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El momento por fin había llegado...

Frank sacó el suéter por su cabeza y se sentó en el borde de la cama viendo a Gerard quien se había quedado quieto en su lugar.

-¿Estas seguro de esto?- le preguntó el pelinegro.

-Claro que si Gerard, no me hagas dudar.

Gerard no respondió en cambio comenzó a quitarse la chaqueta de cuero lanzándola al suelo sin ningún cuidado, se acercó a Frank y se agachó para atrapar sus labios en un intenso beso. Se separó del tatuado y se quitó los zapatos, se arrodillo y también quitó los converse de Frank junto con sus calcetines, Gerard se levantó y lo recostó lentamente sobre la cama, puso cada pierna a un lado de sus caderas y comenzó a besarlo de nuevo. Comenzó chupando y succionando sus labios para luego bajar a su cuello y chupar ese escorpión que tenía ahí tatuado, Gerard quería descubrir cada tatuaje que cubría el cuerpo del menor. Frank se sentía cada vez mas excitado pues Gerard lamia su cuello provocando que un nudo se formará en su estómago gracias a la agradable sensación, el menor comenzó a tirar de la camiseta de Gerard hasta que este por fin se la quitó dejando a su merced un torso pálido pero firme, no se podría decir que el pelinegro poseía un cuerpo musculoso pero todo estaba en su lugar y su estomago era plano. Ahora Frank era el que chupaba el cuello de Gerard provocando que de su garganta salieran guturales gemidos, logró excitarlo tanto que Frank sentía como la erección de Gerard chocaba contra la suya provocándole demasiado placer. El mayor desabotonó la camisa de Frank hasta que se desesperó y terminó por arrancar los botones.

-Te compraré otra después- se disculpó.

-Callate y besame.

-Espera- Gerard se levantó alejándose de Frank.

El menor dejó escapar un gemido de protesta a lo que Gerard soltó una risa.

-Quiero hacer esto bien así que ven- Gerard tomó el edredón de color negro y tiró de él dejando al descubierto las sabanas blancas.

Frank entendió y se acomodo en medio de la mullida cama y comenzó a desabrochar sus pantalones.

-Yo lo hago- Gerard se acercó y quitó las manos de Frank.

Terminó de bajarle el cierre y le sacó los pantalones dejándolo solo con su bóxer rojo, Frank tenia una paloma tatuada en cada lado de sus caderas las cuales Gerard acarició con dulzura, pasó la mano por su torso hasta su hombría aún cubierta por el bóxer, desabrochó sus propios pantalones y los bajó revelando su miembro erecto pues no traía puesta ropa interior, los ojos de Frank se abrieron enormes.

-¿Crees que entre?- le preguntó.

-Solo relajate- Gerard le bajó el bóxer hasta sacarlo por sus piernas y lo lanzó al piso junto con los dos pares de pantalones.

Jaló el edredón y cubrió sus cuerpos desnudos con el.

-Abre tus piernas- le susurró al oído.

Frank obedeció pero comenzó a temblar pues los nervios por fin salieron a la superficie, Gerard lo besó tratando de tranquilizarlo un poco, se separó y acercó su mano a la boca de Frank.

-Chupa- le ordenó.

Frank le hizo caso y comenzó a succionar dos de los dedos de Gerard, cuando lo creyó conveniente los alejó y los acercó a la entrada de tatuado. Introdujo uno lentamente provocando un gemido por parte del menor, lo metió y sacó repetidas veces e introdujo el segundo dedo provocándole a Frank una punzada de dolor.

-¿Estas listo?- le preguntó.

-Solo haslo- respondió.

Gerard se separó un poco y alineo su miembro comenzando a introducirse lentamente, sintió a Frank estremecerse y envolverlo por completo, avanzó un poco mas logrando introducir la mitad cuando Frank soltó un gemido y algunas lágrimas. Gerard se detuvo pero no salió de él, se acercó y besó sus labios y su frente.

El Trato (frerard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora