En el jardín de niños: mejores amigos

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El pequeño de cabellos negros dormía plácidamente sobre su cama en forma de cohete, anoche se había ido a dormir pensado en dulces y autos de color rojo después de darle mucho trabajo a sus padres para poder enviarlo a la cama. Aquel niño era el tesoro más grande de Dan y Amanda, lo amaban demasiado y no querían otra cosa que verlo sonreír siempre, por eso quizás Lucas era tan consentido.

La mujer castaña y de sonrisa cariñosa entró en la habitación del pequeño, aquella era absolutamente reconocible pues la puerta estaba pintada de azul, su nombre yacía en la parte superior en color blanco y había calcomanías de cohetes y autos a lo largo de la madera; caminó despacio hasta sentarse junto al cuerpecito de su hijo que parecía muy a gusto entre el calor de las sábanas, tocó su hombro y con un movimiento ligero se dispuso a despertarlo.

-Lucas, pequeño-susurró la mujer con dulzura-despierta o llegarás tarde

Las sábanas rodearon más su cuerpo y el niño parecía reusarse a despertar, sus puñitos se cerraron alrededor de la almohada y sus labios formaron una sonrisita.

-vamos dormilón-Amanda rió suavemente y acarició las mejillas parcialmente rosadas del niño-

-domí...-murmuró el pequeño, aunque en realidad había querido decir <dormir>, sin embargo con cuatro años de edad por supuesto que a Lucas se le dificultaban algunas palabras-

-pero hoy hay escuela-le explicó su mamá con el objetivo de que despertara-ayer estabas muy emocionado por que llegase el lunes

Abrió despacio sus ojitos, con pesadez y sueño, claros y hermosos se dejaron ver con un toque de diversión pues el niño sabía que debía ir a la escuela a pesar de negarse.

-¿pinta con coloes?-habló algo adormilado-

-colores-le corrigió su madre con una sonrisa-veo que aun tienes problemas con la r

-¡no cieto!-se quejó el infante haciendo que sus mejillas adquirieran color-

-vale, lo siento-la mujer castaña se levantó de la cama-¿listo para la escuela?

-¡sí!-Lucas asintió enérgicamente-

-bien-ella se agachó para dejar un corto beso en la frente de su pequeño ángel-papá vendrá a alistar, yo iré a preparar tu desayuno ¿de acuerdo?

-¿jugo y afes?-preguntó mostrando sus dientecitos, refiriéndose a <jugo y waffles>-

-sí, cariño-le respondió Amanda y enseguida salió de su habitación-

Lucas, muy animado bajó de su cama haciendo que sus sábanas dieran al piso junto con él, al darse cuenta las tomó y haciéndolas una bolita las volvió a colocar en su sitio. Él sabía que primero debía ducharse y cepillarse los dientes así que buscó debajo de su cama un banquito color verde, lo arrastró hasta la puerta del baño y se subió para poder abrirla, era mucho más fácil que pararse de puntitas para poder alcanzar correctamente la manija.

-¡eh, campeón!-una voz masculina le hizo girar su cuerpecito-

Sonrió al ver a su padre en el umbral de la puerta.

-mami dijo tú ayudame poque fue a pepalar afes-le explicó el pelinegro de manera relativamente entendible, haciendo sonreír a Dan por lo tierno que era-

El hombre de cabellos oscuros, por quién el pequeño lo había heredado, caminó hasta su hijo, lo tomó en brazos y después de colocar el banco en su puesto abrió la puerta del baño para alistar al niño, y que pudiera irse a la escuela que en realidad era el jardín de niños.

Detrás del CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora