Felicidades eres tú.

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Mi teléfono me ha despertado haciendo que me pegué un golpe en la cabeza contra la litera de arriba. Joder que ganas de quitar esta cama ya.
-¿Sii?
-Dime que no me ibas a dejar plantado en el recital, ¿verdad?-mierda el recital, se me había olvidado-.
-Claro que no.
-Ya claro- se nota por el móvil su tono de superioridad.
-Bueno adiós pesado, tengo que ducharme.-digo casi bostezando-.
-Hasta luego.
No sé si tengo la cámara cargada así que decidí comprobarlo antes de ducharme, prefiero dejarlo todo la noche anterior pero me quedé hablando por Skype con Amanda y se me pasó. Mierda.
Me ducho lo más rápido posible pero no puedo resistirme a pensar en lo bonito que tiene que ser fotografiar un cuerpo desnudo mojado por la ducha.
Tengo todavía 30 minutos para el comienzo del recital, como una tostada de las que me ha preparado mi madre y junto a mi cámara, mis cascos y mis gafas de sol, cojo el Long para llegar.
Mientras me dirijo hacia allí saco un cigarro y lo disfruto lentamente tomándome como el humo desfigura cada persona y cada edificio, igual que viviendo en un sueño sin final.
Llego allí y veo como algunas personas van inscribiéndose, yo en cambio cojo la tarjeta de fotógrafa y me la cuelgo al cuello.
Oigo como una chica le grita a otra feliz. "Emma, por fin has llegado,¿rápido cuál vas a leer?". Por mucho que me gusten los recitales de poesía no son muy famosos así que no es difícil que las 20 personas presentes escuchen a esa chica gritar. Esa tal Emma lleva el pelo corto hacia un lado pero lo que me llama la atención en esa mirada de estar en un sueño. Justo como el humo. Perdido y joder que búsqueda más hermosa.
La chica me mira y le sonrío. Alguien me abraza desde atrás y me levanta del suelo.
-Hola dormilona, ¿preparada para las fotos?
-Como siempre, ya lo sabes-en cambio mientras le hablo estoy más concentrada en volver a ver a esa chica que en la conversación.
-Lena, hazme caso.
-Sí, lo siento, qué decías.
-El recital va a empezar, vamos.
Fran me coge de la mano y me lleva a rastras. Tiene razón, el recital a empezado, tengo que sacar fotos, intento dejar de pensar en la chica, pero fotografiarla a ella sería una manera perfecta de que la gente viese lo que la poesía significa para las personas.

Esta no es la historia que quería.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora