo que mejor voy a ver que está haciendo Ava... hay mucho silencio por aquí" en un par de segundos Ana y yo nos quedamos solos en el embarcadero. Mi mirada no se había apartado un segundo de la suya

"... no le contestaste a Kate... te casaste o no con la persona equivocada Anastasia" pregunté en un susurro. Mis pies estaban clavados sobre el piso, incapaz de moverme... me encontraba a unos pasos de Ana, pero tan lejos a la vez... temía su respuesta

"Deja de llamarme Anastasia, quieres?" espetó bastante herida

"Ese es tu nombre. O prefieres que te diga Rose" sabía a lo que se refería, pero por ahora ese era mi puerto seguro. Llamarla cariñosamente Ana era entrar a un terreno vulnerable que no podía controlar por ahora

"Soy Ana, ANA, y NO... no me casé con la persona equivocada" dio un paso hacia mi y yo me mantuve quieto en mi lugar. Incapaz de moverme. El aroma a madera y tierra mojada nos envolvía en un suave abrazo.

No tardaría en llover

"Christian, perdóname" respiró profundamente y habló con una determinación que me hipnotizó "Kate y tu tienen razón... me comporté como una adolescente. Lamento profundamente haberte herido. Me gustaría borrar la pelea que tuvimos, pero no puedo. Amo nuestra vida juntos, amo a mi familia, te amo!... es solo que a veces me gustaría tener un día donde estemos solos los 4. Tener un tiempo para nosotros sin que Taylor y los demás estén siguiéndonos, pero jamás me he arrepentido de haberme casado contigo" se acercó a mi y tomó lentamente mi mano sin despegar sus ojos de los míos.

Quizás buscaba una señal de rechazo que no se iba a dar. Asentí lentamente y entrelazó sus dedos con los míos. Tan perfectos en mi mano, que parecía que su cuerpo era el complemento que me faltaba.

"Odio no poder darte lo que deseas. Pídeme otra cosa y será tuya, pero no eso. Esta es tu vida ahora y la de nuestros hijos. Vivirán bajo el ojo público, custodiados por guaruras día y de noche, ajenos a la vida sencilla y tranquila que tu conociste... necesito que te esfuerces y estés en la misma sintonía que yo. Por mi familia y por ti, he intentado ser menos controlador, te doy tu espacio en el trabajo, saliste de viaje sola una semana porque quiero que crezcas profesionalmente, quiero ayudarte en lo que pueda para que cumplas tu sueño. Todo esto lo hago porque te amo. Tu y mis hijos son mi todo..." abrió la boca y no dijo nada. Frunció el ceño y me miró nuevamente

"... has hecho ajustes en tu vida que antes no habrías siquiera considerado" asentí. Ahora necesitaba que ella hiciera lo mismo "¿cuando mi marido celoso y posesivo se convirtió en una persona tan madura?" rodeó mi cuello con sus brazos y depositó un beso casto en mis labios

Mis brazos inmediatamente tomaron posesión de su pequeña cintura. Mis pulmones se llenaron del aroma que desprendía su piel y mis ojos se hundieron en el mar azul de su mirada.

"Tu marido seguirá siendo celoso y posesivo bebé. Ni sueñes con que esa parte de mi encanto desaparezca" Ana rió abiertamente y la pegué más contra mi cuerpo, mientras me deleitaba con aquella melodía que amaba con una intensidad casi dolorosa "Sólo que ha madurado un poco... parece..."

Una de sus manos se posó sobre mi cabeza, sus dedos comenzaron a danzar a través de mi cabello, hasta que sentí su piel rozar delicadamente una de mis mejillas. Sin pedir permiso, atrajo mi rostro al suyo y penetró lentamente mi boca con su lengua. Su beso fue intenso, dulce... cálido. Como ella.

"Podrías perdonar a tu esposa por ser una berrinchuda y tonta de lo peor?" rompió el beso mientras me veía directamente a los ojos.

Azul y gris fundiéndose en la calidez de su mirada