- Cinco años después, 2016 -
- Katherine – gritó una voz masculino –, hay alguien que quiere verte.
Le hice caso. Me acerqué hasta la puerta de nuestro apartamento. Si nuestro apartamento. Me había mudado a la cuidad, junto a Blair. Juntos habíamos comprado un apartamento y me había ayudado con nuestro nuevo negocio, un establo en la cuidad, con la misma idea que el de Holmes Chapel pero ampliado. Y por ahora nos iba muy bien.
- Cariño – dijo Blair –, recuerdas la chica esta que era tu mejor amiga hace años.
- ¿Alexander? – asintió.
- Ha llegado dijo que tenía que decirte algo, pero que estaba muy ocupada y que volvería más tarde.
- Siempre le ha gustado hacerse la ocupada empresaria – reí.
Terminé lo que había dejado a medias, nuestro desayuno. Blair se acercó por detrás y palmeó ligeramente mi trasero.
Blair y yo no teníamos nada. Nada definido, exactamente no sabíamos qué éramos. Nos besábamos, dormíamos juntos e incluso nos habíamos duchado juntos. Pero nunca habíamos llegado a ser novios, aunque los dos, en gran parte, lo deseábamos.
- Blair, vete ya para el establo – le ordené –. Recuerda que tengo que prepararlo todo, mañana viajamos a Holmes Chapel.
Me renuncié a cerrar el pequeño establo del abuelo, y Aaron se prestó a encargarse de él. Pero de todas formas muchos de los fin de semana viajábamos hasta allí para asegurarnos que todo estuviera en orden.
Pensaréis, ¿dónde te has metido Katherine? Sólo tienes 21 años y llevas dos comercios. Lo había mamado, ser empresaria era mi futuro, mi padre me lo había implantado desde pequeña. Además Aaron y Blair eran una gran ayuda.
Mi iPhone comenzó a vibrar. Lo saqué de mi bolsillo rápidamente. "Alex". Atendí.
- ¿Alex?
- La misma, recuerdas aquella prima irritante de la que te hablaba hace tiempo – dijo con egocentrismo en la voz.
- Sí, ¿qué pasa con ella?
- Pues que ha oído hablar de tu establo y quiere apuntarse.
- No hay problema – dije –, se puede apuntar hoy mismo. Si te acercas al establo allí está Blair y la puede apuntar.
- Pero... – hizo una pausa ¿no hay unos requisitos ni nada?
- Nop – dije convencida –, pueden apuntarse todo tipo de personas.
- Pues nada más – dijo algo desilusionada.
Ignoré su desilusión y comencé a guardar nuestras cosas en dos pequeñas maletas. Íbamos sólo un fin de semana, pero debíamos llevar más cosas aparte de ropa.
Terminé las maletas y me acerqué hasta el establo.
Blair ya había acabado todo así que decidimos ir a un restaurante a comer. Después de media hora tratando de elegir el adecuado optamos por un mísero McDonnal's. Habíamos madurado bastante en estos años, pero no lo suficiente como para dejar la comida basura de lado.
Después de una rápida comida nos montamos en el coche de camino a casa.
Encendí la radio
- Y ahora vamos con el nuevo single de One Direc... – no le dejé terminar y apagué la radio tan rápido como la encendí.
Es difícil olvidar a una persona si todos los medios de comunicación, absolutamente todos, hablando de él, de su música, de su éxito, de su grupo, sus novias de una noche y demás.
Era difícil aceptar que antes éramos solamente dos adolescentes unidos por la música y el amor, y ahora éramos dos personas separadas por aquella misma música que un día nos unió.
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Estos últimos capítulos son cortos, ya lo sé, pero es que no puedo desarrolarlo más.