1⒎ [Vinscott] Casualidad (regalo de cumpleaños) [+18]

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Turno diurno, bueno, de echo se esta acabando. Ya me estaba aburriendo, no todos los días son aburridos, algunos pueden haber niños y niñas que piensen en nosotros, los guardias y demás empleados, y que sean generosos. A veces llegan a darnos unos abrazos muy cariñosos. Eso si que es adorable.

—Vincent, que ya pares de joder. Estamos en frente de niños, y no es divertido— me quejo como siempre hacia él —. Además, no soy juguete sexual para desquitarse.

—Pero de verdad te amo.

—Pues yo te odio. Siempre me andas molestando, luego te acerca a Susan y le andas pidiendo una cita para luego recibir una cachetada de ella. Olvídalo.

Me alejo de él, pero Vincent me sigue sin razón, a lo que paro apoyando mi espalda contra la muralla.

—Scott... no es cierto. Sabes que Susan es bipolar y que al mismo tiempo esta obsesionada de mí, pero yo no le he pedido ni una cita.

No le veo a la cara, estoy frustrado y tan solo quiero que se largue, que se aleje de mí, porque aunque me diga que me ama, eso me hiere y duele porque siento que son solo mentiras. Siempre que le veo, ya esta cerca de Susan, no alcanzo a escuchar las conversaciones por completo pero siempre llego en el "... es una cita". Antes de eso, nada. ¿Y si Vincent dice la verdad? No, no. Scott, no caerás en sus juegos, sé firme y solo mantenlo en la 'Zona de amigos'.

—Tarde o temprano te lo demostraré.

Y luego de decirme eso, se larga de mi lado.

* * *

Exactamente, tres niños quedan, una niña y dos niños. Tres parejas exactas, siendo los padres de aquellos niños juguetones.

Paseo con tranquilidad por los largo corredores de la pizzería. Hasta que me detengo al escuchar extraños sonidos en un cuarto, no gemidos por sea caso, si no algo extraño.
Al entreabrir la puerta, abro mis ojos como platos. Sacudo levemente mi cabeza y no, no es un sueño.

Vincent echa para atrás su cabeza, aún con su miembro en su mano y sin para de masturbarse y acariciarse. No puedo dejar de verle la entrepierna, es enorme. Ese pensamiento hace que me sonroje, tal vez sea por Susan. Menos mal que me amaba. El problema es cómo confirmar que mi teoría es cierta, apenas veo que tiene una foto en su otra mano, y por azares del destino se cae la foto, dejando ver una imagen cuando ambos estábamos empezando una amistad, y cuando había llegado, cosa que fue este año. Y por si se pregunta, esto es pedofilia. ¡Tengo dieciséis! Me corrijo, diecisiete ya que hoy es mi cumpleaños. Si que me ama, y noten mi sarcasmo. Luego de este turno tengo que ir a casa lo más rápido posible, pues mis padres planean ir a celebrar este día hiendo a cenar, una aburrida cena formal con TODA mi familia. A-B-U-R-R-I-D-O.

Veo que oculta bien su miembro erecto debajo de la tela de su bóxer y sube la cremallera, abrochando el botón de su pantalón. Sus jadeos cesan y se levanta de la silla, abrocha su cinturón. Finjo caminar por el pasillo hasta que abre la puerta, y por casualidad quedo justo muy cerca a él. Se le veía apurado, sentía sus jadeos.

—Scott, que casualidad... yo... estaba ordenando unas... cuántas cosas allí.

—¿Ok? Y ¿qué era?

—Unas cajas.

Que mentiroso.

—Esta bien— digo —, ya la gente se esta hiendo, me corrijo. Ya no hay nadie.

—Ok. Uh... nos vemos mañana y feliz cumpleaños, Scott. Tengo un regalo para ti, pero esta en mi casa. Lo siento, soy algo despistado.

—No importa, te acompaño a tu casa.

One-Shots FNaFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora