CAPÍTULO 13

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Ian
Dejé a Nikki sola y simplemente me fuí, conduje sin rumbo alguno durante horas hasta que me quedé sin gasolina, enojado golpee el volante y bajé, no había nada cerca, al parecer había abandonado la ciudad y ni cuenta me había dado. Llevaba un rato afuera cuando ví que un auto enfilaba tas el mío, era de madrugada por lo que el miedo me comenzó a devorar, me acerqué y ví bajar a Nikki del auto; todo el miedo que sentí antes se evaporó dejando paso a la ira.
-¿¡Me estabas siguiendo!?- le digo acercándome a paso rápido.
-L-lo s-siento-tartamudea-Quería saber si estabas bien-murmura-solo vamos a casa quieres-su voz se oye estrangulada por el llanto.
-No me puedo ir-Inspiro con fuerza-no dejaré mi auto aquí-ella me mira y hace un amago de sonrisa.
-Ya he llamado a una grua-dice con su voz extraña-ya le he dado la ubicación-asiento levemente y me preparo para la tortura que será el viaje a casa; nada parece ir bien en mi vida desde que descubrí lo de Nikki.

Me siento bloqueado, la sensación de estar haciendo las cosas mal me supera...
Al llegar a casa miro las maletas en la entrada y simplemente me planteo la idea de salir huyendo de ahí con todas mis cosas y lo que me queda de integridad o alguna mierda así, por qué justo ahora el único lugar donde realmente quiero estar es entre sus brazos pero ella no está aquí, está en su casa probablemente tratando de superar lo que le hizo ese hijo de perra. Abro y cierro los puños sin saber que hacer, la frustración me sobrepasa; estoy a punto de huir cuando Nikki me trae de vuelta a la realidad, está frente a mi extendiéndome un folio con su firma...
-Es un preacuerdo de divorcio-murmura y mira el folio y luego a mi, y como por arte de magia ella vuelve a ser la sería y poco sensible Nikki de cuando me dijo que me engañaba-en él se específica que ante cualquier medio fuiste tú el que me fue infiel, no te pediré dinero- su voz carente de emoción me provoca náuseas-durante todo el proceso del divorcio estarás al lado de...-como sí el mero hecho de pronunciar el nombre de Molly hace una pausa, respira y continua-esa... joven-
-Esa joven se llama Molly-le recuerdo con voz estrangulada de rabia.
-Como sea, ella estará en medio del huracán, y tienes que recordar cómo de celosas son tus fans-entonces lo entendí, Nikki quería que Mols pasará por el mismo desprecio que ella pasó cuando salió a la luz lo nuestro-lo de mi aventura no se sabrá y me quedaré con esta casa-le arranqué el papel de las manos y lo leí detenidamente, sin prisa, comprobando que no me mintiera.
Después de todo su acuerdo no estaba mal, a excepción de lo de Molly, no tenía ganas de someterla a esa presión.
-Bien-levante la vista y me deleite con su expresión de asombro-mañana después de que lo revisen mis abogados te lo entregaré-guardé el documento en el bolsillo interno de mi chaqueta y me giré para tomar mis cosas y largarme de ahí.
-¡No puedes irte!-me dice rabiosa, me giro para encararla y su mirada refleja desilusión que inmediatamente oculta, igual que cuando actúa...igual que cuando me dijo que sería fiel.
-Claro que puedo-digo e inmediatamente pongo rumbo a la salida.

