El tiempo solamente pasa y pasa

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Iba transcurriendo la segunda semana de clases aunque los trabajos en clase y tareas eran muy ligeras y las clases aun eran muy amenas.
Por alguna razón me sentía como en el mismísimo infierno, yo solo quería llegar a casa para hacer tarea y poder conectarme pero sin embargo me llamó la atención Zed, aun y que hubiera chateado con el todo el fin de semana no lograba grabarme su nombre pero ya lo podía identificar en el salón, solo volteaba atrás para ver como mataba el tiempo en el salón y veía los típicos grupitos de adolescentes charlando y a Zed solo lo veía comiendo cada vez que volteaba, por Dios ¿ese hombre nunca deja de comer o qué? Pero me pareció buena persona.
Ya el martes le dije por chat que si quería venirse con nosotras ya que quedaba un banco solo ahí y que nos podríamos llevar bien todos por que teníamos en común que nos gusta el anime y masomenos los mismos géneros musicales y el aceptó.
Daniel ahora parece un poco más distante solamente se la pasa quejando de su hermana y que cuando estoy en clases el juega su preciado Black Ops y Assasian's Creed aunque a lo mejor es una etapa no hay de que preocuparse y puedo sobrellevarlo ya que tengo a Zed parece buena persona y apenas lo estoy conociendo de seguro será un muy buen amigo, nuestras charlas son buenas y muy amenas.
Ya llegado el día tan ansiado "miércoles"; el día que Zed comenzaría a juntarse con nosotras.
Siempre charlabamos y reíamos de cosas tan absurdas pero divertidas, hacíamos muecas y hablábamos de comida ya que el siempre estaba comiendo aún que aun se me hacía impresionante como le podía caber tanto en el estomago y hasta bromeamos con respecto a eso y llegamos a la conclusión de que tiene un agujero negro en vez de estomago.
El era de las pocas personas por las que me deprimía por no poder verlas en fin de semana pero no podía ir a visitarlo por que uno, mis padres no me dejan visitar amigos varones y dos, ni siquiera sabía donde vive así que excusas más bobas no me pude inventar.
Brincamos de semana y una sorpresita inesperada me llegó...

Contigo o sin ti mi vida sigueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora