Con Odell
Mire al gigante que estaba a pocos metros de mí. Su mirada era penetrante, haciendo que una oleada de adrenalina y nervios recorriera todo mi cuerpo, como si este supiera lo que iba a pasar en pocos segundos. Fue cuando volví a pensar en Adelina, tenía que acabar con el rápido, pues no estaba seguro si él era el único en esta casa o tenia compañía.
– ¿Estás solo? –Me atreví a preguntar, haciendo que él me diera una no muy agradable sonrisa.
– Eso es algo que no es necesario que sepas- El me respondió haciendo que un escalofrió recorriera mi espalda, por alguna razón no estaba seguro si esto era legal en el torneo, o mejor dicho si esto estaba permitido. Pues él tiene una mirada que hace pensar que tiene toda la intensión de matarme; su sed de sangre se notaba a lo lejos. Pero esto solo hizo que me diera cuenta que estaba solo, pues tendrían la confianza de que el podrá acabar conmigo sin ayuda.
– Estás solo. –Esta vez afirme en vez de preguntar, el frunció el ceño mientras apretaba sus puños con fuerza – Por como reaccionas me haces creer que estoy en lo cierto; y los otros solo eran una distracción... Unos señuelos para alejar a Matt de aquí. –Sus ojos se volvieron más oscuros – Ahora la pregunta seria... ¿Por qué? –El silencio se hizo presente por varios segundos.
Lo que me hizo intuir que estaba en lo cierto.
¿A dónde llevarían a Matt?... Me pregunte con algo de ansiedad. Tenía que admitir que me preocupaba un poco por él, porque aunque él fuera Hijo de uno de los tres grandes Dioses, no significaba que era inmortal, al contrario, Afrodita me dijo que a los 18 seriamos convertidos en inmortales y nos convertiríamos en Dioses. Pero Matt no era mayor, tenía 16, por lo que si le pasaba algo bastante grave podría llegar a morir, y jamás, pero jamás me perdonaría si eso llegara a pasar.
Escuche la risa de nuestro amigo del grandote.
– Luego lo sabrás –Expreso mientras se abalanzaba hacia mí.
Como pude esquive el primer golpe que iba directo a mi hermoso rostro, vamos, sea cual sea la situación en la que este, mi ego estará presente. Retomando, con mucha suerte esquive el segundo que iba dirigido a un costado de mí, pero el tercero sin impacto en mi abdomen, haciendo que tosiera algo de sangre. Avivadamente contraataque acertando dos puños en su rostro y uno en su abdomen, pero esto solo hizo que se enfureciera más de lo que estaba.
Golpeo con tanta fuerza mi rostro que hizo que me cayera quedando acostado boca abajo, con esfuerzo me pude arrodillar, el me agarro de la camisa y me estaba levantando. Invoque una manoplas (O Mancuernillas) en mi mano izquierda, haciendo que cuando el terminara de levantarme, golpeara con toda mi fuerza su mandíbula con mi mano izquierda. El me soltó y se alejo varias pasos, note como sangraba por la boca, mire mis nudillos estaban blancos y me dolían mucho.
Fue cuando un olor llego a mí, haciendo que me distrajera de mi no tan amigo el gigante. Olía como a humo; Algo, obviamente se estaba quemando.
Con razón necesitaban a Matt lejos de aquí... Pensé en ese momento.
– Si estuviera aquí el Hijo de Poseidón sería un gran problema para nosotros... ¿No crees? –Dijo él mientras se limpiaba la sangra con su mano, en ese momento en realidad me moleste. Aquí estaba Adelina, necesitaba sacarla rápido de aquí.
– ¡Oh, vamos!... –Dije con gracia en mi tono – ¿Y qué especulabas? –Le interrogue haciendo que el alzara una ceja. – ¿Qué el compañero del Hijo de Poseidón era débil? Lamento decepcionarte grandulón –Dije al tiempo que invocaba un arco y que en mi espalda apareciera un bolso con flechas. –No solo soy el Hijo de la Diosa de Amor –Saque una flecha del bolso y la posicionaba en el arco y apuntaba – También soy Hijo de Hefesto... Dios Herrero –Lance.
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Hija de Hades
Teen Fiction- ¿Quien se enamoraría de la hija de Hades?-Dijo ella riendo de lo estúpido que sonaba eso. - Yo lo haría-Dijo el con una sonrisa verdadera, no como la de ella. - Suerte al encontrar a la ''Hija de Hades'' -Dijo con sarcasmo, mientras...