Mi nieto es un Malfoy

De vuelta

- ¡Jace!- Natalie se tiró a sus brazos, ¡estaba vivo!

- Dejar las celebraciones para más tarde.- les dijo el Ángel.- os he traído de regreso para que podáis reescribir la historia.

- ¿Pero cómo?- preguntó Natalie.- ¿Tenemos que acabar con Michael o algo así?

- ¿Es que no has aprendido de los errores que cometisteis?- preguntó el Ángel- No podéis luchar directamente con él, os vencerá.

-¿Entonces que debemos hacer?- preguntó ella alterada.

- Eso no os lo puedo decir.- dijo la mujer.

- ¡Pero tiene que ayudarnos!- exclamó ella.

- No estoy del lado del Bien, Natalie.- dijo el Ángel.- ni tampoco del Mal, solo me aseguro de que se preserve el Destino, y lo que pasó no estaba escrito, pero no puedo decirte como derrotar a Michel, Orion o Voldemort, es algo que debéis averiguar, y ahora he de irme...

- ¡Pero no nos puede dejar así!- le gritó enfadada Natalie, ¡que se supone que harían si eran dos críos de 16 años!

- Suerte jóvenes magos, el destino del mundo está en vuestras manos.- y con esto, el Ángel del Destino desapareció dejándolos solos en mitad del bosque.

- ¿Qué se supone qué está pasando?- dijo Jace que no entendía nada. Natalie tardó unos 20 minutos en explicarle todo lo que había pasado en la supuesta Nada.

- Y aquí estamos de nuevo, salvando el destino de la humanidad.- dijo ella con cierto sarcasmo.

- ¿Es una broma?- preguntó Jace.

- Eso es lo que yo creía, Jace, ¡pero es real!- dijo ella.- Yo vi como Michael te mataba, ¡pero estás aquí, vivo!

- Le miró a los ojos, a sus preciosos ojos azul cielo y le abrazó, y le besó, porque no se imaginaba que hubiera hecho ella sin él.

- Eh... Venga pequeña, estoy vivo, todo saldrá bien.- le dijo él consolándola.

- ¡Cómo quieres que salga bien si no tenemos ni idea de lo que tenemos que hacer!

- ¡Iremos a la Orden!- dijo Jace- Mi tío Hugo nos ayudará, ¡le contaremos lo que ha pasado!

- ¡Jace!- dijo ella alterada acordándose de una cosa-. ¡Michael me quitó los ingredientes que debíamos guardar! ¡Nada le detendrá ahora para revivir a Voldemort!

- Entonces más vale que nos demos prisa.- dijo Jace poniéndose en marcha.- Un momento... ¿Dónde estamos?

En todo ese tiempo no se habían parado a pensar donde les había dejado el Ángel del Destino, estaban en una especie de bosque, era de día y todo estaba muy alegre, oían niños reír a lo lejos, caminaron hacia allí, se dieron cuenta de que estaban de nuevo en Hyden Park.

- Es Hyden Park.- confirmó Jace- vamos, aparqué el coche por allí.

Caminaron hasta la salida del parque en dirección al coche de Jace. Su tío Hugo, amante de las cosas muggle, afición por otro lado, derivada de su bisabuelo Arthur, le había enseñado a conducirlo desde los 13 años.

- ¡Natalie lo dejé aquí!- dijo él al ver que no estaba.

- ¿Seguro?- preguntó ella- ¿No estará en otra calle?

- ¡Que no! ¡Me lo han robado!- exclamó él- ¡Te juro que lo dejé aquí! Lo recuerdo perfectamente por el póster gigante que hay...- Jace señaló el anuncio del Iphone 45 que había al otro lado de la calle, pero en su lugar había el anuncio de una película.- ¿Destino final? Que alentador, pero eso no estaba ahí cuando llegamos.

- ¿Y si nos han tendido una trampa?- dijo Natalie alterada sacando su varita.- Salgamos de aquí, ¿si?

Caminaron hacia el Cuartel General de la Orden del Fenix, Grimmauld Place estaba a unos 15 minutos de camino de Hyde Park especulando sobre el robo del coche.

- ¿No notas algo cambiado todo esto?- preguntó Jace, las calles eran distintas a como él las recordaba, tal vez haber vuelto a la vida le había cambiado su percepción de ver el mundo.

- Hay demasiada gente por la calle, ¿no crees? Además, hace un sol espléndido.- dijo ella, ya que desde que Orion se había rebelado hace ya años, la gente cada vez salía menos a la calle, la caza de hijos de muggle estaba a la orden del día, incluso a veces había matanzas de muggles por pura diversión.

- Esto no me huele bien-. Dijo Jace cruzando la calle para entrar en el número 12 de Grimmauld Place.- encontremos a mi tío cuanto antes.- dijo subiendo los escalones que daban a la casa, se paró delante de la puerta, sin abrirla.

- ¿Qué pasa?- preguntó Natalie.- ¿Por qué no entramos?

- Esto es muy raro.- dijo Jace buscando algo en la puerta- el sistema de reconocimiento que instaló el señor Scamander no está.

- ¿Quieres decir que no podemos entrar?- preguntó la chica- ¿Crees que los mortífagos han llegado antes?

- No lo sé pero esto no me gusta nada-. dijo él sacando su varita y mirando a todos los lados de la calle.

- Jace...- susurró Natalie recogiendo algo del suelo, se lo dio, era un periódico, señaló la fecha asustada.

- 2 de mayo del 2000...- susurró Jace.

- Creo que estamos en el pasado...