- Por qué?
- Rin... yo estoy aquí para entrenarte, nada más
- Esta bien
- Sesshomaru quisiera hablar contigo en privado -el youkai no respondió, sólo asintió.
La cena siguió en silencio, y al terminar ambos se despidieron de Rin.
Aome seguía a Sesshomaru en silencio, estaba un poco nerviosa, muy pocas veces estuvo a solas con el youkai y para ser sinceros no siempre quedaban en buenos términos.
Sesshomaru entró a su despacho y se sentó tras una mesa llena de papeles bien ordenados, Aome lo siguió y se sentó en frente.
- Puedes omitir toda esta... amabilidad? -comenzó Aome señalando sus atuendos y accesorios.
Sesshomaru la miro fijamente, muchas youkais darian lo que fuera por tener lo que ella, una oportunidad para estar cerca de él y de su riqueza.
- Es incómodo -siguió ante el silencio del youkai
- Hmp
- Eso es otro cosa -Sesshomaru estuvo tentado a levantar su ceja ante el tono exasperado de Aome, pero se contuvo. En el fondo y aunque no quisiera reconocerlo la situación le daba gracia, jamás en toda su vida pensó que estaría frente a la mujer de su medio hermano, sin mencionar que era sacerdotisa, escuchando sus quejas o que alguien además de su madre se atreviera a hablarle de manera tan familiar. La voz de Aome volvió a escucharse- que no sabes hablar, no conoces más palabras que esas?
- Cállate
- Bueno al menos no repetiste la misma palabra de siempre -Aome rodo sus ojos
- No puedes hablarme de esa manera, ten más respeto por el Lord de las Tierras del Oeste! -Sesshomaru mantuvo su mirada fija en ella. La vio removerse incómoda- Tendrás que usar lo que te dé ya que éstas en mi castillo
- Sólo estoy aquí para entrenar a Rin, no para cumplir tus caprichos
- Eres insolente -Sesshomaru le dirigió una mirada acusadora
- Lo mismo digo. No puedes obligarme a usar cosas que no quiero
- Ponenme a prueba
- Esto es estúpido -susurro Aome para si misma, sin embargo Sesshomaru la escuchó. Aome suspiro cansada- dónde entrenaré a Rin?
- Ven
Sesshomaru guió a Aome hasta una enorme puerta de madera tallada con imágenes de guerra.
- Qué es esto? -preguntó Aome siguiendo a Sesshomaru al interior de la habitación. Observó un amplió salón, estaba casi vacío a excepción de unos estantes a los costados de cada pared.
- Aquí entregarán
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Ya habia amanecído e Inuyasha y sus amigos habían estado toda la mañana caminando en busca de los fragmentos y de Naraku con la ayuda de Kikyo en el equipo. Pero no habían tenido ningún progreso, lo que si se notaba y sentía era el tenso ambiente alrededor del grupo. Por un lado estaban Inuyasha y Kikyo, y por el otro estaban Sango, Miroku, Shippo y Kirara.
Aome no se había comunicado y sus amigos estaban inseguros sobre su seguridad, al menos la mayoría, ya que ante la perspectiva de los demás parecía que a Inuyasha no le importaba.
- Crees que Aome esta bien?
- Si Shippo -Sango se acercó a él y lo tomó en brazos
- Me preguntó porque el Señor Sesshomaru tuvo que volver a su castillo -comentó Miroku acercándose a Sango
- Tal vez tenga que ver con Naraku -siguió Sango; sus mejillas se tiñeron de rojo sangre al sentir la mano del monje bajar por su cintura- usted nunca cambiará! -exclamó avergonzada. El monje se restregaba la mejilla ante la picason que la cachetada había dejado
- Es mi mano maldita!
- Son siempre así? - preguntó Kikyo seria mirando al frente, pero al no recibir respuestas de parte de Inuyasha lo miró. Él estaba con la mirada perdida y baja, el ceño fruncido, Kikyo hizo una mueca sospechando la causa de su concentración. - Inuyasha, Inuyasha -lo llamó repetidas veces
- S-si? -preguntó levantando la mirada confundido- me hablaste?
- Estás pensando en mi reencarnación verdad? -preguntó Kikyo, aunque sonaba más a una afirmación. E Inuyasha notó por su voz que estaba un poco herida
- N-no! -se apresuró a contestar- es solo que no entiendo porque Sesshomaru quiso que ella entrenará a su protegida, y después que se fuera a su castillo
- Quizá tu hermano tenga interés en ella -supuso sospechando
- No. No. No, el odia a los humanos -respondió insistentemente
- Estás seguro? Entonces porque lleva a una pequeña humana con sigo?
Inuyasha no supo que responder, su rostro palideció ante la imágen de Aome junto a su hermano de manera romántica.
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- Rin tienes que estar tranquila
- Si
Aome estaba exhausta, la noche anterior al terminar de hablar con Sesshomaru estuvo pensando en sus amigos pero más que nada en Inuyasha. Estaba comenzando a sentir la tristeza de saber que la persona que más quería estuviera con otra. Sin mencionar que en el poco tiempo que había logrado dormir, su sueño volvía a ser el mismo que había estado teniendo hacia dos días.
Para su suerte la niña no la había sentido dar vueltas en la cama que compartían.
- Aome, Aome! -los llamados de la niña la sacar de sus pensamientos
- Me decías algo Rin?
- Si, ya es hora del almuerzo -contestó la niña con el ceño fruncido, estaba preocupada
- Hm... entonces ve a prepararte
- Y usted señorita... er... digo Aome?
- Rin si no te sientes cómoda llamandome por mi nombre, llámame como gustes
- Si! Entonces irá a prepararse también? -volvió a preguntar la niña
- No, dile a Sesshomaru que me disculpe, no tengo hambre -sonrió con tranquilidad
- P-pero... esta bien -susurro Rin corriendo hacia la salida- nos vemos luego.
Aome se recosdó por la pared frente a la puerta y cerró sus ojos, tratando de estar tranquila y concentrarse en mantener su energía estable. Una delgada pero condensada capa de energía cubría su cuerpo. Entonces una pequeña chispa, una corriente eléctrica la sobresalto. Abrió sus ojos y se encontró con Sesshomaru.
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Espero que les halla gustado el capítulo... 😢
