1. Bittersweet

153 9 0
                                    

no olvides mi nombre
Cuando la mañana nos destruya
Tu mejilla es suave por el sol
Hace que mi corazón lata como un tambor
Sé que te duele, Sé que te arde
Caliente y frío en una habitación del hotel solitario
Mira dentro de mi, dime por qué estás llorando, necesito saber
Porque siempre quieres lo que se va Siempre se va lejos



No se porque acepte en primer lugar a ir. Me aburren esas fiestas, miraba la bonita cuidad por la ventana mientras Oliver conducía.

- ¿Sabes donde es la reunión?
- Si, señora.

No tenía mucho que baje del avión, solo quería dormir por la diferencia de horario en Los Angeles había un poco de calor que en Nueva York.
Por suerte había metido ropa menos invernal. Vi a las personas caminar, algunas tomadas de la mano. Me dio un leve dolor en mi abdomen que hizo que me encorvarse.

- ¿ Se encuentra bien?
- Si, no te preocupes.
- Segura porque podemos hablarle al señor.
- Estoy bien ya quede con Ian que iría.

Nego con la cabeza y no dejo mas. No me gustaba hablarle a el. Es el único que me gusta que me cuide.

Cuando desperté del coma, no recordaba absolutamente nada, hasta ahora no logro recuperar mis recuerdos y tengo miedo que se queden asi para siempre, odio no acordarme. Ian me contó que nos habíamos casado hace casi 8 meses y que luego tuve un accidente. Lo único que se que estoy sola y no tengo ni familiares ni amigos ¿acaso fui una perra?
Para que nadie quisiera ser mi amiga.

- Llegamos Señora.
- Gracias Oliver.

Se bajo abrir la puerta y sali. Llegamos al hotel donde seria la gran fiesta.

- El señor la espera adentro.

Camine para entrar me acomode una última vez mi vestido y entre había mucha gente sonriendo y fumando, tal vez por esto casi no me gusta venir en estas fiestas parecen chimeneas. Pero puse mi mejor sonrisa. Salude a varias personas las cuales recordaba de una fiesta de hace dos semanas.

- Llegaste.

Lo mire se veía imponente con su traje oscuro y no pude evitar no sonreir. Es guapo mi esposo. Me dio un beso rápido en los labios.

- ¿ Como te sientes?
- Algo cansada realmente.
- Me lo imaginaba, solo estamos un rato y nos vamos ¿te parece?
- Excelente.

Me presento a mas personas que hablaban de negocios. Y sus esposas sonrientes como muñecas.

- Hola querida.
- Hola
- Soy Verónica ¿no te acuerdas? Nos conocimos en la fiesta pasada.
- Asi lo siento es la diferencia de horario me tiene loca
- no te preocupes. ¿ Como has estado querida?
- Muy bien gracias.
- ¿cuanto tiempo se quedaran en los Angeles ?
- Aun no se Ian tiene asuntos que atender, Creo hasta pasado mañana
- Genial, podemos ir de compras con las demás.
- seguro.
- No creo que Ian se moleste ¿verdad?

No me había dado cuenta que ya estaba a lado de nosotras.

- Claro que no.

Sonrió sabia que no le agradaba la idea y tampoco a mi.

- excelente nos veremos en el panini a las 9.
- bien.

Le sonreí y me disculpe para ir al tocador.

Me sentía cansada mas de lo normal y sabia que era el esfuerzo de fingir. Agradecí a Ian que no tardariamos mucho y nos quitamos de ahi.

- Lo siento.
- ¿ Porque exactamente?
- Por no dejarte disfrutar la velada.
- Se hace lo que tu digas Elizabeth y por mi no hay problema en quitarme antes de una aburrida fiesta.
- Gracias.

ElecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora