7: Julio

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Julio.

27 de julio del 2015.

Owen.

Una ironía del tiempo: cuando empiezas a tener un buen presente, el pasado aparece para arruinarlo todo.

Como Betania en aquella noche de junio.

"— Mi ex—le había corregí a la chica que fue mi novia por catorce meses y un día me terminó por que "ya no sentía la magia del primer día", y a ello que nuestra relación no terminó nada bien. Luego agregué con amargura en el tono: — Cuánto tiempo sin dirigirme la palabra, Betania.

De esos asuntos me refiero—y me entregó una rosa negra. Mi querida ex novia llevaba un vestido corto de color jade y el antifaz negro combinado a la perfección con su oscuro y lacio cabello.

Juro por Dios, que yo no la invite.

Decliné ante su oferta y me moví, quedando al lado de Ellie y vi de frente a Betania, sus rosados labios se curvaron en una sonrisa falsa como las que usaba cuando no estaba contenta con algo pero era "cortés".

Gracias por tu ofrecimiento, Betania, pero me temo que no quiero cambiar a mi compañía actual por nadie más.

Es parte del tema, Joao, ¿no? No solo con ella vas a bailar siendo el cumpleañero —insistió, ella era de las que conseguía lo que quería a como sea.

Sabes que odio que me llames así —repliqué tenso ante la mención de mi segundo nombre.

Owen, creo que deberías bailar con ella—había dicho Ellie de repente separándose de mi lado sin antes dejar un beso en mi mejilla—Es parte de la temática, ¿no? Además que eres el cumpleañero, obvio no te puedo tener encadenado toda la noche.

Y se fue."

Realmente se fue de la fiesta.

Al día siguiente la fui a buscar a su casa, y la encontré en el mismo plan de las semanas anteriores: destrozada y sin vida.

Desde entonces no dejé de visitarla a diario, ayudándole con sus estudios que por causa de la depresión los había descuidado, yo pasaba con ella toda la tarde de los días que teníamos escuela, a veces acostados en el sofá y escuchando música, o simplemente hacíamos nuestros deberes escolares y los sábados y domingos lograba que saliéramos a algún lugar turístico o comercial en la ciudad, las noches de semana en las que me quedé hasta tarde y estaba su papá—el señor Zelaya era muy agradable y para nada parecido a su hija físicamente, pero los dos eran un intermedio entre introvertidos y extrovertidos—veíamos películas de acción y comedia para intentar subirle los ánimos a Ellie.

Del todo el tiempo en que la pasamos mucho más juntos, que fue casi dos meses, mis sentimientos por ella decidieron desarrollarse, algunos días solo pasaba pensando entre si era lo mejor o peor que podría hacer, considerando los días de gloria en la que los pasaba feliz con ella y al mismo tiempo los días de dolor y aflicción, ya sea por una discusión fuerte entre ambos sobre las formas de superar la muerte de su madre o las de malentendidos habituales entre "amigos".

Y los problemas que nuestra creciente "amistad" acarreaba no los podíamos ignorar, por ejemplo, la desaprobación de nuestros padres en que pasáramos tanto tiempo juntos y temían que descuidáramos nuestros estudios o la de mis amigos, de los cuales me distancie un poco fuera de lo común, en todas partes habían discusiones y desacuerdos tanto graves como leves.

Pero no importaba, porque siempre pasábamos bailando por la tormenta y nuestro arcoíris era de los más bellos. A pesar de lo odioso y confuso, era feliz a su lado, muy feliz...

Pero no era una felicidad cualquiera, oh no, no era ese tipo de felicidad que un amigo te da, ni la de tu familia, ninguna se comparaba al tipo que Ellie me daba.

Era una felicidad que llevaba colados otros sentimientos...

Como el de gustar, ella me gustaba y mucho, diablos, la pequeña atracción que había sentido en mayo se convirtió en algo más, una especie de cariño e interés amoroso.

¿Pero cómo no me iba a gustar? Era perfecta para mí, teníamos diferencias que nos complementaba y cosas en común que nos unían aún más, y siempre teníamos tema de conversación, me sentía muy cómodo con ella al hablar, abrazarla y besarle sus adorables mejillas, aunque siempre quise besarle de otra forma...

A veces quería decirle: "¡Me gustas, Ellie! Sos tan hermosa por dentro y por fuera que me dejas embobado por ti, y me tienes loco al pasar pensando solo en vos, te quiero preciosa, y me gustas muchísimo ¿ya lo dije? Quiero que lo tengas muy en claro para que jamás dudes de ello", pero las palabras se atoraban en mi garganta y no salían.

¿De que si yo le gustaba a ella? No lo sabía, era muy impredecible, nunca nos llamamos amigos, mucho menos "los mejores", ¿raro, no? Yo porque ya sabéis lo que siento y no quiero friendzonearla primero y perder mi oportunidad... ¿Pero ella? ¿Sentirá lo mismo que yo? ¿O ni un amigo siquiera me considera?

No soy alguien inseguro de sí mismo o con baja autoestima, pero tampoco tenía grandes expectativas sobre mí, mucho menos me esperaba que lo mejor fuera para mí, y ella era demasiado, era sorprendente y sin duda lo mejor, esperaba merecérmela...

— Owen—su melodiosa voz me sacó de mis pensamientos y entrecerré los ojos aturdido, otra vez me había quedado embobado viéndola y pensando sobre todo y nada a la vez.

— ¿Dime, preciosa? —respondí viéndole a sus claros ojos azules con los que soñaba cada día.

— ¿Te acuerdas de aquel chico del que te hablé el otro día? ¿El que fue mi novio? —Oh claro que sí, ese día que me lo contó un sentimiento raro se apoderó de mí y hasta hoy en día me di cuenta que eran celos.

— ¿Qué con él? —Segú ella me contó, fue un acuerdo mutuo el de separarse, aunque él haya sido el que le dio marcha a la idea primero.

— Vendrá a visitarme esta semana...

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NOTITA:

CHAM CHAM CHAMMMM

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Atte. Luxen_Herondale_A (Lyada Herondale).

Maldito wattpad no me deja publicar bien :l y me cambia los guiones.
t

Me enamoré de una estrella fugaz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora