El Trato (frerard)

21

-¡Suelta la paleta Michael!- gritó Frank mientras corría alrededor del sofá para perseguir a su cuñado.

-¡La última vez tu pudiste tener la de limón, ahora me toca a mi!- gritó el rubio de vuelta y corrió al lado contrario del sofá.

Frank soltó un bufido molesto, llevaban un par de días solos y ya habían estado a punto de matarse tres veces. Bob y Gerard habían viajado a Nueva York juntos para resolver un asunto que según ellos era urgente y no podría esperar más. A consecuencia de eso los dos menores tuvieron que pasar el dia de año nuevo solos, al principio no había estado tan mal, incluso habían recibido una videollamada de Donald y Donna Way ese día. Frank se sorprendió al ver lo sencillos que eran sus suegros, Donna era una mujer con bastante clase pero que poseía una de las sonrisas más lindas y contagiosas del mundo, le dijo a Frank que era un muchacho muy guapo y que se moría por conocerlo en persona. Donald en cambio, le dirigió una mirada agresiva y con el ceño fruncido pero en cuanto vio como Frank se ocultaba detrás de Mikey soltó una estruendosa carcajada admitiendo que solo estaba bromeando, charlaron un poco sobre como iban las cosas en los negocios y sobre lo felices que estaban por el compromiso de Bob y Mikey, también los reprendieron de forma suave por estar comiendo pizzas y hamburguesas pero a excepción de eso todo fue una experiencia bastante agradable. Las cosas se comenzaron a salir de control cuando al siguiente día Frank se ofreció a ayudar a Michael con los preparativos de la boda, lo había hecho creyendo que solo tendría que aportar ideas y opiniones para algunas cosas pero se había equivocado. Mikey lo obligó a recorrer toda la ciudad con él en busca de todas las decoraciones que le gustaría tener en ese día tan especial y como era su boda quería que todo saliera a la perfección. Se había negado a utilizar flores artificiales como la joven de la floristería le había sugerido, él quería rosas naturales para cuidar el medio ambiente y también las pidió de un color azul muy suave, casi blanco, la pobre joven tuvo que mostrarle veinte tonos de azul hasta poder dar con el indicado y cuando Frank dijo que era prácticamente blanco Michael había pedido que le mostraran todos los colores de nuevo para asegurarse que era azúl. Después de eso habían ido a ver las invitaciones y fue ahí donde su paciencia llegó al limite cuando Mikey no podía decirse por que tipo de letra se vería mejor y si debía estar escrito en plateado o dorado todo para que al final pidiera que las letras fueran también de color azúl. Justo cuando Frank estaba a pinto de pedirle a Travis que le pasara por encima con el coche Mikey salió de la imprenta luciendo algo irritado y para su suerte decidió que era suficiente por ese día. Sin embargo la irritación y el estrés del menor de los Way aumentó cuando se dio cuenta que aún le faltaba mucho por organizar y decidir a quien invitarían y a quien no, esa irritación también se le contagió a Frank cuando se dio cuenta que iba a ser arrastrado en todo ese lío. Obviamente nada de eso podía terminar en algo bueno.

-Última advertencia Michael, si no sueltas esa paleta le diré a Bob que no quisiste contratar al entrenador especial del "Capitán Miau"- amenazó Frank y mostró una sonrisa ladeada cuando vio la mueca de horror de Michael al escuchar el nombre del gato de Bob.

Antes de irse a Nueva York Robert había dejado muy en claro que quería que el " Capitán Miau" fuera el encargado de entregarles los anillos el día de la boda, en cambio Michael casi se desmaya cuando le pidió que contratara a un entrenador para el pequeño gato que se había convertido en la adoración de Bob.

-Pues si haces eso yo le diré a Gerard que fuiste tú el que derramó el refresco sobre los expedientes que estaban en su escritorio.

Frank le mostró el dedo medio a su cuñado y se subió de un salto al sofá, no había querido usar la fuerza pero tendría que saltar sobre Michael si quería conseguir esa paleta de limón, ya estaba preparado para lanzarse cuando la puerta principal se abrió.