Viernes 25 de diciembre de 1998.
Querida Janeth:
Hoy es navidad. Mi primera navidad sin ti después de muchos años. Ya no me siento el mismo, me siento frio por dentro.
Ayer llego toda mi familia. Cuando llegaron los veía por mi ventana, estaban muy alegres. No entiendo cómo pueden estar así de felices.
En esta casa soy el único que sigue de luto. Lo peor es que a nadie le interesa como me siento, ni cuanto te extraño porque según mis padres ahora es problema de la psicóloga, que por eso le están pagando. Porque tenías que dejarme Janeth, eras la única que me comprendía. Tú me hacías ver todo de una manera positiva, le dabas color a mi vida y ahora todo es negro.
Acabo de recordar que este año me tocaba a mí, que estarías conmigo y toda mi familia este día. Espero que donde quiera que estés me estés viendo de la misma manera que yo te veía a ti.
Atte. El hombre que una vez fue el más afortunado del universo.
James
