Corría y corría por el desierto Hyde Park huyendo de la muerte cuando la muerte la encontró. Era de noche, todo estaba oscuro, estaba herida, cansada, sangrando, quería rendirse, iba a morir.
- Los Black no damos segundas oportunidades, deberías saberlo-. Dijo su verdugo. Tenía una voz fría como el hielo, y una mirada que casi petrificaba, a sus 18 años había matado más gente que primaveras recordaba.- por última vez, ¡dame lo que me pertenece!
-Antes muerta-. Contestó ella protegiendo la bolsita con especias que portaba en la mano.
- ¡Já!- Otra figura salió de las sombras haciéndola caer presa del pánico, le miraba a la cara, directamente a los ojos, esos ojos que nunca olvidaría, ese rostro con el que tenía pesadillas todas las noches desde hace ya diez años, el rostro del asesino de su padre.- Hijo mío, ¡quítaselas y mátala!
- ¡Desmaius!- rugió una voz salvadora desde la profundidad de los árboles, el hechizo iba dirigido al joven que estaba a punto de matarla. Le dio de lleno en el pecho, noqueándole por completo.
- ¡Jace!- reconocería la voz de su amado en cualquier lugar, este salió de su escondite, corrió a toda velocidad, le dio la mano levantándola y se interpuso entre el segundo hombre y ella.
- ¡Niño estúpido!- gritó el hombre mayor-. ¡Avada Ked...
- ¡Expelliarmus!- gritó el chico llamado Jace a la vez. Ambos conjuros chocaron y rebotaron enviándolos hacia atrás.- ¡Corre Natalie!- le gritó a la chica mientras se ponía en pie dispuesto a huir. El joven a quien en un principio había noqueado se levantaba y acercaba a su aliado ayudándolo a ponerse en pie.
- ¡¡Necio ve tras ellos!!- le gritó el hombre, el chico de la mirada de hielo obedeció.
Jace y Natalie corrían por el parque, ¿¡por qué no habrían aprendido la Aparición!? Habían recorrido unos veinte metros cuando el chico les alcanzó.
- ¡Vete!- le gritó Jace a Natalie-. ¡Ponte a salvo yo le detendré!
Natalie no muy segura corrió, dejándolos solos.
- ¡Expelliarmus!- dijo el chico desarmando a Jace- Entrégate y el Señor Tenebroso os perdonará la vida.- dijo apuntándole con la varita.
-¿Sabes hermanito? Suena alentador pero hay un pequeño inconveniente, ¡él aún sigue muerto y haré todo lo que esté en mi mano para que así siga!- le contestó Jace.
- Eres un loco-. Dijo el chico que parecía ser su hermano.- la guerra está ganada, el ministerio es nuestro desde hace años y Hogwarts hará lo mismo, resucitaré al Señor Tenebroso y ¡¡mi padre ganará la guerra!!
- ¡Tu padre se llama Scorpius Malfoy y está muerto!- gritó Jace con lágrimas en los ojos.- Michael, ¡por favor!- el chico de la mirada de hielo llamado Michael levantó la varita.
- Mi padre se llama Orion Black, ¡cuando lo vas a entender!- respondió Michael dispuesto a pronunciar la maldición asesina. Sus ojos estaban inyectados en sangre y en ellos se podía leer una ira cegadora. Jace iba a morir, iba a morir como han muerto la mitad de sus familiares en una guerra surrealista de un mundo todavía más loco.
- ¡NOOO!- gritó Natalie saliendo de las sombras e interponiéndose entre Jace y Michael. Pero llegó demasiado tarde puesto que el rayo de luz verde había atravesado el pecho de su novio, horrorizada no pudo más que tirarse a sus brazos y llorar. Llorar como si el mundo hubiera acabado, ya que Jace era su mundo, era lo último que le quedaba en esta vida. Ni siquiera se dio cuenta cuando Michael se acercó a ella y le arrebató la preciada bolsita con las especias necesarias para resucitar a El-que-no-debe-ser-nombrado que tanto se habían empeñado los novios en proteger. Y allí estuvo no sabe muy bien cuanto, media hora, una o dos, hasta que se le secaron las lágrimas, hasta que un haz de luces blancas los rodeó a ambos, al cuerpo sin vida de Jace y a ella, y desaparecieron de este mundo por completo.
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Mi nieto es un Malfoy
Fanfiction¿Qué pasaría si alguien tuviera el poder para revivir a Voldemort? ¿Podrás juntar tres generaciones para evitarlo? ¿Cómo hacer para que Rose Weasley y Scorpius Malfoy se enamoren? Y sobretodo, ¿de verdad tendrás el coraje para acabar con tu propio h...