Quitate la camisa

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Narra Dylan

Escuchamos como alguien trataba de entrar a la casa.

-¡No puede ser! ¡Cuando te vea se enojara!- es la primera vez que veo a Deina así, siempre esta sonriendo, jamas hubiera podido imaginar todo por lo que esta pasando.

-Tranquila, pensare en algo- tome su mano para tranquilizarla pero incluso su mano estaba temblando.

Escuchamos como abrieron la puerta y como alguien entró. Se escucharon pasos lentos y como chocaba con cosas y las rompía.

-E-esta borracho- quitó su mano de la mia y la puso en su boca aterrada.

-Solo hay que...- se abrió la puerta de la habitación dejando ver a un hombre de unos 40 años aproximadamente, con una botella en la mano, tenía el pelo negro, sus ojos eran cafes pero estaban rojos y sus dientes amarillos.

-¿Porque no estas en la escuela?- preguntó recargándose de la puerta.

-Y-yo me sentía m-mal- Deina estaba tartamudeando.

-¿Y tu quien carajos eres? ¿que demonios haces aquí?- esta vez me pregunto a mi.

-S-soy un compañero de clase, yo fui quien la trajo- estaba igual de nervioso que Deina.

-Asi que no te sirvió de nada haber dormido afuera ayer, sigues haciendote la victima- se fue acercando a Deina.

-N-no...- se levanto de la cama y se coloca al un lado de esta- Y-yo le insistí en que se fuera- Deina estaba retrocediendo pero choco con la pared.

-S-si señor, yo ya me iba- tome mi mochila.

-¿¡Ya preparaste la comida!?- pregunto ignorandome mientras sacaba el cinturón de su pantalón...eso no es bueno.

-N-no, aun no- Deina esta cubriéndose la cara con las manos.

-¡¡Asi que traes aquí a un hombre y ni siquiera has preparado la comida!! ¿¡para que estas en la casa entonces!?- comenzó a golpearla con el cinturón.

-¡Señor, detengase!- tome del brazo a su padre para que dejara de golpearla. Giro a verme confundido pero molesto.

-¿¡Sigues aquí!?- me tomo del brazo y a Deina del cabello y nos dirigió a la puerta pero solo a mi saco- ¡Largo!- me grito.

-Nos vemos mañana- pude ver como sonreía Deina antes de que me cerraran la puerta, pero su sonrisa me pareció un poco triste.

-¡Abran!- comencé a golpear la puerta, pero solo oía los golpes que le daba su padre a Deina- ¡Deina!

-¡¡Vete Dylan!! ¡¡porfavor!!- se escuchaba que estaba llorando.

-¡No me puedo ir asi!¡por favor Deina!- seguía golpeando la puerta pero esta vez escuche algo romperse, como algo de vidrio- ¿¡Deina!? ¿¡Esta bien!? ¡Dejenme entrar!

-¡¡DYLAN VETE!! ¡¡NO INSISTAS!!- su voz se oía quebrada, solo golpee una ultima vez la puerta y me subí a mi moto y me fui lo mas rápido que pude de ahí, no podría soportar escuchar como la golpeaban. Llegue a mi casa, estacione mi moto y entre.

-Hijo- me llamó mi madre acercándose a mi- Mmm...¿y tu amiga?

-No pudo venir- empeze a subir las escaleras-...Mi papá ¿cuando vuelve?- me detuve ya en el ultimo escalón.

-Regresa en una semana, el caso se atraso mas de lo acordado ¿porque?

-Por nada- seguí caminando hasta entrar a mi cuarto, azote la puerta y me tire sobre la cama.

Ella Es DiferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora