El Trato (frerard)

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Capítulo dedicado a demolitionloverzz

La escena que tenía frente a sus ojos causó que le diera un vuelco el corazón y es que Gerard no sabía si era porque no lo había visto en días o si era culpa de las dos cervezas que había tomado con Bob pero el hecho de ver a Frank sentado frente al árbol de navidad con la mirada expectante y los ojos llenos de ilusión le provocó esa sacudida interna. Deseó con todas sus fuerzas saber que es lo que pasaba por la mente de ese pequeño en ese momento y porqué razón algo tan sencillo como un árbol de navidad podía provocarle esa felicidad tan pura, también pensó en tomarle una fotografía pero llegó a la conclusión de que la mejor forma de guardar ese recuerdo era allí en su memoria. Frank aún no se daba cuenta de que lo estaba observando, pareciera que esa combinación de luces de colores y adornos brillantes lo tuvieran hipnotizado. Quiso quedarse ahí por un rato más pero la necesitad de sentirlo cerca de él ganó la batalla así que con pasos sigilosos se acercó lentamente, cuando llegó hacia él la mirada del menor se alzó observándolo con sus grandes ojos avellanas desde su lugar en el suelo.

-Hola- susurró Gerard, su voz saliendo más débil de lo que esperaba.

-Hola- le respondió Frank con una sonrisa.

-Veo que te gusta el árbol.

-Es muy lindo, nunca había visto uno tan grande de cerca.

El pelinegro frunció el ceño ante esa confesión y se puso de cuclillas para quedar a la misma altura que Frank.

-¿Como es eso posible?- le preguntó poniendo una mano sobre su mejilla.

-Cheech decía que era un gasto inútil así que nunca tuvimos uno.

-Pues desde ahora tendrás todos los que quieras, si quieres puedo hacer que pongan uno en cada habitación de la casa- ofreció Gerard tratando de aligerar un poco el ambiente pues había notado que al mencionar a Cheech una mirada de nostalgia y tristeza atravesó los ojos de Frank.

-Claro que no, este es perfecto y muy bonito- dijo el tatuado soltando una risita y provocando que Gee sonriera.

-Extrañaba tanto tu sonrisa.

El abogado acercó lentamente sus labios a los del menor juntándolos en un casto beso que no tardó en convertirse en uno totalmente lujurioso y lleno de necesidad. Sus lenguas jugueteaban una con la otra y el sabor dulce de Frank hacía que Gerard quisiera profundizar aun más ese beso, sus manos acariciaron la suave piel del tatuado y por unos instantes se sintió algo mareado aunque de nuevo no supo si era a causa del alcohol o debido a la cercanía de Frank.

-¿Interrumpimos algo?- se escuchó la voz de Mikey.

Gerard y Frank se separaron al instante viendo a Bob y a Mikey parados en medio de la sala.

-Si- gruñó Gerard molesto.

-No- agregó Frank con una sonrisa.

-Tranquilo Gee, después de la cena podrás tener a Frank para ti solo- dijo el menor de los Way.

-Dejalo estaban a punto de follar en medio de la sala, yo también estaría molesto- bromeó Bob.

El gesto molesto abandonó la cara del pelinegro al escuchar a su mejor amigo, esbozó una sonrisa ladina y se levantó del suelo tendiéndole una mano al tatuado para que lo imitara.

-Creo que ya deberíamos cenar así que Gee y Bob vayan a poner la mesa mientras Frank y yo sacamos la comida del horno- sin esperar respuesta Mikey tomó a su cuñado del brazo y lo llevó casi arrastrándolo hasta la cocina.