Se lanzó una vez más sobre su enemigo con rapidez y agilidad, Naraku se resistía con todo lo que tenía, y eso era la perla, a la cual solo le faltaba una pequeña parte para ser completamente dominada por la oscuridad.
Sus amigos peleaban divididos en distintas áreas e Inuyasha a pesar de estar peleando junto a ella estaba más pendiente de lo que sucedía con Kikyo y la aldea.
- Rindete -ofreció Naraku con una sonrisa- si lo haces prometo que tu muerte no será dolorosa.
- Esa no es una opción -contesto Aome con una mirada confiada- ¿no será que me tienes miedo?
- O tal vez, de lo que le haran una vez que sea derrotado - continuo Kyoya con una sonrisa de lado.
- ¡Malditos! -soltó Naraku con desprecio- sólo estaba tratando de salvar a tu hijo de una muerte lenta y dolorosa -argumentó con fingida inocencia.
- ¿De qué demonios estas hablando? -preguntó Inuyasha confundido.
- ¿Acaso no te lo había dicho Inuyasha? -preguntó con burla- la dulce Aome está esperando un hijo.
- ¿Eso es cierto Aome?
- Si, venía a contarles - contesto sin mirarlo.
- Y miren quién está llegando -comentó Naraku en tono casual- el padre del nuevo híbrido.
- Es mejor que no te distraigas como una vieja chismosa -advirtio Aome detrás de Naraku. Lo golpeo con su espada y corto uno de sus brazos, provocando una grieta en la esfera que lo protegía y que poco a poco comenzaba a desaparecer.
La esfera que protegía a Naraku estaba echa de miasma por lo que cuando la espada de Aome, que se encontraba rodeada de su energía, lo tocó comenzó a purificarlo. Sesshomaru, que estaba a pocos metros de ellos aprovecho esta oportunidad y lo golpeo con colmillo explosivo.
- ¿Estas bien? -pregunto Sesshomaru a Aome, mientras la acercaba a sus brazos.
- Si -contesto con una sonrisa tranquila.
- Que encuentro tan nostálgico -comento Naraku con aparente tranquilidad, sin embargo sus ojos llameaban con furia contenida, había perdido un brazo y el campo de miasma que lo protegía había sido purificado.
- ¿Por qué no tratas de regenerar tu brazo? -se burlo Inuyasha una vez la sorpresa lo había abandonado.
- No necesito de el para destruirlos, pero si te hace sentir más comodo... -sonrió y su brazo volvio a regenerarse.
- Te ves más decente -se burlo Kyoya- deberias mirarte a un espejo para recordar como te veias antes de que acabemos contigo.
Naraku no se molesto en contestar, se lanzo contra el grupo con todo lo que tenía sin piedad. Y ellos respondieron de la misma manera. La pelea duro bastante, ninguno se daba por vencido. Sesshomaru, Aome, Kyoya e Inuyasha se mantenían al frente mientras Sango, Miroku y Kirara lo hacian más atrás.
- Veo que has estado entrenando -comento Naraku tratando de recuperar aire y fuerzas.
- Lo hice, lo hago -sonrió Aome.
- Me decepcionas querida Aome, pensé que eras más inteligente -comenzó con su habitual burla- jamás pensé que te emparejarias con un ser tan despreciable como Sesshomaru. ¿Has pensado que pasará una vez que des a luz? ¿Cuándo vea que no es más que un híbrido? Los ha odiado por tanto tiempo, francamente dudo que llegue a aceptarlos, a ti o tu hijo.
- ¡Cállate! -grito Inuyasha con el rostro rojo por la furia.
- No trates de ponerme en contra de Sesshomaru, el y yo no nos dejaremos engañar por ti cómo lo hicieron Inuyasha y Kikyo -se burló Aome con seguridad en su voz- ¿O es qué acaso estás celoso de nosotros?
- No sé de qué hablas -rugió Naraku con furia contenida.
- A pesar de contar con la perla no has podido obtener lo que más anelas, por lo que has accedido a fucionarte con demonios. Te has esforzado y sacrificado convirtiéndote en algo que odias, un híbrido, y aún así no has podido obtener el amor de Kikyo -en ese momento y tan solo por una milésima de segundo Aome se percató de que Naraku bajaba su mirada a Kikyo, entonces supo que había dado en el blanco.
Inuyasha, Kyoya y Sesshomaru se mantenían quietos prestando atención a cada una de las palabras que salía de la boca de Aome, esperando alguna señal para reanudar la pelea.
- No sé de lo que estás hablando -intentó negar en vano.
- Lo sabes -rebatió- también sabes que no lograrás nada matandonos o destruyendo la aldea, porque no buscas vengarte. Buscas algo que la perla ni ninguna otra magia puede darte, al menos no de buena manera.
- La perla te da lo que deseas -comenzó Naraku mirando la pequeña esfera circular frente a él con melancolia- pero de una forma en la que hubieras preferido nunca haberlo deseado.
- ¿Por qué sigues con esta locura si sabes eso? -intentó que se entendiera a sí mismo y en la situación en la que se encontraba.
Pero Naraku no dijo nada volvió a atacarlos, esta vez con más fuerza, con más pasión y brusquedad. Sesshomaru e Inuyasha pasaron al frente danzando sus espadas con fuerza y precisión, Aome en cambio se quedo atrás con Kyoya esperando el momento justo en el que Naraku dejará alguna parte de su cuerpo expuesta.
Y ese momento no tardó en llegar, Naraku se cubrió de los ataques de Sesshomaru e Inuyasha con dificultad y dejo su espalda desprotegida. Aome aprovecho ese momento para atacar, guardo su espada y saco su arco.
- Llévame hasta estar detrás de él -pidió a Kyoya y este en pocos segundos ya había tomado su forma youkai. Aome se subió sobre él y Kyoya comenzó a sobrevolar los cielos hasta colocarse detrás de Naraku.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca cerro sus ojos, coloco su arco en posición y la energía que emanaba de ella fue tomando la forma de una flecha. Volvió a abrir los ojos y se concentro en el punto en el que tenía que tirar. Una lágrima cayo de sus ojos antes de dejar que la flecha atravesara el cuerpo de Naraku y saliera para incrustarse en la perla.
- Buena... p-puntería... -la elogio Naraku. Sangre negra salia de la comisura de sus labios, su cuerpo comenzaba a convulsionar y las partes de su cuerpo a deshacerse con lentitud- espero que escojas un buen deseo Aome -murmuro. Bajo su mirada a Kikyo, sonrió con nostalgia y desapareció.
---------- 😴 --------- 😳 --------- 😴 ----------
Espero que les haya gustado el capítulo....😭
Sé que el capítulo no es muy largo lo siento y disculpen la tardanza....😭