- ¿Que pasa, Cariño?... ¿En verdad no piensas comer?- Frunce el ceño al momento de negarme a comer un bocado de filete de carne puesto frente a mi.
- Lo siento, pero no tengo hambre en este momento.- Lo miro y solo baja su vista hacia el filete de Carne.
- Entonces seré yo quien me coma este delicioso filete.- Sonríe, toma un cuchillo para trozarlo en pequeñas partes.
Fijo mi vista a la ventana, trato de ser disimulada y no dar a notar que muero por saber que es lo que Louis esta haciendo en estos momentos. Pero es imposible ver desde aquí y es bajo de mi parte estar espiando.
Pestañeo y al momento Ryan me incomoda con su mirada fija en mi…
- ¿Qué pasa?- Su voz suena como en un interrogatorio y lo único que me queda es hablar. Absolutamente no. Embosco una sonrisa y lo veo como si todo lo que me rodea en la cabeza se esfumara.
- Tengo Antojo de un helado de Chocolate. ¿Podemos ir por uno?- Tomo su mano y me acerco en busca de sus labios. Deposito un lindo y ligero beso en esos carnosos labios rozados.
Ryan no es estupido, Ryan tiene el cerebro mas formado que el de un chimpancé. En cualquier momento sabrá que pasa, sabrá por que no quiero probar un bocado. No es un idiota como para no darse cuenta que sufro por Louis, por Ambos… Lo mejor que queda es seguir como antes aunque no sea igual haré un esfuerzo.
Me mira con un brillo incontrolable puesto en sus ojos, Sonríe como todo un niño pequeño y aprieta mis manos transmitiéndome su amor.
- Haré lo que usted me pida.- Susurra cerca de mis labios. Trato de sonreír, ante sus ojos lo logro pero dentro de mi, eso sonó horrible. Si yo pudiera pagarle todo lo que ha hecho por mí estos años, me quedo corta.
Ryan ha sido un tutor en los negocios y un gran compañero, en la amistad como en las relaciones amorosas. No lo merezco.
- Con un aventón a la heladería me conformo.- Me retiro al momento de que se pone de pie. Me recargo en la pared en lo que Ryan toma su saco del perchero.
- Mañana saldremos por un auto.- Me envuelve en sus brazos y acaricia mi cabello. Salimos de casa sin avisarle a la empleada.
La vista se posa en la enorme casa de los Tomlinson.
Tiempo… Es lo único que le pedí con la mayor amabilidad… No tengo por que estarme atormentando el por que no me ha buscado. Fue cosa que le pedí. Nada más…
- ¿Conoces alguna heladería?.- La voz ronca de Ryan esfumo mis ideas que me ha surgido por la cabeza…. Louis y Kella……
- Si, yo te guió.- Sonrió de manera dulce
Enciende el auto. Me coloco el cinturón de seguridad. Giro mi cabeza hacia la ventana, ha comenzado a llover, Me deprime mas cada vez que veo una gota de agua caer. Quizás suene melodramática.
- No anunciaron pronóstico de lluvia.- Comenta Ryan.
- No… No lo anunciaron….Es por aquí.- Indico una de las calles que se encuentra iluminada. Me había olvidado de ese toque especial que Londres producía.
En la heladería solo se encontraba unas cuantas mesas ocupadas. Tomo asiento mientras que Ryan se dirige a ordenar los Helados.
Enfoco mi vista alrededor del lugar. Ha cambiado… Las mesas que antes eran de color café, ahora eran rojas, El piso de ser gris cambio a una loseta de cuadros rojos con blanco. Figurillas de helados y cerezas enormes puestos sobre las repisas. Clásicos de una heladería.
- Helado de Chocolate. No se, si gustes mermelada de fresa o de vainilla.- Extiendo mi mano y la tomo con delicadeza ya que, es un enorme helado.
Espero que sea cierto sobre que, el helado de chocolate cura las penas.
- No, así esta perfecto, gracias.- Ryan deposita un beso en mi frente y toma asiento frente a mi.
- _____________... Matthew me ha contado que te desanimas estando sola en casa. ¿Eso es verdad?.- Frunce el ceño. Me tenso y ala vez me tranquilizo al escuchar que no trata sobre la visita de Louis a mi habitación y el tremendo momento situado debajo de la cama.
- No me desanimo… Esta bien.
- Si es por el caso que estoy llevando, No te preocupes. En unas semanas soy libre.- Acaricia mi mano con delicadeza, Me mira y no puedo soportar su mirada. El brillo de sus ojos me reflejan la culpa, me siento como una mierda.
- Es tu trabajo, por lo tanto se cuanto tiempo tienes disponible y lo respeto…
- De todas maneras, me duele dejarte sola durante el dia en casa… Lo mas que deseo es pasar cada segundo a tu lado. Por eso, en cuanto acabe el caso prometo no volverte a dejar sola.- Besa mi mano.
- Gracias…- Bajo la vista a mi helado, doy varias cucharadas…
- Otra cosa que deseo consultar contigo es… ¿Qué piensas hacer sobre la casa de tu Abuelo?.- Frunce el ceño y al igual yo hago lo mismo.
Tantas cosas me han aislado de mis deberes, como llamar a Brando y saber que ha sucedido con la Vinotería o saber que hare con la casa de mis abuelos.
- No tengo Idea…- Digo finalmente.
- Entiendo… Tienes tantas mortificaciones últimamente...- Suspira.- Solo… Piensa un poco que haras con la propieda para yo asi poder saber que haré o que tramites consultar. ¿De acuerdo?
- Claro….
Llegando a casa me tumbo en la cama. La cabeza me duele a montones, me siento deprimida y sin embargo trato de ocultarlo. Pero me cuesta trabajo actuar feliz y estar destrozada por dentro.
Ryan se coloca a mi lado, toma mi mano y besa mis hombros, poco a poco sube hacia mi boca. Aprieto mis manos contra la sabana.
Los recuerdo invaden mi cabeza al sentir cada caricia departe de Ryan… Hace una semana que Louis estuvo aquí, besándome, tocándome como el sabe perfectamente que me gusta. Me dejo llevar por los recuerdos.
No es la primera vez que ciento ese cosquilleo en mi panza al solo pensarlo. Abro los ojos veo fijamente a los ojos de Ryan. Me sonríe mientras me besa tranquilamente los labios.
Admiro su aguante al ver que no e cedido en tres años…
- Ryan…- Digo al sentir la intensidad que aumenta un poco al besarme.
- Lo siento… Se que no te gusta que te bese de esa manera… y no pienso hacer algo que no te guste, lo menos que quiero es que pienses es que estoy frustrado por hacerte mía.- Su tono de voz cambia, se torna a molesta o nerviosa, no capto bien. Se pone de pie rumbo a la puerta sin decir nada mas
- Gracias…- Digo por lo bajo al verlo salir.