-Explicate.
-Físicamente mueres una vez, sin embargo todos morimos muchas veces antes de dejar de respirar. El momento en el que perdemos el brillo de los ojos, en el que no sentimos más que dolor, el momento en que el cuerpo se siente una cárcel y queremos liberarnos. Cada día, veo más y más gente, más y más mentes. Y los cuerpos vacíos no son nada extraño. Algunos tratan de liberarse mediante las lágrimas, los cortes, la bebida, las drogas... todas son maneras de llevar la vida cuando no somos más que cristales rotos. Las causas son diversas, el final, un suspiro de alivio. -bajo la mirada unos segundos- Y tu, Sky, no se ni el cómo ni el porqué, pero te puedo asegurar que tus ojos no brillan ni la mitad que antes de la desgracia que te castiga, que tus latidos te molestan, que respirar te cuesta, y que vivir ya no es lo que era. Te puedo asegurar que por dentro de ese bonito palacio de cristal que tienes, las ventanas están rotas con restos cortantes.
>Y, por muy raro que me sea decir esto, lo siento, pero nadie, jamás, va a ser capaz de ayudarte, solo te tienes a ti, pero te temes a ti misma.-¿Por qué lo sientes?
-Porque me siento realmente impotente.
-¿En qué?
-Tu dices que mis ojos son arte, y que te gustaría que viviera por siempre solo por no tener que verlos nunca por última vez.
-Sí. Lo quieras o no, sois tú y tus ojos, ellos solos no me valen.
-Bien, pues a mis ojos y a mi, nos pareces una obra de arte, una obra de arte en vivo y en directo, una mente de cristal puro, que como el material, se puede romper en cualquier momento. Y siento la horrible impotencia de no poder pararlo, conservarlo, ni reconstruirlo.
-Debe de ser un sentimiento nuevo para ti. Uno horrible.
-Lo es.
-¿Y qué podemos hacer para que no te sientas así?
-Únicamente, poner mi confianza en ti Sky, tu eres la única capaz de obrar las maravillas y las desgracias que te ocurran.