«Hoy estuve con Charly, cuando llegó a buscarme en coche me quedé muy impresionada de lo envejecido que está, y de lo mal que le han sentado los años... Madre mía, parece un viejo!!!
Hemos dado la vuelta al edificio para ir a una cafetería tranquila, bastante ansiedad tengo yo ya... y al parar en el semáforo... ha pasado el Quique con la niña de la mano por el paso de cebra... su mirada me ha helado la sangre...
Apenas llevábamos diez minutos en la cafetería cuando me ha sonado el móvil... era, cómo no, Quique... quería que volviese ya, que la niña no paraba de llorar, que dónde estaba que iba él... Después mi teléfono sonaba cada dos minutos... insoportable... así que le he pedido que me llevase a casa... ha salido del coche para despedirse, y Quique en el portal con la niña... Cuando ha visto a aquel tío de 2,07 metros dándome dos besos de despedida creo que algo ha estallado dentro de él...
Hemos entrado en el portal, cogiéndome él del brazo fuertemente... ha mandado a la niña a la habitación... le temblaba hasta la voz... ha empezado a gritarme que no tenía que aguantar eso... que qué había pasado... que casi se vuelve loco cuando me ha visto en el coche con él... que si me vuelve a ver en esa situación me mata a mí y a mi acompañante... Me zarandeaba de manera constante y no escuchaba nada de lo que le decía... me ha cogido la cara y aplastándomela contra la pared me ha amenazado con mil cosas... que si se me ocurre verme con alguien me dé por muerta, que se ha sentido humillado, ridículo... que de él no se ríe nadie... que soy suya... y punto...
Después se ha ido y mi pequeña ha salido diciendo que se había escondido detrás de la puerta... que no sabía qué pasaba, le he dicho que nada... que no se preocupe... Cuando este ha vuelto, ha venido si cabe peor... me ha dicho que con el único que follo es con él... que me mataría si se entera de que alguien me ha tocado... que no le toque los huevos porque le da lo mismo, tiene muy poco que perder... Madre mía, lo que ha tardado en dormirse... yo aún sigo llorando... me tiembla el cuerpo.
Creo que sería capaz de hacerlo, sería capaz de matarme, me considera su propiedad... tengo que salir de esto cuanto antes... Las cosas van a peor a una velocidad de vértigo...
Joder...qué está pasando???»
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Qué está pasando: Después de esta carta, Montse no escribe en un período de 15 días. En ellos, de manera proporcional al progresivo aumento de la enfado de Quique por el café que fue a tomar con Charly, se afianza en Montse el convencimiento de que no quiere, ni debe, seguir con él por más tiempo.
En este tiempo, su inicial idea de divorciarse se convierte en decisión definitiva y, a partir de entonces, tan solo se dedica a buscar la forma y el momento adecuado para decírselo sin, en la medida en que le sea posible, provocar su ira.
Hacia el final de este período, y poco antes de comunicarle su decisión, se reinician las cartas.
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CARTAS DESDE EL MALTRATO: Diario real de una mujer maltratada
Non-FictionAlguna vez, al escuchar la noticia del asesinato de una mujer por violencia de género, te has preguntado: ¿Qué hay detrás de ese simple número? ¿Cómo llegan dos personas, víctima y verdugo, hasta ese punto? CARTAS DESDE EL MALTRATO es el único libro...