La fiesta

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- Scorpius, ¿qué hace...- comenzó a preguntar Draco cuando se dio cuenta que aquel no era su hijo- lo siento, te pareces a alguien que conozco...

- No pasa nada- le disculpó Jace algo sorprendido, ¡el giratiempo había funcionado! ¡Aquél era su otro abuelo!

Draco siguió caminando hacia el banco mientras Jace estaba en una especie de nube.

- Tu abuelito...- dijo con tono burlón Ron, el cual estaba bajo un hechizo que le había cambiado completamente el rostro, Hermione y Harry también estaban así, si estaban en el futuro, alguien les podría reconocer y sería un problema.

- ¡Anda calla!- le mandó Jace.- Bueno... ¿Por dónde empezamos?

- Si no os importa yo me quiero sentar un rato, tanto giratiempo me ha mareado.- pidió Hermione.

Caminaron hacia la heladería de , todo estaba muy cambiado, mientras los del pasado veían el callejón Diagon muy moderno, los del futuro ni se acordaban de cómo era aquello.

- En nuestra época todo esto es mucho más oscuro- explicó Natalie- la mitad de las tiendas son sobre artilugios oscuros, da verdadero miedo...

- Lo cambiaremos, estoy seguro.- dijo Harry sentándose y pidiendo un helado.

- ¿Pero cuál es el plan?- preguntó Ron.- ¿Coger a alguien de esta época y obligarlos a venir con nosotros?

- A cualquiera no- dijo Jace- la profecía está relacionada con miembros de nuestra familia, tal vez los del "presente" deberán serlo también.

- Oh, ¡eso lo hace todo mucho más fácil!- ironizó Ron- vayamos a por tu madre y nos presentamos, ¡hola soy tu padre con 20 años, este es tu hijo de 16, se llama Jace, Jace MALFOY por cierto, ya hablaremos de eso en otro momento, ahora debemos salvar el mundo!

- ¡Ron, Jace solo está tratando de ayudar!- le defendió Hermione.

- ¡Pero es que este plan es absurdo!- se quejó él- No debimos acceder a ayudarles, ¡no sabemos ni por dónde empezar!

- ¡¡Pues puedes irte si quieres!!- le gritó Jace atrayendo la atención de todos en el establecimiento.- ¡Nadie ha pedido tu estúpida ayuda!

- ¿Sabes qué? Tal vez es lo que debo hacer- dijo Ron levantándose y marchándose.

- ¡Ron espera!- le gritó Harry saliendo detrás de él.

- Te has pasado...- le reprimió Natalie.

- Es un gilipollas- dijo Jace y miró a Hermione- lo siento, es la verdad.

- Es un cabezota- le dio la razón ella- pero ve a pedirle perdón, sabes que le necesitamos.

- ¿Perdón? ¡Perdón me debería de pedir él a mí!

- Venga ve Jace...- le mandó Natalie, Jace era igual o más cabezón que Ron, pero accedió a ir a buscarlos dejando a las dos chicas solas, momento que aprovechó un dicharachero moreno para acercarse con sus amigos a hablar con ellas.

- Vuestros amigos tienen muy mala leche- dijo el chico, era mayor que Natalie pero menor que Hermione, tenía los ojos miel y el pelo moreno.

- En realidad son nuestros novios- le cortó Hermione.

- Vaya... ¿Las dos tenéis novio?- preguntó uno de los amigos del chico, ellas afirmaron con la cabeza.

- ¡Qué pena!- exclamó el moreno- ¡Yo que os iba a invitar a mi fiesta de cumpleaños! Va a ser el mayor acontecimiento del verano, ¡os lo advierto!- las chicas rieron ante el desparpajo de aquel chaval.- Bueno, yo os dejo unas entradas, podéis venir solas o con los cafres de vuestros novios, ¡cuantos más seamos mejor!- sonrió, era encantador- por cierto me llamo James, James Potter.

Mi nieto es un MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora