12: Diciembre.

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Diciembre.

14 de diciembre del 2015

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14 de diciembre del 2015.

Ellie.

12:00pm.

— Por favor, solo unos días más—le supliqué a mi tía Janice, hermana gemela de mi mamá, a través de la video llamada vía Skype.

— Cariño, quedamos que para el veinte para que puedas pasar la navidad aquí—respondió, hasta en la pantalla sus fríos ojos azules, casi parecidos a los míos, se veían cansados.

— ¿Qué tal ese día? Es que no quiero despedirme tan pronto de papá...

— ¿Ahora te quieres quedar más tiempo, Jazmín? No lo entiendo, sí ni te querías ir a Nicaragua—dijo consternada.

— Cambié de opinión—dije con firmeza.

— Está bien, te cambiaré el vuelo para ese día, a ver si se puede porque es feriado...

Lo pensé por un momento, sí, era mejor entre más pronto...

— Está bien, no cambies la fecha, me iré el veinte de este mes—sentí un nudo en la garganta cuando el recuerdo de Owen apareció, yo intenté que todo nuestro noviembre fuera inolvidable... Sabía que estaba cometiendo un error muy estúpido, pero también debía pensar en mi futuro y si me quedaba en Nicaragua lo echaría a perder.

— Que niña tan indecisa eres, Ellie—comentó mi tía, ya no era la mujer alegre y parlanchina que había dejado cuando me vine a Nicaragua. Después de la muerte de mamá provocada por una sobredosis de drogas y alcohol, nadie volvió a ser el mismo. Ni yo...

— Lo sé, y gracias tía Jan—le agradecí sonriendo de lado.

— De nada, cariño, sabes que eres como la hija que nunca tuve—me devolvió la sonrisa y me despedí de ella.

Fui a almorzar porque papá me llamó, y le había negado a Owen que saliéramos ese día porque necesitaba arreglarlo todo sin que se diera cuenta, todavía no me atrevía a decírselo.

— ¿Crees que es lo correcto? —me preguntó mi padre cuando comíamos sopa de pescado, la cual odiaba y me dio ganas de vomitar al primer bocado.

— Papá, es mi vida, ya habíamos hablado de esto...

— Sí, y cuando lo hicimos ese chico, Owen, no estaba en tu ella—replicó volviéndome a ver. Con papá llevaba una buena relación por lo cual había decidido irme con él cuando se separó de mamá.

— ¿Ahora te agrada? —le vi levantando las cejas. No se llevaban mal, pero tampoco eran tan buenos amigos.

— Sí, por el hecho de ser nica, y porque él ha estado para ti en todo momento, Ellie, más que yo, que soy tu padre y debí estarlo, perdón por eso, amor—se disculpó viéndome con tristeza.

— Yo entiendo papá, tenías que rehacer tu vida aquí y no te juzgo por eso—dije ya agotada de tantas emociones aflictivas.

— Además, yo pensé que por él te quedarías conmigo...

— Ya lo hice diecisiete años, ¿no te aburro? —dejé a medias la maldita sopa.

— Claro que no, pero tampoco quiero perderte... —estaba triste desde ayer en la noche en la que le dije que mi decisión era definitiva. Me iría de vuelta a Londres, luego a Oxford, ya tenía una beca completa y no la desaprovecharía por un chico, aunque lo quiera demasiado.

— No lo harás, seguiremos en contacto y me irás a visitar, ¿no? —le dije levantándome y abrazándolo de lado.

— ¿Vos no vendrás si quiera?

— No, no quiero volver nunca más a este país, lo siento.

***

Owen.

19 de diciembre del 2015.

09:10pm

— ¿Mi amor?

— ¿Dime?

— Te amo.

— Owen, tenemos que hablar... —su tono no me gustaba nada.

— ¿Qué pasa, estrellita? —pregunté con un mal presentimiento a causa de su rara indiferencia desde que hablamos ayer en la noche.

— Es que—empezó y se separó de mi abrazo, estábamos en la casa del árbol que había en un parque cerca de mi casa—Sonará duro lo que tengo que decirte, pero primero... No quiero que dudes nunca de mi amor por ti, primero prométeme eso, Owen, por favor...

— ¿Por qué dudaría? —dije acercándome más a ella, pero se apartó bruscamente de mí—Ellie...

— Promételo—contestó secamente.

— No—me negué y volví a acercar, pero ella cada vez se alejaba de mí.

— Owen...

— ¿Sí?

— Me tengo que ir—dijo caminando a las escaleras para bajar. Le tomé su mano antes que bajara y le atraje hacia mí, para unir mis labios con los suyos en un beso.

No uno cualquiera a como pretendía en un principio, si no uno feroz y apasionado, donde un remolino de sentimientos se presentaron, posé mi mano en su cintura y la apegué más a mí, un beso lento que terminó siendo intenso y amoroso, me deleité con el danzar de nuestras lenguas y al mismo tiempo saboreé sus labios, en ese instante podía sentirlo todo: nuestros miedos, dolor y amor, amor en exceso hasta emocionarme y dejarme sin aliento, acaricié su cabello con mi otra mano mientras que ella acariciaba el mío y mi mejilla, ese beso me transportó a otro mundo, uno donde solo los dos existíamos y éramos felices, nuestra necesidad mutua y todo ese amor que nos teníamos se sintió tanto, porqué di todo de mí en ese maldito beso, sin siquiera saber que sería el último.

***

Ellie.

20 de diciembre del 2015.

3:08am.

Mis maletas estaban hechas y el ardor en mi pecho era soportable porque estaba acostumbrada.

Ya nada importaba.

Volvería a la vida que tanto amaba, ¿no debería estar feliz? Pero en cambio sentí una amargura terrible. ¿Por qué todo tenía que ser tan complicado?

Lo quería, como idea no tenía, pero no lo amaba... Por más duro que suene, no lo llegué a amar y tampoco quería hacerlo cuando me tenía que ir. "Me voy por un futuro  bien planeado desde los catorce", pensé viendo las fotos en mi mural, quería llevármelas pero si lo hacía no sería capaz de olvidarlo completamente.

Él no estaba en mis planes, y jamás lo estará.

Solo fue un amor fugaz y nada más...

Me enamoré de una estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora