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１⒋ Neko enfermo [Jeremike]

Mueve su cola lentamente mientras es tapado por las sabanas mientras quedaba callado.

-Jeremy- se acerca el de ojos azules un tanto preocupado al chico mitad gato enfermo -, ten- le pasa la tasa de té.
El de ojos esmeralda estaba a punto de hablar, abriendo levemente la boca.

-No hables, recuerda que estas afónico. ¿Ok?

El contrario asiente con la cabeza y con una sonrisa débil, mientras Mike le acaricia la mejilla lentamente y con suavidad.

-Disfruta el té si no se te enfriará.

Jeremy le toma de la muñeca a Mike con suavidad, haciendo que se devolviera.

-¿Quieres que me quede?

Él asiente con una sonrisa mientras sus orejas se levantan alegres y la cola se movía feliz.

-Eres tan tierno, gatito. Me quedo.

Se sienta al lado de Jeremy, y le acaricia el cabello castaño al igual que las orejas. Ronroneaba mientras cierra sus ojos esmeraldas. Mike sonríe, aun continuando con las acaricias en el cabello.
Jeremy forma un corazón con sus manos y luego señala a Mike.

-Yo también te quiero.

Le devuelve la sonrisa cálida, provocando un tenue sonrojo en las mejillas sobre aquella tez pálida.
El de ojos esmeraldas recuesta su cabeza, con lentitud, en el pecho del de ojos azules, éste no se da cuenta de la acción del enfermo. Pues aunque no lo crean, aún no demuestran lo que sienten, apenas se quieren como amigos pero quieren que no sea un querer, sino, un amar.

Jeremy cierra poco a poco sus ojos, quedando dormido en el pecho de Mike, quien recién puede darse cuenta que el castaño había quedado dormido encima suyo. Al verlo, tan solo le llega el sentimiento de ternura y cariño, que lo lleva a acariciar el cabello, para dejar aquel mechón de cabello que tapaba uno de los ojos cerrados, cerca de atrás de la oreja.

Sabe que tiene posibilidad para declararse ese mismo momento, pero al notar que estaba durmiendo, espera.

* * *

Despierta poco a poco, era el día siguiente y Jeremy ya había despertado antes que él, por muy pocos minutos y encima de él.

-¿Cómo te sientes?

-Mejor- dice con ternura, y con la voz mejorada.

-Al menos, ya puedes hablar.

-Mm- contesta moviendo su cabeza, arriba y abajo, en señal de aprobación.

Su cola acaricia la cara de Mike, se podría decir 'accidentalmente' mientras se intercambiaban miradas tiernas.

-Uh... Jere', tú cola esta en mi cara.

-L-lo siento, fue involuntario- miente enderezando la cola, dejándola tiesa para luego relajarla y repetir un suave movimiento, siendo elevada.

-No te disculpes- dice -, eso fue agradable.

Mike se sonroja, de forma leve pero un tanto notable en su tez morena y a los ojos del mitad gato.
Jeremy vuelve a acariciar la mejilla del moreno con su cola, con la diferencia de que esta vez si es voluntario.

-Es bueno saber que te gusta. No creo que a mucha gente le agrade ver a un hombre con cola, oreja y colmillos de gato- le cuenta apenado.

-Yo creo que esa gente es ignorante al perderse una ternura y dulzura de alguien como tú.

Esas palabras hacen sonrojar al de ojos esmeraldas.

-Creo que tú las disfrutarías más.

-No sabes cuánto.

-¿Con limites?

-Sin ninguno- dice alzando una ceja divertido -. Jere', no te preocupes, que importa lo que digan, se pierden lo especial lo que eres.

-Solo hay alguien que no se lo pierde.

-¿Quién?

-Tú.

Mike queda impresionado, tan solo hace que Jeremy se acerque más de su pecho a que casi llegue al cuello.
El de ojos azules le toma del mentón, haciendo que el de esmeraldas le mirara de forma más profunda a los ojos, apoyando sus manos por el colchón y acercarse más al rostro ajeno, y mas que nada, los labios.
Ya justo a tal altura, acerca sus rostros poco a poco, Jeremy llevando una mano a la mejilla de Mike, y éste una mano en la cadera y otra aún estando en la barbilla, que sube por la mejilla para sujetar los cabellos castaños.

Cierran los ojos con lentitud, con tal de sentir poco a poco las respiraciones mezclarse, hasta que los cierran con el tacto de los labios, sintiéndolos unirse de una vez.
Un movimiento lento y apasionado se forma con lentitud.

La cola de gato para de acariciar el rostro del contrario, con tal de volver a elevarlo y moverlo al compás del beso.

Una mano sube hacia el brazo del chico gato, y la otra se mantiene en la misma posición.

Las orejas se esconden, pero con el propósito de disfrutar el dulce momento.

Se separan con seguridad y lentamente.

-No tienes idea de cuánto esperaba para poder decírtelo, gatito.

-¿Qué cosa? Mikey.

-¿Qué pregunta es esa?- se sienta, haciendo que Jeremy también lo haga pero en sobre sus piernas -Que te amo...