Mi nieto es un Malfoy

Epílogo

- ¡¡Jace Malfoy quieres hacer el favor de despertarte ya!!- le gritaba su madre abriendo las persianas de su cuarto. Jace abrió los ojos, muy, muy despacio, el corazón le latía con fuerza, estaba sudando, ¿había sido todo un sueño?

- ¡Mamá!- saltó de la cama para abrazarla. Había soñado que la perdía, que estaba muerta.

- Anda, anda, anda,- le dijo Rose apartándole- déjate de abracitos y date prisa ¡que has quedado dentro de 45 minutos!

Jace salió de su cuarto derecho al baño para pegarse una buena ducha para espabilarse, seguía absorto en el mundo de su sueño, ¿cómo podía haber imaginado tantas cosas? La puerta se abrió y por ella salió alguien.

- ¡Michael!- dijo abrazándolo, ¡su hermano estaba allí, no lo habían secuestrado!

- ¡Eh! ¡Eh! ¡Eh!- se quejó el apartándolo- ¿A qué viene tanto mariconeo?

Jace se tiro más de diez minutos bajo la ducha fría, había sido tan real, había sentido el dolor, el odio, la ira hacia ese tal Orion...

Desayunó varias tostadas con bacon mientras su padre le preguntaba con quién iba a salir esa mañana.

- Iré con Natalie a dar un paseo, hace un día estupendo.

- ¿Con Natalie?- hizo una mueca su madre, la verdad es que no le gustaba esa chica para su hijo, es decir, Natalie era encantadora, pero no dejaba de ser la hija de su prima Victoire.

- Mamá, ¡no pongas esa cara!- se quejó Jace- recuerda que al abuelo Ron tampoco le gustaba tu relación con papá.

- ¡¿Y tu cómo sabes eso?!- preguntó Rose riendo, sorprendida.

- Mmm la verdad... No lo se- dijo él levantándose del asiento cuando llamaron a la puerta. Una preciosa chica rubia entró para saludar- venga, venga, vámonos que tengo que contarte muchas cosas...

Jace y Natalie salieron de casa dirección hacia el parque.

- No te lo vas a creer, hoy he tenido el sueño más raro de mi vida- enunció Jace.

- ¡Yo también!- exclamó Natalie, Jace se emocionó, ¡tal vez, de alguna manera, no había sido un sueño!

- ¡¿En serio?!- preguntó él- ¡Cuenta, cuenta!

- Soñé que el profesor Mutebox se suicidaba desde la torre de astronomía, ¿a qué es raro?- rió ella, Jace se decepcionó, por un momento pensaba que Natalie también le diría que había soñado lo mismo que él.- ¿Y tu Jace?

- Nada... Da igual, era una tontería- contestó. Caminaron por el verde parque a la sombra de los árboles. Aunque era agosto, no hacía demasiado calor y muchas parejas, niños y amigos paseaban esa mañana por allí. Jace y Natalie se sentaron en el césped.

- ¿Qué te apetece hacer en estos últimos días de vacaciones?- preguntó ella.

- Estar contigo- respondió él.

- Te vas a hartar de mí en Hogwarts- contestó ella.

- No me hables de Hogwarts que ya me comienzo a agobiar- dijo Jace. Vio a lo lejos una mujer vendiendo rosas y se le ocurrió comprarle una a su novia- cierra los ojos, ¡que enseguida vuelvo!

- ¿A dónde vas?- preguntó cuando Jace se puso de pie y corrió hacia la mujer.

- ¡Tú cierra los ojos!

Jace corrió hacia la mujer y le pidió la rosa más bonita y llamativa que tenía, cuando se la dio, Jace pagó.

- Aquí tiene- dijo entregándole el dinero- ¡muchas gracias!- dijo él dándose la vuelta para llevársela a Natalie.

- Las gracias te las tenemos que dar a ti Jace Malfoy- le contestó la mujer. Jace se quedó helado, y entonces recordó, esa mujer era negra, con los ojos violetas y una voz celestial, esa mujer era el Ángel del Destino, se dio la vuelta pero ella ya no estaba allí. Entonces lo supo, supo que lo había conseguido, y que todo lo que había pasado era tan real como su amor por Natalie.