A los 13 años una profesora me animó a que siguiera escribiendo, me sentí importante por una vez. Ella leía mis historias delante de toda la clase y a la gente le gustaban mis rimas, es difícil de olvidar esa sensación, aunque tampoco voy a decir que no se pueda, pero a esa parte ya llegaré más adelante.
A partir de allí cada vez escribía más hasta llegar a tal punto en el que quise ser escritora. Mala decisión. Ya tenía demasiado en lo que pensar como para entrar en un mundo imposible para darse a conocer.
Hace tres semanas cumplí 18 años así que decidí hacerme un piercing en la lengua y por estúpido que suene, por ello, mi novia me dejó. Por un simple piercing, supongo que las cosas iban mal desde hace un tiempo.
Gracias a ello me puse a escribir, suelo cambiar la temática y todo según mi vida personal basándome un poco en ella, bueno, bastante la verdad. Buscando un poco de imaginación para la historia encontré una página en Internet donde planteaban un juego. La idea era que cada vez que tuviese que decidir algo usase una moneda para escoger jugando al cara o cruz. Sonaba estúpido pero necesitaba algo para seguir con mi historia así que decidí coger mi moneda de cinco céntimos y jugar.
Ese mismo día a la tarde Malen me llamó.
-Emma, como hagas planes para el sábado a la tarde te mató.-grito al segundo de coger el móvil-.
-Tranquila chica, ¿que pasa?
-Tres palabras, recital de poesía y tú vas a participar.
-Espera, espera, ¿QUÉ?. Ni de coña, la última vez casi poto en el escenario, así que ni de coña.
-Vengaa!
En ese momento recordé la moneda, mierda, habrá que echarlo a suerte.-Malen, espera un momento, no cuelgues.
-A ti nunca.
-Eres tonta.- las dos nos empezamos a reír.
Saqué la moneda. Si sale Cruz voy, si sale Cara veo pesadilla antes de Navidad con mi gato. Echo la moneda al aire, como salga cruz me mató. Miro la moneda, lo que nadie se esperaba, Cruz, mierda. Vuelvo a coger el teléfono.
-Voy, pero como pase lo mismo que la última vez te mato.
-Tranquila, ese gilipollas no vendrá y si no lo mato con mis propias manos.
-Venga vale, pero tú también leerás algo, ¿no?
-Mmmm...Supongo, no tengo nada nuevo la verdad.
-Te obligo a leer.
-Vale, tranquila, voy a buscar algo.
-Bien, pues luego hablamos.
-Adiós guapa.
Cogí mi cuaderno y supe perfectamente cual.
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Esta no es la historia que quería.
RomanceComo pretenden que unas chicas sepan ya que es lo que quieren. Emma y Lena no saben nada de su futuro, sólo siguen las metas que decidieron desde pequeñas pero al final sus caminos se cruzarán.