Después de alejarme unas cuadras llamo a un taxi y divagó mientras lo espero, sé que lo que tenía con Nikki está perdido y no hay nada que pueda hacer para rescatarlo...
Una vez en la habitación del hotel al que he llegado me doy cuenta de la gravedad de firmar el documento de mi bolsillo, aceptarlo significaría exponer a Mols a la misma crítica que recibió Nikki cuando abandoné a Nina, jamás olvidaré las notas extrañas en su auto, las alimañas muertas en la puerta de entrada; simplemente pensar en eso me hace sentir culpable de haber involucrado a Mols en esto. El sueño me vence y me impide seguir torturandome con el tema.
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El estúpido sonido del teléfono me despierta, una llamada a estás horas no puede ser nada bueno. Me estiró por el móvil para contestar, ni siquiera compruebo quién es.
-¡Estamos en problemas Ian!– la voz de Molls logra que me despierte del todo y le preste atención,su voz está teñida de desesperación y eso me aterra.
–Cálmate Mols–le digo procurando sonar más despierto que  al principio–¿Qué ocurre?–
–Enciende la televisión– me ordena sin perder la nota de desesperación de su voz.
Busqué el control de la televisión por toda la habitación hasta que sí con él y encendí el televisor.
–Listo–murmuré–¿qué canal?–
–Cualquiera que tenga noticias de la farándula–dice ella, cambio distraídamente los canales hasta que me congelo al ver en uno, una foto de Mols y mía en el restaurante que tanto me gusta, la foto estaba tomada desde el interior por lo que el rostro de Mols era completamente claro así como el mío, subo el volumen del televisor para escuchar lo que está diciendo la reportera quién mira la foto en una pantalla que seguramente está frente a ella y asiente.
–Esto nos demuestra que aún podemos tener fe en que nuestro sexy vampiro enmiende el error cometido al estar con Nikki, aunque también deja en tela de juicio la veracidad del amor que tanto se juraban, por el momento sabemos que la chica es su maquillista y que ya han sido vistos en otros lugares juntos...– la mujer continuó hablando pero yo simplemente me quedé petrificado en la cama, ahora era público, habían identificado a Mols y muy probablemente ya no la dejarían en paz, inmediatamente me levanté y busqué la llave de la habitación.

Cuando llegué a casa de Mols ella ya estaba esperándome afuera con unos lentes de sol enormes, se acercó y se subió al auto, olía maravillosamente bien, como a flores recién cortadas y a pesar de que aún se podía ver el morete en su rostro no podía dejar de pensar en lo bella que era, así que indeciso solo tomé su mano y la acaricié mirando su expresión preocupada.
–¿Qué vamos a hacer?– la miré fijamente y sonreí.
–Me voy a divorciar de Nikki–le digo esperando que se ceño se relaje pero al contrario se vuelve más marcado.
–Pero eso no resolverá esto–dice y no logro descifrar si está molesta o simplemente asustada.
–¿Por qué no lo haría?–le pregunto extrañado.
–Porque se repetirá la historia, será lo mismo que con Nina y Nikki–murmura y es entonces que caigo en cuenta, Nikki también fue mi amante y por eso se acabó lo que teníamos Nina y yo, y esa simple acción perjudicó sobremanera la imagen pública de Nikki. Pero entonces también recuerdo las palabras de la reportera, nadie quiere a Nikki conmigo...–funcionará–le digo con la esperanza de estar en lo cierto–esto resolverá todo, solo que ahora hay que hacer más apariciones públicas– la miró directamente a los ojos a través de sus lentes, sé que duda que funcione, se muerde el labio con fuerza así que no resisto el impulso y paso un dedo por debajo del labio de ella para liberarlo, me acerqué y besé suavemente sus labios y me separo lentamente–te quiero, y eso debe de ser suficiente, ellos lo sabrán y me entenderán, tenemos que enfrentarnos a esto, no podemos seguir ocultándonos–mis palabras se oyen más seguras de lo que me siento en realidad pero la necesito, la quiero con locura y no permitiré que algo como esto nos separe y nos haga distanciarnos, ella se acerca a mi y une nuestras frentes, se retira un poco se quita los lentes y entonces mirándola a los ojos digo–te prometo que estaré para apoyarte en todo momento, no te dejaré sola–una sonrisa sincera aparece en su rostro y asiente. Justo en este momento pienso que nada puede salir mal...

Al Diablo El Maquillaje Donde viven las historias. Descúbrelo ahora