CAPÍTULO 2

27 1 0
                                    

La filmación del capítulo avanzaba sin problemas hasta que sucedió lo impensable... mi maquillista se cayó con un cable y se partió la mano, el crujido fue horrible, mi mal humor hizo de éste suceso una tormenta que nos obligó a suspender la grabación, Julie parece estar muy molesta conmigo por esto, la verdad no me interesa, he pasado de preocuparme por todo lo que ha pasado a una simple y malhumorada apatía que parece que todos en el set han empezado a odiarme, lo que más me molesta de todo es que nadie hace lo que debe de hacer, nadie se molesta en seguir los papeles tal como los he marcado para el capítulo, Nina está impaciente por irse, Nikki me visita en el set y hace todo más insoportable ya que me forza a seguir con el maldito teatro de que somos una pareja feliz y sé por experiencia que esto lastima a Nina pero ya no me importa, han pasado dos jodidos días de que acepté ese trato y ya no lo soporto.
Me quedo en la cabina de edición pensando en lo mucho que ha cambiado mi vida, cuando hace menos de un año me sentía increíblemente felíz, creía que nada malo podría pasar...
-Ian-la voz de Nina me sacó de mis pensamientos-¿Qué ha pasado?- la pregunta correcta es ¿qué no ha pasado?
-Nada Nina- su mirada denota preocupación y es ahora que me pregunto ¿qué nos pasó?
-No es cierto, Ian a mi no me engañas- tomó asiento frente a mi y me miró con sus hermosos ojos cafés- ¿es porque me voy a ir?-
-No- contesté inmediatamente, no quería que ella se fuera sintiendo que por su culpa yo estoy en este estado-Nina, no es culpa tuya, tu no tienes nada que ver en esto- su mirada recuperó un poco de la chispa habitual, nos habíamos amado, nos quisimos más que a nada...
-Ian, quiero que sepas que sea lo que sea que te pasa yo siempre voy a estar contigo, confía en mi y cuéntame cuando estés listo-dijo y me besó la mejilla, se retiró de la cabina no sin antes mirarme una última vez. Salí poco después de que ella se fuera con la esperanza de poder estar solo un rato hasta que vi a Nikki rodeada de fans y paparazzis a su alrededor, me acerqué lentamente a ella preparandome para dar una de mis mejores actuaciones.
-Ian cariño ya terminaste-su falso entusiasmo casi provoca que huya, besé su coronilla y suspiré antes de hablar:
-Sí, por fin he terminado- tuvimos qie firmar los autógrafos de los ahí presentes para poder subir a mi auto, ella se subió con su sonrisa habitual y me miró:
-Amo salir contigo en las notas de las revistas-su mano trató de tocarme la mejilla pero me alejé bruscamente, ella protestó un poco y luego continuó-Ya vas terminar de filmar esas escenas con Nina ¿verdad?-
-Sí, por fin lo lograste, se va a ir en cuanto terminemos la temporada- como no pude ver que ella no me quería cuando aun estaba a tiempo
-Que bien, ella no debe de estar cerca de ti-
-Tu tampoco deberías de estar cerca de mi, eres lo peor que me ha pasado- ella soltó una carcajada.
-Pero gracias a que nos casamos ahora tienes más fama y yo también- entonces eso quería, ella quería mi fama.
El día transcurrió con normalidad, evitando a Nikki mientras estaba en casa y tratando de encontrarle sentido a este desastre.
Al día siguiente llegué al set cansado de lo mismo.
-¡Ian!-gritó Julie-¿Hoy no vienes de mal humor? Ya llegó tu maquillista, te aviso que es mujer- dijo y dando media vuelta se fue; una nueva maquillista... pero que problemático esperemos que la chica no sea una pequeña idiota, crucé la calle en dirección al lugar donde colocaron una carpa a modo de camerinos, llegué y me senté en la silla repasando mis diálogos hasta que por el espejo vi aparecer a una joven con el típico cinturón de bolsa donde cargaba varias brochas y cosas típicas de un maquillista.
-Ian te presento a Molly (Nota de la autora: colocaré el nombre de Molly para hacer más sencilla la narración, pero el nombre puede ser cambiado por el nombre de cada uno de ustedes) Hopkings, tratala bien, debido a tu reciente actitud tuvimos que contratar una nueva maquillista porque nadie quiso lidiar contigo- la chica era bonita, ese tipo de belleza por el que yo tenía una pequeña debilidad: morenas.
-¡Hola Ian!-dijo sonriendo, otra con animo de felicidad infinita.
-Hola Molly puedes simplemente comenzar, no tengo ganas de saber si este era tu sueño dorado o si soy tu artista favorito o cualquier otra chorrada-concluí y ella simplemente rió.
-Vaya que tienes un humorcito y para que te lo sepas-dijo al tiempo que empezaba a tomar cosas del tocador y su cinturón-este no es mi sueño dorado, tu no eres mi artista favorito, me importa muy poco lo que pienses y acepté este trabajo, a diferencia de lo que piensas, porque necesito el dinero- concluyó al tiempo que me colocaba polvo para la cara-abre la boca- la abrí impresionado por lo que dijo y por la manera de trabajar de ella, a pesar de ser mujer era bastante ruda al maquillar y mover mi rostro para hacerlo- Ya estás puedes irte- dijo quitándome un papel que había colocado en el cuello de mi camisa.
Caminé hasta el auto listo para ir a la casa de los Salvatore para continuar en la escena en la que nos habíamos quedado, al llegar me encontré con una sorpresa que no hizo más que hacer que mi humor empeorara: el amante de Nikki estaba parado frente a la casa de los Salvatore con una caja negra, tuve que contener con todas mis fuerzas las ganas de golpear al idiota.
-Ian-dijeron a mis espaldas-has memorizado ya tus líneas-cuando me volví Nina solo se rió de mi-te han puesto los labios excesivamente rojos- maldita chica...

Al Diablo El Maquillaje Donde viven las historias. Descúbrelo ahora