Me enamoré de una estrella fugaz.

5: Mayo.

Owen.

16 de mayo del 2015.

— Sácalo rápido, ¡PLEASE! —sollozó Ellie a como pudo con el labio superior atrapado en una abertura de una lata de leche condensada.

— Y SE QUEDÓ PEGADAA, POR MARIADAA—dijo con tono de presentador del canal TNT8 mi hermana riéndose a carcajadas junto a Fabián.

— En vez de reírse, par de tarados, deberían ayudar—les reñí asustado y enojado a la vez, Fabián había cometido la estupidez de hacer un hoyo muy delgado y alargado a la lata y cuando ella estaba probándola su labio se quedó atascado en la estrecha abertura provocando que sacarlo fuese imposible sin arrancarle el labio.

— OH FOR GOD, PLEASE OWEN, HURRY UP AND CUT IT RIGHT NOW, HURT SO MUCH!!*>—sollozó en inglés y lágrimas asomándose en sus azulados ojos.

— ¿Qué dijo? —preguntó mi hermana.

— Que son unos idiotas por burlarse—le mentí buscando una navaja y toalla de mano entre los cajones de la cocina.

— No dijo eso...

— ¿Entonces para qué preguntas? —encontré lo que buscaba y casi corriendo me acerqué a la chica de mis sueños y actual lo que sea que seamos.

Con la mano temblorosa corte el resto de la tapa de la lata lentamente de modo que el aire comprimido saliera y así Ellie pudo sacar su labio del orificio donde había quedado atrapado. Le lancé la lata al noviecito de mi hermana y ésta lleno su camisa de miel provocando un gruñido de su parte y la burla de Melissa y Ellie.

— La próxima has el hoyo más grande como el que tienes en el cerebro—le dije fulminándolo con la mirada, y luego me acerqué más a Ellie para revisarle el labio, dos líneas sangrando a cada extremo del interior y exterior de su labio, le limpié la sangre con lentitud y delicadeza provocando que se apartara un par de veces al presionar demasiado. De por sí no me agradaba su primo, y su broma se me hizo de mal gusto, sobre todo porque ella casi lloró.

— Deberías calmarte, hermanito, no es para tanto—le defendió Melissa levantándose y acercándose a Ellie para acariciarle el cabello rubio. — ¿Es natural?

— ¡Claro que sí! —se defendió ella toqueteándose el labio.

— No puede haber un dorado tan intenso y bonito sin ser natural —explicó Melissa enredando sus dedos en el grueso cabello de Ellie.

— ¿Y qué hay de ricitos de oro? —sugerí guardando la navaja y lanzando la toalla al fregadero.

— Creo que esa también usaba tinte... ¿usaste Koleston o L'Oréal?—dejó de acariciarle el cabello y se fue a sentar de vuelta a la silla al lado de su novio en el comedor, donde él estaba comiéndose la leche condensada en su camisa y cuando mi hermana lo vio, gritó: —... ¡Fabián Missael Gutiérrez Zelaya! ¡¿Qué mierda estás haciendo?!

—Me limpio...

—Vaya, si no lo decís no me doy cuenta —replicó irónica mi hermana ayudándole a limpiarse en verdad.

Estábamos en la cocina de mi casa, iba a ser un día aburrido donde Fabián visitaba a mi hermana, pero a última hora se le pegó Ellie, y como ella me caía bien, muy bien, les preparé un rápido almuerzo y el postre "fue" la leche condensada pero ya sabéis como terminó eso...

Les había preparado mi especialidad: Churrasco, platillo que mi querida madre me enseñó a hacer cuando papá estaba vivo y ella no trabajaba casi todo el día.

—Owen—Ellie se levantó y tomó mi mano arrastrándome fuera de la cocina.

—Allá va la parejitaa—bromeó el novio de mi hermana con una sonrisa y mirada coqueta alzando las cejas veces seguidas.

Me reí y le saqué el dedo medio mientras Ellie me guiaba y rodaba los ojos. Le abracé por la espalda cariñosamente al llegar al patio de la casa y rió risueña por mi gesto.

Ella me agradaba, y mucho, era tan linda persona y con una extraordinaria personalidad, ni hablar de lo bien que la pasábamos juntos, y no la dejaría ir, porque me hacía un gran bien su compañía.

Y por eso me interesó en mayo...

No un interés cualquiera, más bien uno en especial donde pensaba en ella más de lo habitual, y cada situación que vivíamos nos acercaba más...

Y precisamente cuando estuve listo para un nuevo amor, apareció ella, oh mi linda Ellie, no dejaba de rondar en mi mente... si en febrero pase como loco con su recuerdo, ahora que la conozco cada día más estoy peor.

Pero no hay porque adelantarse a las cosas, todo a su tiempo.

A como decía mi abuela Sonia, "Para todo hay tiempo, menos para la muerte", así que me tomaría la cosas con calma y dejaría que fluyan a como debe ser y no exageraré este extraño interés que tengo en ella para que todo salga bien.

— Owen, tengo que decirte una cosa—me sacó de mis pensamientos y se zafó de mi abrazo dándose la vuelta para encararme. Desde aquel día de abril en la playa ella me dejó abrazarle las veces que quisiera, y es que era tan tierna que me provocaba abrazarla tanto como a un oso de peluche, además de mi deje cariñoso con mis amigas o personas que me caen bien.

— ¿Dime? —le dije tomando su mano y entrelazando nuestros dedos con una gran sonrisa porque me lo permitió y eso era un gran avance.

— Pues, es que... yo, eh, em, quería hablarte sobre mi... ah —intentó hablar, pero estaba nerviosa y usó muletillas cosa que demostraba que estaba insegura. Ella no era insegura siempre...

— ¿Qué pasa? —me alarmé, pero cuando ella iba a volver hablar su teléfono sonó con la canción favorita de alguien que antes me rompió el corazón:

Lately I've been, I've been losing sleep
Dreaming about the things that we could be
But baby I've been, I've been praying hard
Said no more counting dollars
We'll be counting stars
Yeah, we'll be counting stars.*<

— ¿Tía Sandra? ¿Le pasó algo  a papá?... ¿Entonces qué fue?...  ¡Hable ya!... No habla en serio... ya voy para allá—su hermoso rostro anteriormente con un sonrojo, palideció y el miedo se reflejó en sus claros ojos azules... Su labio inferior  y la mano que tenía entrelazada con la mía empezaron a temblar.

— ¿Ellie?

— Me tengo que ir, lo siento.

— ¿Pero qué sucedió?

— Mamá murió...

☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆

Notas.

[1]*> Traducción: Oh por Dios, por favor Owen, date prisa y cortalo ahora mismo, ¡me duele mucho!

[2] *<: Primera estrofa de la canción de OneRepublic - Counting stars.