Días grises, el gris se hace un poco más claro

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Llegué a la prepa para solo llegar y postrarme en el banco observando como un ente todo cuando llegó Zed bromeando y noto mi depresivo estado de humor
-¿Qué te pasa?¿Estas bien?-
-Si; no es nada solo que...- ahí voy yo como buena masoquista tratando de esconder lo evidente -no,no pasa nada- le sonreí tristemente.
-Se que tienes algo, tu no eres así, anda dime-
-Realmente no importa se me pasará-
-No lo creo-
En ese momento ya le conté todo sobre la existencia de Daniel y como fue que terminamos.
-No imagino lo que puedas estar sintiendo por que nunca he tenido novia pero se que ha de doler, soy tu amigo y te apoyaré, si tu estas triste te haré sonreír-
-Gracias pero no es necesario- le volví a sonreír tristemente y el me regreso una sonrisa que irradiaba felicidad y seguridad, era más que obvio que se propondría a hacerme reír.
El resto de esa semana estaba tan triste que muy pocas veces despegaba la cabeza del pupitre pero Zed no paraba de hacer muecas graciosas y tratar de hacerme cosquillas aunque los profesores estuvieran en frente de nosotros, un día simplemente se le ocurrió quitarme mi marcatextos azul mientras subrayabamos algo en la clase de ciencias sociales y le puso un sticker de ying-yang y luego empezó a pegarme tanto en la lapicera, mi frente y el banco otro tanto de stickers de Patricio estrella y otras tantas figuras hasta que vi la de Patricio estrella tenía una cara muy divertida.
-Jajajaja...oye;ya,te quedarás sin stickers-
-No importa, dije que te iba a hacer reír-
Esas palabras me hicieron sentir bien, hace tiempo que nadie se preocupaba así por mi, debería de sonreír por el; es mi amigo y capaz con mi estado depresivo el también se pondría serio.
Después de eso volvimos a estar como antes tonteando y riendo por cualquier cosa y todavía hasta la semana siguiente pero en esa semana paso algo interesante; un día de esos el estaba comiendo muchos cacahuates garapiñados y luego los dejo y empezó a sujetarse el pecho
-¿Qué te sucede?- pregunte intrigada
-No es nada se me pasará- dijo Zed aun tocandose el pecho.
-Como que no es nada si te vez mal-
-Es por comer azúcar, espera dejame termino de morir y te explico- se que así como otros tres minutos, se tranquilizo y respiro ondo.
-Normalmente yo tengo que comer cierta cantidad de azúcar al día y no debe ser más ni menos por que sino pasa lo que viste y después puede ser peor-
Eso lo explica bien y debe de tener un buen por que, me gustaría conocerlo pero mejor no pregunto no quisiera verme muy metiche.
-Bueno verás; esto pasó por que a mi me encanta cocinar y casi siempre me la pasaba haciendo postres y recibía mi dosis diaria de azúcar hasta que terminando segundo semestre nos mudamos y los moldes y refractarios se los quedó una tía mía y por un largo tiempo no comí azúcar, me sentí mal y me llevaron al doctor para que el me dijera lo que ya te había dicho antes, hasta cierto punto esta bien- solo sonrió.
-Entonces estarás bien mientras estés en tu punto medio, suena bien-
-Si, yo seguiré disfrutando la vida-
Suena bien aún que seguirá dando algunos sustos pero pues ya que jaja...Cada vez más se acerca mi fiesta y cada día es más caótico que el otro vaya que si, como odio que mi primo no haya aceptado bailar conmigo toda la noche de ese día, nimodo tendré que improvisarlo a ver que sale.

Contigo o sin ti mi vida sigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora