Octubre.
16 de octubre del 2015.
Owen.1:10pm.
— Ow, te tengo que confesar algo antes que sea demasiado tarde—me dijo con una extraña determinación.
— ¿Qué cosa? —dije volteándola a ver. Estábamos en el área de comida rápida de Metrocentro*, y estaba viendo hacia la entrada ansioso de que ella llegara.
— Yo... tú...
—Pero conste, tiene que ser rápido porque ella ya va a venir y le tengo que decir algo importante que no puede esperar más—le interrumpí comiendo de mi helado de vainilla y chocolate.
—Estoy enamorada de vos, Owen—dijo con cuidado.
Eso no me lo esperaba.
Mucho menos de Fernanda, que siempre ha sido algo como mi mejor amiga del colegio, jamás llegué a sentir alguna atracción por ella, pero no porque fuera fea, de hecho era muy bonita y tenía a muchos de nuestro salón babeando por ella, sin embargo no se crearon sentimientos de ese tipo, simple y sencillo. Y no puedes forzar a nadie que sienta lo mismo que tú.
Me quedé en silencio intentando de procesar lo que me dijo, y le volví a ver a sus grandes ojos oscuros. Debía ser sincero y decirle que no sentía lo mismo.
—Yo...—empecé pero me interrumpió jalándome hacia ella y posando sus labios sobre los míos en un beso, el cual no respondí y me aparté incrédulo por lo que hizo.
Por más duro que sonara: no sentía nada por ella, nada que no fuera un afecto amistoso por los años que llevamos conociéndonos.
Un par de lágrimas se le escaparon, ella sabía bien que no le correspondería y que mi corazón lo tenía otra persona...
— Lo siento, Fer, vos sabes...
— Sí, pero, necesitaba que lo supieras porque me estaba carcomiendo el hecho de que vos estés suspirando por otra cuando bien podría ser por mí, no sé porque fui tan estúpida, sabía que terminarías con Betania y tendría mi oportunidad... pero ahora que te ves tan enamorado de esa tipa, Dios, creo que perdí toda esperanza contigo.
— Nunca la tuviste... —susurré apartando la mirada y al ver a la ventana observé a Ellie corriendo en la dirección contraria del mol*.
Pero que mierda... ¿Por qué se iba?
— Quién sabe, tal vez sí, pero fui muy cobarde—refutó levantándose al mismo tiempo que yo—Anda, ve tras ella, no seas tan cobarde como yo o mira lo que pasará...
— Fernanda, en serio, perdona...
— No pidas perdón por lo que no sientes—dijo con tristeza—Ahora ve, o será demasiado tarde.
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Me enamoré de una estrella fugaz.
RomanceFue lindo mientras duró... Pero lo mejor fue cuando terminó. *** La vi por primera vez en enero. Soñé con ella en febrero. Me la volví a encontrar en marzo. La conocí en abril. Me interesó en mayo. Bailamos en junio. Me confun...