EL DESAMOR: Lunes, 12/06/2006, 03:30

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«Miriam y yo nos hemos echado unas risas con los súper regalos de Quique, mientras estábamos en la finca. Hemos hablado de nuestro pasado, de la noche que vimos a Alonso, de cuando vi a Samuel... qué risa recordando cosas, qué aire fresco nos entra cada vez que pensamos en todo lo que vivíamos de aquella.

He tenido que parar de escribir, porque ha llegado Quique queriendo leer lo que escribía, y como no le he dejado me ha zarandeado intentando quitarme la libreta... finalmente, y viendo que ya se estaba pasando, me ha dicho que las mujeres normales no escriben cosas a escondidas de sus maridos y yo le he dicho que los maridos normales tampoco rebuscan los diarios privados de sus mujeres... así que, al final, le he dicho que quizás nada de aquello era normal... y se ha ido... diciéndome mordazmente que algunos tenían que madrugar... será cabrón... sabe que estoy deseando trabajar y me ataca con eso, cuando sabe que no puedo salir de casa desde que él me sacó de Valencia.

Intento encontrar el momento exacto en que me sucedió esto, y la lógica entre por qué en Valencia podía salir y en Siles ya no... Pero por mucho que pienso, no encuentro el momento exacto. Es como si, poco a poco, algo se hubiese apoderado de mi... me sentía tan mal en Siles, tan abandonada, tan ignorada...»



CARTAS DESDE EL MALTRATO: Diario real de una mujer maltratadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora