8: Agosto.

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Agosto.

"Para morir de amor hay que tener tiempo" – André Maurois.

1 de agosto del 2015.

Ellie.

6:00pm.

Uno, dos, tres...

— No puede haber un "lo nuestro" ahora, Kyle, entendelo, no siento lo mismo...

— ¿Hay alguien más verdad? —Sonaba tan herido...

— Sí —dije con un nudo en la garganta.

Cuatro, cinco, seis...

— ¿Es él, verdad?

Dudé por un momento. ¿Sería lo correcto? —Sí.

— Ojalá te cuide—tomó su maleta y se levantó del banco donde esperábamos a que su vuelo de regreso a Inglaterra se diera—Eres una maravilla de chica, Ellie, y a ese chico se le notaba lo muy enamorado que está por ti.

Un nudo en la garganta se me formó y sentí un raro cosquilleo en mi estómago, la ilusión se albergó en mi corazón, ¿Owen enamorado de mí? Ha de ser un sueño seguro...

— Él no está enamorado de mí—negué levantándome también, él era muy alto, mucho más que Owen, sus rasgos afilados, cabello rubio cenizo y esos lindos ojos verdes que una vez me volvieron loca se posaron en los míos, sabía muy bien que le había roto el corazón de nuevo, el dolor reflejado en su mirada vidriosa, yo lo quería, pero no como él deseaba que lo hiciera, tuvo su momento pero no lo aprovechó muy bien...

— Yo sí—dieron la primera llamada para abordar el vuelo con destino a Londres, Inglaterra. Muy pronto yo tomaría uno...

— Kyle...

Siete, ocho...

Me abrazó muy fuerte y luego en un minúsculo instante sus labios estaban sobre los míos, un beso dulce y lento al cual no correspondí.

Ya nada era igual...

Al notar mi indiferencia dejó de besarme, se dio la vuelta y se fue a tomar su avión de vuelta a casa.

Mi casa...

Mi pasado había regresado en el mejor momento del presente.

"Pero no fue tan malo... Porque me sirvió de ayuda para salir de la confusión acerca de mis sentimientos por alguien..." pensé con lágrimas en mis ojos y una gran sonrisa.

***

11 de agosto del 2015.

Owen.

Me enamoré de una estrella fugaz.

O eso creo.

Pero de que cada día la quería más, no había ninguna duda.

Porque no hay que confundir el "estar enamorado" con un capricho o siquiera un "me gusta", son etapas completamente distintas y lejanas que con llevan su tiempo.

Pero yo ya tomé mi tiempo, dejé que las cosas fluyeran a como el destino quería que lo hicieran... Y este fue el resultado: el enamorarme completa y sinceramente de mi estrella.

De hecho, hace un mes le había apodado de esa forma: "estrella", a veces que digo que es fugaz porque la belleza de estas al recorrer el cielo era tan hermosa como la de mi amada Ellie.

Además que un día después de que papá falleciera en ese incendio en Guatemala hace tres años, le pedí a una estrella fugaz—raras de verse siempre en Nicaragua—que le devolviera la felicidad a mi familia, la que tenían antes de la muerte de papá, porque mi mamá se aisló en su propio mundo y empezó a trabajar de nuevo como doctora casi a tiempo completo, a mi hermana se le pasó luego de un año y pudo ser feliz a su modo, ¿y yo? Yo viví en un mundo gris y rasgado hasta que llegó Ellie a mi vida y la pintó de todos los colores del arcoíris, iluminó la oscuridad y zurció las cicatrices abiertas, cada momento con ella no solo era de risas, también se convirtió en mi confidente y fuente de apoyo y motivación... Podíamos contar el uno con el otro, aunque no la conocía del todo— y tampoco era mi mejor amiga— se volvió alguien importante en mi vida.

Ella también fue el deseo indirectamente concedido de aquella hermosa estrella fugaz...

— Listo—La princesa que no tenía un príncipe que la rescatara de su torre me habló mostrándome su trabajo satisfecha de sí misma.

— Te quedó raro, ¿eso es un pene?

— ¡No! Es su nariz —me reí a carcajadas provocando que mi mejor amigo, Nicolás Sevilla, tomara el dibujo para verlo mejor y riera conmigo.

— La pusiste difícil de adivinar, Ellie—bufó Jessie, la novia de mi mejor amigo.

— Como dibujante te mueres de hambre—me burlé tomándole una foto a su dibujo y subiéndolo a Snapchat creando el matiz de un penecito en la "supuesta" nariz de un hombrecito que dibujó porque jugábamos "Cranium".

— ¡Ay, los Van Gogh están hablando! Uh—se quejó Karen, mejor amiga de mi hermana, en defensa de Ellie, pero ésta más bien se reía de sí misma.

—Míralo tú misma—le enseñé el dibujo y abrió los castaños ojos como platos y se aguantó una risa.

—Ellie golosa—exclamó Regina, prima de ella y hermana de Fabián, con una vocecita que insinuaba otra cosa.

—Mejor juguemos algo más—sugirió Fernanda, amiga de la escuela— ¡Yo traje mi Jenga!

— Juguemos Jenga—le apoyaron Fabián y Melissa.

—Yo tengo un Twister... —empecé pero una canción de Imagine Dragons sonó interrumpiéndome.

— Ya vuelvo—declaró Ellie levantándose para contestar una llamada, varios en la sala le abuchearon cuando se fue a la cocina sacándole el dedo medio a todos.

—Ve a sacar el juego, loco—bufó Nico junto con su novia recogiendo y guardando lo que anteriormente jugábamos.

Me levanté y fui a la pequeña bodega consigo a la cocina donde se guardaban varias cosas como herramientas, muebles viejos, decoraciones para Navidad y por supuesto juegos de mesa, entre otros.

Al pasar por la cocina la vi, hablando a la par del refrigerador y de espaldas a mí, y cuando estaba dentro de la bodega alcanzando una cajita blanca en el último estante me detuve en seco al escuchar esas últimas tres palabras:

"Ariana, no se lo digas a nadie pero... Creo que me gusta Owen...".

****

Opale estos dos :oooo

Me enamoré de una estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora